Adrián Giannetti llevó a Satu al disco más esperado de su campaña / Gza. Revista Palermo |
El hijo de Catcher in The Rye consiguió su primera victoria con la chaquetilla de Las Monjitas, en lo que tal vez prenuncie un 2024 de regreso en los primeros planos; ayer, una infracción alegada por el jockey de su escolta fue desestimada por los jueces de San Isidro
Para Satu,
el triunfo en Clásico Invasor (G 3-
La vida de Satu en las carreras era un lecho de rosas hasta que ganó el
Gran Premio Joaquín de Anchorena (G 1) el año pasado y lograba su tercera
victoria en tres salidas. Pero desde que lo compró el stud de Camilo Bautista
había corrido cuatro clásicos este año, sin poder a vencer. Nadie podía creer
que al pasar de las manos de Nicolás Martín Ferro a las de Carlos Daniel
Etchechoury ese hilo se hubiera cortado. Ayer, mientras se dirimía la demanda
de Valle, flotó un aire que venía del Jockey Club (G 1) del año pasado, cuando
Natan, también de Las Monjitas, ganó por distanciamiento de El Musical. Aquella
vez, el que reclamó fue Giannetti y su queja llegó a buen puerto.
Adrián dijo ayer, después de esperar la sentencia de los jueces dando
vueltas de tiro sobre el lomo de Satu: “Me sorprendió el reclamo y la demora
–en resolverlo-; al entrar al derecho la carrera se había hecho muy lenta, mi
caballo venía muy cómodo, y lo único que hice fue buscar que cambiara de mano,
entonces se echó un poco para adentro, pero siempre con mucha luz”.
Es cierto, había un espacio corto, pero el cruce algo brusco existió. Uno
le dice que Valle tuvo que salir de los palos y abrirse de golpe cuando ocurrió
la maniobra, algo que Giannetti relativiza: “Fue un poco de simulación, porque
la verdad es que había mucha distancia entre caballo y caballo, no hubo roce ni
nada de eso”.
El jockey coincide con el cronista, que apunta lo que se sufrió antes de
volver a la primera chapa. “Teníamos que ganar así, con los testículos en la
garganta, perdón por la expresión”, grafica Adrián, saliendo un poco de esas
formas siempre atildadas que suele tener cuando declara [bien] pero sin cruzar
la línea. “Pero bueno, por suerte llegó la victoria, estamos recuperando un
gran caballo, que siempre estuvo bárbaro, antes de todas las carreras, en
especial para el Anchorena [el de este año] pero los animales sienten los
cambios, de entrenador, de jockey… seguimos probando y para eso el equipo es
fundamental, con Tomy (Tomás Fernández Llanos, el socio más involucrado en el
día a día) a la cabeza, hacemos lo mejor posible y hoy estamos contentos con el
triunfo de Satu, que es un fenómeno”.
El desarrollo no tenía misterios, según Giannetti: “Lo corrí como me
dijo Dany, donde viniera cómodo, y la carrera se hizo lenta; le di apoyo, vino
bien y después lo dejé correr, nada más que eso. Me facilitó todo”. ¿Y la
distancia? “En la milla y
Ya no habrá más tests para Satu, está claro. Sí el natural camino de
volver a los planos más altos. Ayer mostró que puede.