martes, 31 de agosto de 2021

Jorge Mayansky Neer: "Ciudad de la Furia ha hecho cosas que no son comunes entre las potrancas"

 

Jorge Mayansky, de saco, en la premiación de Ciudad de la Furia, en el Luis M. Campos

El entrenador de la yegua de Don Yayo se confiesa maravillado y entusiasmado por su pupila, que competirá el sábado en la Polla de Potrancas como una de las candidatas

Jorge Mayansky Neer y los clásicos se llevan bien. Es una relación larga, que como todas ellas pasa por altos y bajos, pero en su caso los altos son muy altos y los descensos suaves. Lo dicen las estadísticas en 42 años que el entrenador lleva como profesional del turf. Los refrendan cien caballos importantes, destacadísimos en el exterior incluso, después de pasar por sus manos (Seattle Fitz, Blue Prize, Roman Rosso, entre otros).

Por eso y porque conoce de qué se trata competir y perder más de lo que se gana, como suele decir Jorge Valdivieso, toma con serenidad el desafío de correr y sumar en las Pollas del sábado 4, con Storefront (Fortify) en la de Potrillos, y Ciudad de la Furia (Equal Stripes), en la de Potrancas.

“Para mí es relativo el hecho de que Storefront sea perdedor. Perdió por el hocico el Clásico Julio F. Penna [para debutantes] y después demostró el valor que tiene –fue segundo en el Cané y tercero en el Estrellas Juvenile Fillies-; es un caballo que elegí yo. Trabajó bien; sé que en más distancia va a rendir mejor pero ahora está la Polla y vamos a intentar ganarla”. Un poco el ABC de Jorge, que se siente a sus anchas cuando las carreras suben de la milla, a esta altura. “Le voy a dar libertad a Juan Cruz Villagra para correrlo; lo conoce, corremos contra rivales que ya tuvimos, son pocos caballos los que corren ahora y él está madurando”.                             

-¿Y Ciudad de la Furia?

-Es una yegua importante, que ha hecho cosas que no son comunes entre las potrancas y no fue sorpresa que ganara el Luis María Campos. Espero mucho de ella.

Acá no hay misterios en cuanto al desarrollo. Ese triunfo de punta a punta y con garra para rechazar la carga de Super Zan (Super Saber) y mantenerse invicta en sólo dos actuaciones. El cuidador eligió el partidor 4 para Wilson Moreyra vuelva a llevar a Ciudad de la Furia en un lote de ocho competidoras, breve para lo que suele ser la primera gema de la Triple Corona, sobre todo si se observa que el Estrellas Juvenile Fillies –una carrera semi-cerrada- lo corrieron 14 yeguas, hace dos meses.

-¿Fue difícil reacomodar el stud después del confinamiento?

-La pandemia influyó en la falta de caballos; lo más fuerte del virus fue el año pasado pero eso se refleja en lo que pasa este año. Ciudad de la Furia vino bárbaro del campo, se la preparó… no hay una fórmula fija para entrenar, es lo que se ve día a día, pero a mi juicio llega en óptimo estado.

Menciona el grupo de trabajo que integra con sus capataces, “Liceri, Riquel, Castro, Cassia, Abel García, mi veterinario Lucas Campos, el herrero Néstor. Es un equipo que está ensamblado desde hace mucho tiempo y tuvo buenos resultados. Fuchi es amigo mío desde hace muchísimos años. Yo calculo cada detalle”, señala.





Jorge Mayansky Neer no tiene tiempo, dice, de mirar lo que ya ganó, sus victorias grandes. “Hablo siempre del futuro. El año pasado con Great Escape, Francisco Fraguas (el propietario) se extrañaba por mi ambición de sumar otro Nacional tratándose de un clásico que había ganado dos veces, y yo le decía ‘nunca lo gané’. La fórmula es mirar lo que viene. Lo que me sirve es lo que viene el sábado, lo anterior se olvida”.

Pasa Ignacio Pavlovsky, el dirigente del turf internacional y de Palermo, criador y propietario que confía a Jorge varios ejemplares. “El éxito dura un ratito”, dice tras detenerse a saludar y oír a Mayansky, que no puede menos que asentir.


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domingo, 29 de agosto de 2021

Rdi se afirma en la Argentina con el estilo que ya es una marca del turf de Brasil: criar, competir, ganar y disfrutar

Dirigido por Paulo Borges, el stud y haras radicado desde hace nueve años en San Isidro y en parte del campo de La Quebrada, sumó a su lista de ganadores importantes a Justify My Love, que se impuso en el Clásico La Mission (G 2), en el césped de San Isidro


Hipódromo de San Isidro


El stud Rdi sigue una huella marcada en la Argentina por Río Claro y su haras de origen, São José e Expedictus, pero que es a su vez otra muestra de la atracción que despierta la Argentina en los criadores brasileños, afincados aquí hace más de 60 años.  En el Clásico La Mission (G 2-2000 m) la divisa naranja y azul a cuadros con mangas blancas sumó otra victoria importante con Justify My Love (Agnes Gold), y se está acostumbrando, como su antecesora, que deslumbraba con Riton, Seaborg, Repartija, Sea Girl aquí, y con Siphon y Romarín en el mundo. Como Santa María de Araras, la abanderada, y La Providencia, exitosas, arraigadas en el país como las mejores y más tradicionales.

La joven caballeriza parece entrar en ese mismo devenir. Ivar, Imperador, Lindalevesolta, son un puñado de notables ganadores del stud en Palermo y San Isidro, y Adrián Giannetti está probando lo bien que le sienta la chaquetilla y que puede capitalizar la experiencia, por ejemplo, del Clásico Omega (G 2), cuando dejó por los palos a Justify My Love en la recta final y el encierro le impidió progresar. Esta vez, el jockey se curó en salud: sacó temprano del lado interno a su yegua y evitó cualquier posible contratiempo, para atacar a la puntera Yumara Chica (Cityscape) desde más cerca que Doña Gota (John F Kennedy), a la que batió por un cuerpo y medio, en 2m2s06/100.

“Estamos criando en Pilar, en el haras La Quebrada, que nos arrienda una parte del campo; es espectacular, me encanta todo allí. Esta yegua es crianza de Brasil, pero por ejemplo Lindalevesolta (Super Saver), que va a correr la Polla de Potrancas, es de Argentina; pasó por ese campo pero no totalmente (se ríe)”. Paulo Borges es el alma de Rdi en la Argentina, algo más que un gerente, como sucede con tantos ejecutivos de cabañas aquí. Y tuvo un motivo aleatorio para radicarse al Sur de su país: “Vine como veterinario y supervisor, pero el año pasado Horacio Berrotarán hizo la reproducción para mí porque yo llegué a la Argentina para el Latinoamericano y dos días después cerraron la frontera, no pude volver, mis cosas quedaron allá, hasta el ecógrafo –estaban las restricciones internas también-, así que volví a Brasil recién en noviembre de 2020; pasé toda la temporada de servicios aquí. Ahora viajo a Bagé, a Río de Janeiro, pero vivo en la Argentina”. 

Luego de la premiación del clásico del sábado, Paulo felicita por teléfono a Fernando García. “En 1992 hice una pasantía aquí con Fernando; es un presidente de honor, una eminencia para toda la gente de Rdi”, enfatiza. García fue el factótum de Río Claro y sigue siendo un manager de oficio en Rdi. Borges exalta también la figura de Beto Figueiredo. “Es el capo máximo de Rdi. Está en Estados Unidos pero es como un fantasma, aparece en todos lados (risas de nuevo)”. Beto es otro brasileño apreciado en la Argentina desde aquellos primeros tiempos de Río Claro en los 90. De paso, el veterinario anuncia que Ivar va a correr otra vez el Shadwell Turf Mile (G 1), la carrera que ganó el año pasado, en Keeneland. “Volvió muy bien, con buenos trabajos; la idea es repetir la campaña de 2020”.

Como para tener una idea más clara de lo que liga a Paulo con San José e Expedictus, él mismo revela: “Yo nací en São José & Expedictus (no es una metáfora), me atendió la partera allí. Mi papá trabajaba en el haras de Linneo de Paula Machado; él es el gerente de la propiedad, que tiene 7000 ha con el haras adentro y se dedica al cultivo de caña de azúcar y naranjas. Yo crecí, estudié y volví para trabajar en el haras. Estudié en una facultad estatal de São Paulo, la Unesp. Los Linneo nos enseñaron todo, tanto a Beto Figueiredo como a mí. Allá sigo manejando un campo de caña de azúcar en Itapira y hay unos veinte caballos de endurance y de salto, mucho menos profesional que con los sangre pura de carrera aquí. Antes, viajaba a dos centros de entrenamiento en Petrópolis y Teresópolis, y una vez venía por mes para acá. Ahora es al revés, estoy más en Buenos Aires”.


EL VALOR DE TETAZE



Justify My Love es hermana materna de la todilla Hacksaw Ridge (Dubai Dust), que ganó el Clásico Jorge de Atucha G 1) y luego fue retirada para la reproducción. “Zafira (Redattore), la madre, pertenece a una línea tradicional de São José & Expedictus de la que salió Itajara (Felicio). Todo hecho en casa”, repasa el veterinario, que hace algo de historia reciente y nómade, de Rdi: “Hace nueve años que criamos acá; empezamos en el campo de La Providencia. Luego en Mar del Plata con Alejandro García Romero, Chenaut y en febrero de 2020 llevamos todo a Pilar. Entonces, los animales de la generación con L (Lindalevesolta entre ellos) son criados en Chenaut y los primeros míos en la Argentina; los anteriores actué como supervisor. Luego viene la M (2019), que está en doma en lo de Pablo Chioccarelli. Jusitfy My Love llegó destetada a La Quebrada, y la camada de la N, recién destetada, es toda de ahí. Tenemos 20 yeguas solamente, el año pasado había 14; la idea no es aumentar el número, queremos hacer una selección, no una colección”.

Paulo Borges y Rdi reafirman la filosofía de los criadores de Brasil: “Estoy acá porque el sueño de producir cracks en Argentina está en mis venas. La gran mayoría de los brasileños piensa que acá se cría mejor, entonces los que vienen traen su profesionalismo. Acá está la cultura del caballo más arraigada que en Brasil”.







viernes, 27 de agosto de 2021

En Arlington Park, el turf tiene a su enemigo adentro y está muy cerca de perder la batalla por su supervivencia




John Stars/Daily Herald


El histórico hipódromo de Chicago, donde se corrió el primer clásico de 1 millón de dólares en los Estados Unidos, es manejado por Churchill Downs Inc., que pretende vender el predio de 193 ha y accedería a la oferta de los Bears, la franquicia de la NFL


Hace un mes, cuando finalizaba julio, se tuvo la primera certeza de que la cosa iba en serio. En esos días, la Illinois Racing Board impone el límite para que los hipódromos del Estado definan las fechas que pretenden ocupar en la siguiente temporada. El plazo se cumplió y Arlington Park, el histórico hipódromo cercano a Chicago (93 años de fundado), no renovó su pedido de licencia para hacer carreras en 2022, lo que vino a confirmar una posibilidad que pende desde hace por lo menos dos años: el año que viene no habrá carreras allí. El 25 de septiembre se hará la última reunión en el Arlington International Racecourse.

“El hipódromo está en desventaja económica dentro de un mercado hipersensible”, justificó Tony Petrillo, presidente del escenario que pertenece a Churchill Downs Inc., la firma que maneja otro hipódromo emblemático de los Estados Unidos, donde se corre en Kentucky Derby. Según el ejecutivo, la empresa está estudiando construir otro hipódromo en algún lugar de Illinois que no precisó. “No ha habido una decisión de abandonar las carreras”, abundó.




Sin embargo, no fue tan así lo que comentó el CEO de Churchill Downs, Bill Carstanjen, que sugirió que hay “proyectos más elevados y mejores propósitos” para el predio de 160 ha, y no aseguró que las carreras volvieran el año próximo. “Estamos entusiasmados con la oportunidad de ‘monetizar’ Arlington”, siguió, mientras estudian ofertas de varios interesados. El más fuerte, se estima, es Chicago Bears, la franquicia de fútbol americano que compite en la órbita de la National Football League (NFL).

Los profesionales radicados en Arlington denunciaron un sabotaje de la compañía en el sentido de aceptar otras modalidades de apuestas y juegos, y calificaron el accionar de Churchill Downs como de mala fe. “Es una desilusión, pero no una sorpresa”, afirmaron. Se referían a que la chance de operar como un “racino”, el modo de unir carreras con casino (tragamonedas, cartas y ruleta) fue desestimado por el conglomerado con sede en Kentucky, que a su vez dirige un establecimiento ubicado a 25 minutos por auto desde el hipódromo, Rivers Casino, con el cual, según la asociación de entrenadores y jinetes, los propietarios no quieren competir porque se trata del más lucrativo complejo de juegos y entretenimiento de Illinois. En 1998 y 1999 Arlington no organizó carreras ante la negativa de los legisladores del Estado de darle ventajas a los hipódromos frente a la competencia de los nuevos casinos flotantes.

Debe señalarse que en el Estado de Kentucky, el hipódromo de Churchill Downs trabajó desde hace años haciendo lobby en el Parlamento local para que se autorizara el funcionamiento de tragamonedas en el hipódromo. La actividad está prohibida en el Bluegrass State, por lo que los apostadores sólo cruzaban el río Ohio para jugar en los casinos flotantes de la otra margen, lo que se consideraba una competencia desleal con los hipódromos.

La esperanza del turf y de los 300 empleados que perderán su trabajo en Arlington Park –según calculó el Daily Herald-, está en que existe la oferta de un grupo liderado por un ex presidente de Arlington, Roy Arnold, junto con una firma de desarrollos inmobiliarios de Chicago, que es respaldada por propietarios y entrenadores de caballos de carrera, e incluye un estadio para hockey sobre hielo, viviendas y una zona de entretenimientos, al lado del hipódromo. De todas maneras, en caso de que esta propuesta fuera aceptada, Arlington no podrá hacer carreras en la temporada próxima, dado que no formuló el pedido de fechas ante las autoridades de Illinois.




Hawthorne Racecourse y Fairmount Park son los hipódromos que le quedan a la industria en este Estado de diez que había en la década de 1940. El alcalde Tom Hayes lamentó “el impacto que tendrá en nuestra comunidad” el cierre, pero dijo que quizá las carreras se reanuden en 2023. Ya se sabe, por experiencia propia en la Argentina, que si los Estados no ayudan facilitando las leyes y los mecanismos para generar apuestas allí donde se reconoce la importancia de la actividad como fuente de trabajo, el resultado es un incontenible declive. En los últimos años hipódromos como Hollywood Park y, más atrás en el tiempo, Hialeah, dejaron de tener carreras. En el caso del primero, su vecino, el Forum de Inglewood, donde jugaban de locales Los Ángeles Lakers, fue reemplazado por el Staples Center, en el centro de la ciudad, lo que marca una tendencia, un lujo que puede darse el deporte de los Estados Unidos.

El hipódromo donde el festival del césped es famoso en el mundo y atrae los mejores de Europa, con el Arlington Million (G 1, hoy denominado Mister D. Stakes, en honor a un ex propietario, Richard L. Duchossois), el clásico que el gran John Henry (Ole Bob Bowers) ganó dos veces, y el Beverly D. (G 1, para yeguas) como banderas; donde se corrió la Breeders’ Cup de 2002, cuando se descubrió una maniobra de hackers con las apuestas que luego generó mayores controles en todo el turf estadounidense, está en un terreno muy codiciado en la zona de Chicago y el turf se va quedando sin armas para defenderlo. Este caso duele un poco más, porque el enemigo está adentro. 



EL VALOR DE TETAZE









martes, 24 de agosto de 2021

Con profesionalismo y corazón, La Valkiria ofrece otra gran venta en la provincia Santa Fe, para poner al Interior en la vidriera

El haras de Alfredo Farioli, al que acompañan La Tutina, El Wing y El Arroyo, culmina este sábado, en Recreo, una subasta que comenzó a recibir pre-ofertas online esta semana y continuará este proceso hasta que el martillo de Agencia Fallow dirija las operaciones   






Seguramente sea una muestra más de lo que significa criar y vender un caballo de carrera, esa empresa que es una moneda al aire y cuyo valor está en la fe en que la ilusión se puede hacer realidad porque se trabajó para ello. El sábado próximo, 28 de agosto, el haras La Valkiria ofrece su segunda Gran Venta en forma presencial (comenzó en 2019 pero la del año pasado debió ser virtual en su totalidad), con productos 2019 y 2020, yeguas madre y caballos en training, en su campo de Recreo, cercano a La Esperanza y a la ciudad de Santa Fe. Y lo que sería una noticia habitual en los centros principales del turf, donde los nombres tradicionales venden por sí solos, se convierte en acontecimiento por el esfuerzo, por toda la logística que acarrea.

La Valkiria tiene muchos apoyos, claro, como el de Don Florentino, algo así como su hermano mayor, que arma desde hace décadas su remate anual como una fiesta para agasajar a su localidad, La Francia, Córdoba. Y como lo hace casi cada plaza del Interior, a la que firmas como la de Sebastián Di Nucci y tantos otros ponen en la vidriera.

“Ya se abrió la preoferta online y estamos a la espera. El viernes vamos a hacer un agasajo, como los Grimaldi, que es lo que gusta acá. El remate del año pasado fue en vivo pero presencial sólo para pocos. En 2019 fue nuestro primer remate”. La frase –los Grimaldi es la familia de Don Florentino- a modo de presentación es de Alfredo Farioli, titular de La Valkiria, que espera que el movimiento de posturas se acelere conforme se acerca el sábado. “Tengo muchos llamados, pero todavía no se mueve como el año pasado. Creo que va ser más flojo, porque en ese momento estaba la ilusión de mejorar, de salir pronto de la pandemia. Eso sí, ahora se interesó mucha gente nueva, de Azul, Santiago del Estero, Bolívar, Salta, de toda Córdoba”, reflexiona Fredy.




En las tierras que son las del viejo haras Jomar, saldrán al ring hijos del desaparecido Falling Sky, Got Talent, Cityscape, Señor Candy, Interaction, Qué Vida Buena, Humor Acido, Santillano, Remote, Holy Boss y Portal del Alto, provenientes de haras invitados,  La Tutina, El Wing y El Arroyo, además de los del anfitrión. Farioli confía en que se revierta la tendencia a la baja respecto de 2020, después de la inercia que acompañó las ventas de principios de este año. “Hace poco tuve una charla con Miguel Crotto (presidente del Jockey Club), que me dijo que se viene una serie de aumentos de premios y que para diciembre los potrillos de 2 años correrían por 700.000 pesos”.

El criador conoce dónde está el corazón de sus clientes de las provincias, pero el objetivo de los productores es claro: “Nosotros queremos que nuestros potrillos corran en Buenos Aires y en el proceso selectivo”. El hecho de que El Wing vuelva a acompañar esta venta es un dato en este sentido: “El Wing ofreció online dos productos y se vendieron muy bien. Endrigo Gennoni –el dueño- quedó muy conforme”, revela Fredy.



En pleno proceso de fortalecer su haras y su stud –“la idea es guardarnos algunas potrancas que ya están en doma”-, La Valkiria trajo al padrillo Mask (Tapit), la última incorporación, que se une a Got Talent (Easing Along). “Nos queda para el año que viene una camada más de Falling Sky. La de esta temporada es reducida, de 35 productos; el fin de semana ganó un hijo suyo (Skaparate), de 3 años. Recién ahora tenemos cerca de 60 yeguas en el campo y nuestro promedio es de 40 nacimientos por año”. Las veterinarias Nadia Migliarini y Lariana Maset más el encargado Martín Ballianti (“mi mano derecha”, asegura Farioli), manejan La Valkiria, y Fredy, veterinario, enfatiza que solamente “guío un poco, soy una especie de director técnico, pero no ejecuto. Es una jugada con una inversión muy importante la de esta venta; el año pasado se nos murió el potrillo que iba a ser cabeza de lote... Por eso cuando gana uno de nuestra cría nos agarra una alegría grande y uno dice ‘por fin un tiro para el lado de la justicia’”, comenta Farioli.

La “cinta transportadora” de un haras, que no saca productos en serie, iguales y perfectos, tiene en el Interior cientos de pulmones que le dan aire al turf, y en los que el riesgo es más riesgo que muchos emprendimientos más “sensatos”.

Las ofertas se siguen recibiendo de manera virtual en grimaldirematesferia.com hasta este sábado 28 de agosto, cuando a las 12.30 está previsto que comience la venta en vivo en el haras La Valkiria. Además, las operaciones, que estarán a cargo de Agencia Fallow, se podrán seguir en la Web: www.fallowremates.com.


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domingo, 22 de agosto de 2021

Los 1000 triunfos de Wilson Moreyra: jockey en sólo seis meses, Olimpia 2018, accidentes y un contrato trunco

Con Sin Cambio, ganador de una, el cordobés llegó a esa marca este sábado en Palermo, en una trayectoria de montaña rusa que incluye varios picos altos, como el Derby y el Latinoamericano de Roman Rosso y un vínculo breve con Rubio B.



Gza. Antonio Bullrich

Pareció la tarde de los jockeys, más que la de los caballos, la del sábado 21 de agosto en Palermo. Se unieron los 1000 triunfos de Wilson Moreyra, que redondeó un triple además, al igual que William Pereyra; el regreso victorioso de Rodrigo Cunz, que ganó por la cabeza un carrera que se le hizo complicada, en el césped, después de estar inactivo más de medio año, y el homenaje a Eduardo Jara, fallecido ayer en los Estados Unidos, a los 88 años. Un día antes, San Isidro también le rindió tributo al “Filetero chileno”, con un minuto de silencio.

El primer contacto de uno con Wilson Moreyra fue en la semana previa a que ganara el Nacional de 2017 con Roman Rosso (Roman Ruler). El vértigo del aprendiz que se graduó como jockey en seis meses y vivió de todo, se reanudaba. "Pasé de correr dos por día a tener casi 10. La suerte volvió a acompañarme", dijo, después de esa gran victoria. Aquella nota de La Nación se tituló Wilson Moreyra, el chico díscolo que aprendió a ser un jockey en serio. Luego viviría otra etapa zigzagueante, entre su paso como monta oficial de Rubio B. y los accidentes, pero también con la obtención del Olimpia de Plata, en 2018.




Más tarde, como ya había ocurrido, fue Jorge Mayansky Neer el que volvió a confiar en él, curada la herida que le dejó por haberse alejado el jinete en busca de aquel contrato con la gran caballeriza. “Son cosas que van pasando en el camino y sirven de experiencia; yo buscaba lo mejor para mi familia –tiene tres hijos- en lo económico”, reflexiona Moreyra minutos después de obtener su triunfo número 1000 y de recibir una ovación y un reconocimiento del programa Alma de Turf, de América Sports. Las siete vidas profesionales del actual hombre de 30 años que nació en General Viamonte, Córdoba, le dieron otra oportunidad, como cuando Víctor Sabin y Héctor Libré lo reincorporaron en la Escuela de Aprendices del Jockey Club luego de haberlo expulsado [parecía encaprichado en hacerme renegar”, apuntó el director].

“Era un momento en que estaba muy nervioso porque las cosas no salían y creía que la gente no valoraba mi trabajo”, enfatiza, en referencia a aquellos días previos al Derby que ganó, cuando aún iba por las 500 victorias. “Cuando empecé a ganar carreras importantes me puse más sereno. Es como dice la frase de Mirtha Legrand, ‘… si te ven mal te maltratan, si te ven bien te contratan’, por eso hay que disfrutar los buenos momentos”.


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Hoy, Wilson prefiere no quedarse enganchado en beber de los vasos vacíos. “Rubio B. me contrató durante un año, me fue muy bien, lo que corrimos ganamos y estoy muy contento, dejé todo lo mejor de mí”. Después vinieron los siete meses de la pandemia y, cuando volvió, el vínculo terminó. “Tuve cinco accidentes seguidos, incluso una fractura, pero el patrón, Ricardo Benedicto, se portó muy bien conmigo, lo único que debo decir de él es que es una excelente persona, me llevé muy bien también con su hijo Nico; le agradezco al turf por haberlo conocido y me aseguró que tenía las puertas abiertas para volver”. Ocho meses estuvo sin competir.

For the Top, Holly Woman, Logrado, Alampur, entre otros fenómenos de cuatro patas, son los que junto a su familia justifican el hecho de que Wilson Moreya “agache la cabeza”, como dijo hace cuatro años y vaya cada mañana al hipódromo de Palermo a trabajar y sólo trabajar. Este sábado 21 de agosto, agregó otro caballo a la lista de inolvidables en su campaña: Sin Cambio (Sidney’s Candy), con el que alcanzó lo que los hípicos estadounidenses conocen como “milestone”, un hito, un mojón en la trayectoria. Fue una de las notas emotivas que generaron los jovkeys en la tarde de Palermo.








viernes, 20 de agosto de 2021

George Washington, el bicampeón del Gran Premio Brasil, un hijo de Princesa Carina que carga todo el bagaje de Comalal

 

Gerson Martins/Jornal do Turfe


En la sangre del doble héroe de la carrera más importante en Gávea corren los genes de una sensacional ganadora clásica en Argentina y entre otros, los de Cephei, Algenib y Nortak


El Gran Premio Brasil  (G 1-2400 m) fue por segunda vez del local George Washington (Redattore), y su conexión con la Argentina es un viaje de ida y vuelta que involucra a Stud T.N.T. y a Comalal, gracias a la madre del campeón, Princesa Carina (Know Heights), brasileña pero de sensacional campaña en San Isidro y Palermo. Lejos de aquellos tiempos en los 40, 50 y 60, cuando los triunfos de caballos argentinos eran una constante en el hipódromo del barrio Gávea, en Rio de Janeiro, ese flujo entró en pausa y en cierta medida se revirtió.

De El Aragonés (Ramazón), Mangangá (Gulf Stream), Tatán (The Yuvaraj), Gualicho (The Druid, que dio doblete en 1952 y 1953), Arturo A (Argur), Moraes Tinto (Aleli) y El Sembrador (Octante), por mencionar unos pocos al azar, a los tiempos recientes en los  que visitas de Brasil como Immensity (Zenabre), Much Better (Baynoun), Gorylla (New Colony), Xin Xu Lin (Wondertross) y Going Somewhere (Sulamani), en un caudal mucho menor pero que hace ruido, la corriente no ha cesado. Más aún cuando muchos establecimientos brasileños de primer nivel se instalaron aquí para criar y competir a partir de los 80.


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Uno de esos haras fue T.N.T, el de los colores de Much Better –ganador del Carlos Pellegrini y del Gran Premio Latinoamericano, en 1994- y ya desaparecido en Brasil, aunque Gonçalo Borges Torrealba, su propietario, adquirió Three Chimneys, la importante estación de montas de Kentucky, y continúa en la industria. T.N.T. crió en la Argentina y fue uno de los propietarios de La Mission, el establecimiento que hizo una gran inversión en instalaciones y padrillos. Así, Nicolás Ojea Quintana, CEO de La Mission, manejó la campaña de los caballos de Torrealba aquí, entre los que se encontraba Princesa Carina, ganadora de los clásicos Ignacio e Ignacio F. Correas (G 2), Los Haras (G 2), Federico de Alvear (G 3) y Chile (G 3).

Su generosa familia, de raíces ilustres en el haras Comalal, incluye a Cephei –su 3ª madre-, que dio al campeón y ganador del Carlos Pellegrini, Algenib (Oak Dancer), a El Meteoro (Fitzcarraldo) y a Nortak (Fitzcarraldo), dueña de los grandes premios Mil Guineas (G 1) y De Potrancas (G 1). Un propio hermano de Princesa Carina, además, Send inthe Clowns, obtuvo el GP Miguel Martínez de Hoz (G 1) y fue segundo en el Pellegrini de 2010.




George Washington, nacido en 2015, ganó el Gran Premio Sao Paulo (G 1), en Cidade Jardim, en 2020, año en que quedó tercero en su segundo intento en el GP Brasil, en una carrera en la que se impuso Pimper’s Paradise (Put it Back), que esta vez finalizó quinto. El bicampeón, que pertenece al stud Happy Again, fue dirigido por Henderson Fernandes (fue su tercera victoria en el clásico más importante de Brasil) y es entrenado por Luiz Esteves. El jockey lo trajo en el último puesto desde el arranque, en el césped pesado, ganó posiciones antes del segundo codo por afuera, y en la recta atacó a los punteros y los dominó a 200 metros del disco, para contener en el final a Jackson Pollock (Kodiak Kowboy) por 1 cuerpo y tres cuartos, en 2m34s47/100. 

Y según los registros del Jockey Club Brasileiro es la última cría de la notable Princesa Carina, que dio además a Bonaparte (Elusive Quality), vencedor del Derby Paulista (G 1) en 2014.  

  



jueves, 19 de agosto de 2021

Benjamín Correas: cuando la mejor manera de tener bien cuidado un caballo que tuviste, es que lo entrene tu hijo

Tras años de experiencia como asistente de su padre, Ignacio, el profesional desarrolla desde hace unos meses, en un stud de San Isidro, su propio emprendimiento, con 14 ejemplares



Todo Galope

Lilys From Paris es una hija de Lookin at Lucky y What a Lily, por Vindication, que nació en marzo de 2017 y, como tantas yeguas criadas en los Estados Unidos, llegó a la Argentina con el objetivo de sus nuevos propietarios de convertirla en madre. El martes 17 debutó en la arena de San Isidro, con Martín Valle en las riendas, y se clasificó segunda a dos cuerpos y medio de La Gran Inesperada (Treasure Beach) entre perdedoras de 5 y 6 años (para los registros del hemisferio Sur, tiene 5 años desde julio pasado). Nada que llame la atención hasta aquí.

Pero como en cada caballo, hay una historia. Lilys From Paris era entrenada en Lexington, Kentucky, por Ignacio Correas, que además fue su propietario, y aquí es preparada por su hijo, Benjamín, que se radicó en San Isidro hace unos meses, luego de un período como asistente de su padre, en Keeneland. “La trajeron los dueños, Santiago Viale y Alejandro Luza, veterinario de La Nora”, cuenta el Correas que no lleva el nombre de pila de la dinastía –Ignacio es Correas IV en Norteamérica- y que volvió al país para hacer su camino como cuidador.

“El 26 de  septiembre de 2020 corrió por última vez, en Arlington. La cuidaba papá y era de él; la compró porque es muy linda, como verás, y tiene un par de segundos y un par de terceros allá, pero ya bajando a los claimings”. Viale y Luza, de visita en Lexington, donde Nacho entrena a Joy Epifora, la clásica defensora de La Nora, querían comprar una yegua. “Fueron para las ventas de Keeneland, papá les dijo que no gastaran plata, que él les regalaba una, y la trajeron. La única condición era que se hicieran cargo del traslado”, se ríe Benjamín al recordarlo.




-¿Y que te la dieran a vos no fue otra condición? (la pregunta cae de madura).

-No, no era una condición. Además la trajeron para madre, pero si puede ganar una carrera el papel sería más atractivo. Estoy muy agradecido de que me la hayan dado, con libertad para correrla cuando quiera. Quedaron contentos.

En la Veterinaria del hipódromo de San Isidro, Benjamín revisa las patas de Lilys From París después del estreno argentino, para ver una grieta. Nada mejor para la zaina que en su nuevo destino la atiendan una voz que le suene y manos conocidas.

-¿Es una lesión común?

-A veces, y en esta yegua, que es muy particular… no le gusta la gatera, no le gusta que le peguen, no le gusta que la molesten con las orejas. Hoy estuvo muy bien en las gateras, 10 puntos, estoy chocho porque estuvo el viaje largo de por medio, la adaptación. En Estados Unidos no levantaba las manos en la tierra y acá no había carreras de su categoría en el césped, así que más que nada queríamos ver cómo respondía en la arena.

La defensora de los colores de Santa Rita, de Villaguay, vino de atrás y descontó mucho en la recta final, tanto como pudo. Aun así quedó segunda, un puesto impensado cuando dejaba el codo. “Ella corre así, lejos; cuando la querés apurar te mocha las orejas y no va a ningún lado y si la querés meter entre caballos tampoco avanza, es muy particular la yegua. Creo que se sacó de encima el debut y quedó en puerta. Si puede correr en 1800 mejor, si no, otra vez la milla y tal vez traerla un poquito más cerca. Siempre cierra fuerte, se acuerda tarde de correr. Si ves los parciales en Estados Unidos ella es siempre la que corre más fuerte, lo que pasa que no hay rectas largas como acá”.


EL VALOR DE TETAZE



Al día siguiente, también en la arena de San Isidro, volvió a correr Bond to Me (Equal Stripes), una yegua de la que Benjamín difícilmente se olvide porque le dio su primera victoria aquí, hace un mes. Ahora la golpearon un poco en la salida y luego sintió el cambio de categoría; finalizó octava. “Tengo 14 caballos ahora y tres boxes vacíos”, revela sobre la conformación de su flamante stud. “Mi capataz es Nicolás de León, joven, trabajó con Bebe Frenkel, pero estaba libre ahora. No me gusta andar trayendo gente que ya tiene trabajo. Armé un muy buen equipo”. Termina y sale rápido a observar cómo quedó Lilys From Paris, para calcular cuándo será la próxima.









miércoles, 18 de agosto de 2021

"El extraño caso del Clásico Pueyrredón 2021" es una remake de hace 28 años, cuando Law Breaker fue un transgresor, como Candilero

Definen Candilero (bco. y negro), Nimia Rye (verde, gorra azul) y Héroes (azul y colorado)

 

La película se podría llamar “El extraño caso del Clásico Pueyrredón 2021” y tendría un final conocido, espectacular, impensado para una carrera de 3000 m, la más extensa del turf argentino. Pero como sucede con muchos films históricos o testimoniales, uno sería capaz de verlas diez veces. En la pista de césped de San Isidro, Candilero (Cisne Branco) ganó en un desenlace espectacular por media cabeza ante Nimia Rye (Catcher in the Rye) y tercero finalizó Héroes (Seek Again), a la cabeza, y en el que pudo intervenir también Mar Dorado (Treasure Beach), si no fuera porque su jokey, Abel Romay, debió levantar cuando el ardor de la pelea por el triunfo llegaba a su punto más alto y fue a parar al sexto puesto. Cuarto, a un cuerpo y medio, terminó Cool City (Cityscape).

Y como tantas buenas películas, este Pueyrredón tuvo una precuela –como se da en denominarlas ahora- o, para ponerla en términos menos castizos pero más acordes, este clásico del siglo XXI llegó como una remake de uno del siglo pasado; del 5 de septiembre de 1993, más precisamente. Arturo Moscón, martillero, criador, propietario, sonreía ante la paradoja del cerrado final después de 3 kilómetros de andar, de este martes 17 de agosto. Pero debajo de las canas a uno le pasó una ráfaga, un recuerdo imborrable de aquella carrera de hace 28 años, en la que definieron cuatro caballos en pasto pesado: Law Breaker (Portlaw, un Mr. Prospector de El Candil) repitió el margen de media cabeza sobre Sabemás (por Sabedor, un hijo de Sheet Anchor, el padre de Mountdrago), que dejó tercero a su vez a Pirque (un tordillo por Ahmad, al cual el pelo le venía por su abuelo materno, Farmer) y cuarto a Dragon Jack (Jack Hylton, el reproductor que trajo Los Robles y luego sirvió en Abolengo). La imagen aquí muestra la cobertura que le dio La Nación en la edición del domingo 6 de septiembre, con una gran foto de Alejandro Querol y la misma perplejidad de esta vez por tamaño final (el scaneo urgente cortó el título).




Juan Alvis, Fabián Rivero, Juan Maciel y Rubén Emilio Laitán fueron los jockeys que definieron en ese orden, en 1993. En 2021, Osvaldo Alderete, Martín Valle y Alexis Páez se jugaron por el triunfo hasta el final, en el epílogo del descomunal esfuerzo que significa tirar de las riendas de un sangre pura de carreras durante los 3m1218/100 que demoró esta versión del Pueyrredón. Candilero venía de entrar 8° en el Clásico Comparación, hace nueve días.
“Se ven pocos finales así. Arrancaron los tres en una línea; fue un final muy lindo”, le dijo Alderete a Sebastián Heredia, al programa radial El Derby. “Candilero venía muy bien, esperábamos esa atropellada que tiene y por suerte llegó. Me preguntaron el cuidador [Ricardo Cardón] y el propietario cómo lo quería correr y yo les dije que lo hiciera a su manera, de atropellada y si se hacía de galope iba a venir más cerca. La idea era traerlo tranquilo y creo que se hizo para él porque vino todo el tiro por dentro, ganándole a dos, y esperar la recta donde justo se le hizo un claro; lo saqué afuera, lo ideal. Él casi siempre se complica pero ahora tuvo todo para ganar”.
  Hace 28 años, Alvis comentaba que Law Breaker, defensor de los colores de su criador, Las Dos Manos, y entrenado por Juan Udaondo, era manso y se lo podía acomodar en cualquier parte del desarrollo. Esa tarde-noche, además, el caballo mostró reacción cuando Sabemás lo había superado, para hacer más espectacular la “rara” definición del Clásico General Pueyrredón.


EL VALOR DE TETAZE












lunes, 16 de agosto de 2021

Sin el recordado Portal del Alto en Rodeo Chico, Escabiar lo homenajea y Agustín Villamil elige seguir disfrutándolo

 


La yegua, de 4 años, se convirtió en la sexta cría clásica del padrillo, que murió hace dos meses en el haras de San Antonio de Areco, y el criador celebró el sábado el triunfo en el Ricardo P. Sauze (G 3) con sus colores, en Palermo  


“Me dio mucha envidia la nota de Pantera...”, arranca Agustín Villamil. Y sorprende. Uno piensa un segundo, nada más. Hace poco, Ciudad de la Furia le había dado un triunfo clásico a Eduardo Solveyra (h), Pantera para los amigos, y en Turf Class hubo unas líneas sobre lo que sigue dando el haras Don Yayo. Se reía Agustín con su comentario el sábado del triunfo de Escabiar (Portal del Alto) en el Clásico Ricardo P. Sauze (G 3-1600 m), en Palermo. Ahora le toca a él. Entonces se pone serio ante la pregunta:

-¿Cada vez lamentamos más la pérdida de Portal del Alto?

-No ganamos nada lamentándolo –responde, seguro-, también hay que saber disfrutar lo que tenemos, son varias crías de él, todos corren, todos sirven. Es impresionante lo que daba y eso que no tuvo las mejores yeguas; arrancó de bien abajo y se la bancó. Y cada día está mostrando más con poco apoyo. Los principales socios eran Rodeo Chico y Pozo de Luna, los mayoritarios, y varios con algunas acciones. Todos apoyaban, todos contentos con el caballo, desde el día uno daba lindo.

Endrigo Gennoni, dueño del haras El Wing, fue uno de ellos, y también sintió el golpe, como lo dijo en este espacio. Villamil abona las sociedades de criadores: “Creo que los buenos resultados vienen de juntarse varios haras y todos pusieron su granito de arena, todos tuvieron un caballo que servía. Ahora, en Rodeo Chico no tenemos padrillo, pero sí partes en varios. El año pasado trajimos uno con La Leyenda, tenemos el 20%, se llama Lucullan, un hijo de Hard Spun, ganador clásico en Estados Unidos”.

EL VALOR DE TETAZE


-¿Por qué le pusieron Escabiar a la yegua?

   -Es nuestra familia de la E, seguimos un poco la línea de Abolengo, que se cansó de dar caballos buenos. Tenemos un grupo de propietarios con el que nos juntamos a comer asado, está mi hermano Lucho, que es abogado y tiene parte en el haras, pero viene poco a las carreras. (La referencia de su hermano Luis surge cuando se pregunta por Matías, criador, martillero, otro hijo del recordado Luis Villamil II, que se desvinculó de Rodeo Chico y armó su propia estructura con el haras Cardenal. “Somos más amigos que nunca”; aventa posibles discordias Agustín).

Escabiar tiene su historia en los hipódromos. “Sirve mucho a la mañana desde el día 1. La anotamos en el Acebal medio verde, nos hizo jugar la pasada y terminó con un dolorcito arriba. Reprisó y le ganó bárbaro a Siempre en mi Mente, entonces fuimos al Criadores, donde también nos costó un poquito la pasada, y las últimas fueron muy parejas”. Había un pleito pendiente, se piensa, con La Validada (Valid Stripes), que ahora quedó tercera a dos cuerpos y medio. “Nos ganó bien dos veces La Validada –admite deportivamente Agustín-; esta vez, si terminaba segunda de ella de nuevo estaba bien porque creo que es un poco mejor y ahora no lo demostró. Pero Escabiar es buena en serio, Pepe [José Lofiego, su entrenador] la tiene en buen concepto desde siempre y Adri también, por eso no la deja y la acompaña siempre”.


Adri es Adrián Giannetti, por supuesto. “Es un grande, la monta todas las mañanas, la trota, la galopa, es un profesional como pocos”, elogia Villamil. El sábado, el jockey la trajo última entre cinco pero cerca, balconeando hasta la recta final, donde emparejó a la puntera, Zenda Bohemia, mientras La Validada quedaba con poco espacio por dentro y debía sacar por fuera de las dos rivales. Pero Escabiar no la dejó arrimarse a menos de un cuerpo y dirimió su puja con Zenda Bohemia en los 100 finales, para ganarle por un cuerpo y medio. 

En Rodeo Chico hay 35 yeguas madre “y siempre dándole para adelante”, asegura Agustín Villamil, que elige seguir disfrutando de Portal del Alto antes que extrañarlo sin remedio.






domingo, 15 de agosto de 2021

Entre el rico legado del inolvidable Ernesto Romero estaba Hole in One y su hijo Gustavo lo honra en cada carrera

En el Clásico República Federativa del Brasil (G 3), el caballo del stud Tramo 20 alcanzó su 13ª victoria, tres años después de comenzar su campaña junto al entrenador de innumerables campeones como Algenib y Todo Un Amiguito 



La valentía de Juan Cruz Villagra y de Hole in One, en el final
La valentía de Juan Cruz Villagra y de Hole in One, en el final

Cada salida a la pista de Hole in One (Heliostatic), cada carrera, es un homenaje. Pocos meses antes de morir, en 2018, Ernesto Romero preparó al caballo del stud Tramo 20, de Santiago del Estero, seguramente igual que lo había hecho con gigantes como los campeones Algenib, Todo Un Amiguito, Lord Card, Lingote de Oro… Algunos devenidos padrillos notables, además, como Sebi Halo y Storm Embrujado. Y a sus 7 años, Hole in One, enamorado de la competencia en su madurez, con ganas de ganar gracias a que el maestro dejó un legado en su hijo Gustavo Ernesto, y a sus enormes virtudes, claro, alcanzó su 13er triunfo en el Clásico República Federativa del Brasil (G 3-1600 m), en el césped de Palermo.

Una maravilla la forma en que el veterano, ajustado contra la empalizada externa por el joven de 4 años Codringer (Cosmic Trigger), que defendía el liderazgo temprano, se escurrió hacia el disco en los últimos 200, de la mano de las agallas y la tenacidad de Juan Cruz Villagra. El fallo marcó cuatro cuerpos de diferencia entre ambos, tan firme fue la atropellada del incansable Hole in One. Tercero, Luxor Joy (Fortify), cuarto fue Very Truly (Lizard Island) y quinto, Confused (Lenovo).



   “Es un caballo que no afloja, en las mañanas se lo ve contento, con fuerza. Nos ha dado muchas alegrías”, relata Gustavo Romero, apenas saca la vista del televisor que le mostró la carrera de nuevo. Tiene cara de satisfacción, de alivio quizá por haberse sacado de encima el recuerdo del Clásico 9 de Julio (G 2), hace menos de un mes, cuando su caballo quedó segundo a medio cuerpo de Master Soy (Master of Hounds), descontando muchísimo en el largo ataque final. No había podido creer que Hole in One hubiera perdido. "El puntero se agrandó adelante, porque le dimos más importancia a otros caballos y no pudimos darle alcance. Sin dudas que el que ganó es corredor, un buen caballo, pero pienso que el nuestro con un poquito más de suerte no hubiera perdido. Fue una lástima porque tiene 7 años y hay que aprovechar cada oportunidad que se presenta”.

  El Clásico Brasil fue la 30ª oportunidad en la trayectoria del caballo criado en Santa María de Araras. “Siempre fue un caballo con salud, por eso esta campaña tan larga”, explica Gustavo, que entre esto último y la admiración por su padre muestra cierta modestia, un rasgo que le viene de Ernesto: "Fue una pérdida que yo sentí también en lo profesional. Traté de absorber los conocimientos que me transmitió y los pude aprender. Observándolo aprendí muchísimo. El sabía mucho, tenía un bajo perfil, pero era muy efectivo, muy ganador, pasé toda la vida al lado de él...”, afirma sonriendo por la evocación y porque no hace falta deducir quién fue su guía. 


EL VALOR DE TETAZE




“A Hole in One lo heredé, lo tenía mi padre y después le seguí yo la campaña. Las primeras carreras las corrió con él”. Con esta frase había comenzado la conversación que derivó, inevitable, en la figura de Ernesto Romero. “Así que disfruté mucho ganar esta carrera, estoy muy contento”, continuó Gustavo Romero, que ya ostenta su propio nombre en el turf. “Tengo 65 caballos en el stud, una buena cantidad, la puedo manejar bien, y estoy con mi hermano Mariano, que me ayuda mucho, me apoyo mucho en él”. El legado, otra vez.







 

 

viernes, 13 de agosto de 2021

El sprinter que ganó la Polla de Potrillos por la fe del propietario


Hit Tifon era ganador de dos en 1000 m y a pesar de que en más distancia no le había ido bien, una sola opinión entre muchas en contra cambió el rumbo y ahora es ganador clásico




Cuando en una carrera importante –todas- un caballo da la vuelta al último codo abierto y deja tres rivales por dentro, pueden pasar dos cosas: que pierda terreno, con un esfuerzo extra, y en el final se queda sin fuerzas, o da una demostración de su poderío y domina, a veces, con una buena ventaja. Esto último le sucedió en La Plata a Hit Tifon (Hit it a Bomb) y así fue como ganó el Clásico Polla de Potrillos (G3)-Copa Rocha de Plata 30° Aniversario, con luz, por dos cuerpos ante Across The Gulch (Catcher in the Rye), que atropelló fuerte pero se acercó sin ser un peligro.

Obligado por la salida desde la gatera más externa de todas, Aníbal Cabrera, el jockey del potrillo criado en Firmamento, trajo a Hit Tifon sin intentar movimientos apresurados,  mientras en la punta y por los palos corrían Potro Escapado (Cityscape) y El Informado (Il Campione), a los que dejó atrás sin lucha.

Comentó Cabrera para la TV del hipódromo de La Plata, maravillado por lo que acababa de hacer el defensor del stud El Establo: “El potrillo venía de ganar en 1000m en 58 hace pocos días, y el propietario quiso correr la Polla contra la opinión de todos; la mayoría no estábamos de acuerdo. Así que se lo dedico a él, que le tuvo fe”, sorprendió el jinete. “Los pingos superan las expectativas. Muy pocos potrillos saltan de 1000 a 1600 en diez días. El tema era amansarlo, porque tiene mucha velocidad y sale a correr firme de movida. No hay que pelearlo en la boca porque se va para adelante. Pudo venir en un tercer o cuarto puesto a pesar de que largó para correr en la punta”.


EL VALOR DE TETAZE



El jockey habla como si no hubiera tenido que ver en el resultado y está bien que elogie a Hit Tifon. En las dos últimas de las tres veces que salió a la pista –siempre en La Plata- lo dirigió él y si bien venía actuar en el kilómetro –la carrera de los 58s, casi 59-, la anterior había sido sobre 1400m, donde finalizó cuarto y determinó el regreso a los 1000m, la distancia de su debut triunfal. Así y todo, con dos victorias en carreras para velocistas –donde está invicto- la decisión de competir en 1600m y en la Polla de Potrillos era toda una apuesta.



Y se ve que había resto para hacerla, porque al brusco cambio de distancia Hit Tifon le sumó la forma en que lo abordó, dando ventajas en el desarrollo que parecían prohibitivas. El hipódromo de La Plata lucha por sobrevivir a un contexto imposible y ahora no puede atraer a los mejores como antes con sus premios suculentos –más de una vez hubo potrillos y potrancas que corrieron las Polla en Palermo y el Bosque en la misma temporada-, pero todavía le quedan sus caballos. 









La alegría de ganar el Dardo Rocha, un oasis en el turf que Juan de la Cruz Ramallo disfrutó con amigos, como un hípico más

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