El jockey cordobés asegura que es "el de siempre" y que es "un chico más" entre los jinetes jóvenes que se destacan; el doblete clásico con La Validada y Sandino Ruler, en Palermo
El sábado pasado fue Nicolás Martín Ferro. Y 48 horas después, lo imitó
Juan Carlos Noriega. Dos profesionales en la cima. Dos dobletes en Palermo. Lo
del entrenador se sabe bien. El jockey, por su lado, ganó el Clásico Inés
Victorica Roca (G 3-1600 m)
con La Validada (Valid Stripes) y con una hora de espera se llevó el Clásico
Invierno (1800 m),
que habría sido una carrera menor si no fuera por la reaparición de Sandino
Ruler (Roman Ruler), que pasó casi dos años en los Estados Unidos compitiendo
sin éxito.
Es imposible hablar con Noriega sin que uno se meta en cuestiones menos
turfísticas. Como alguna vez fue su amistad con Nacho Fernández, el ex
futbolista de River, hoy en Atlético Mineiro, de Brasil, con lo que entraron en
pausa las cenas semanales impostergables salvo por los compromisos
profesionales de ambos. Por supuesto, tampoco es posible evitar las bromas y
las ironías, pero esta vez el cordobés de El Crispín se puso serio cuando se le
preguntó sobre su excelente momento: “No pasa nada, todo normal. Son ocho años
acá adentro [en Palermo], he ganado más o menos carreras, pero siempre igual.
Por ahí estuve corriendo un poco menos en los últimos años, pero no es que
antes corría mejor o ahora corro mejor, cuando tenés caballo... he sido siempre
un laburador en esta profesión y cuando tenés apoyo de los propietarios se
simplifica todo. Soy el mismo de siempre, laburo como siempre. Si algo he
aprendido en este oficio es que hay que trabajar.
-Corriste con Valdivieso, Falero, Herrera y
ahora estás rodeado de pibes.
-He tenido
la suerte de correr con grandes cracks, que fueron dejando una escuela, sobre
todo en cómo manejarse con los colegas, y hoy hay grandísimos chicos que están
trabajando muy bien. Por lo general piden consejos, preguntan y trato de
brindarme con ellos, pero soy un chico más, nunca pongo un límite y todos
tienen sus personalidades, que es algo que los chicos que salen a correr
nunca deben perder, además de saber de qué manera manejarse con la gente. Estoy
siendo uno de los más veteranos (sonríe).
-¿Y con tus hijos, cómo sos?
-Me
salieron bien (otra sonrisa); fue una gran crianza por parte de la madre. Guido
tiene 23 años y está por recibirse de
radiólogo, y Sol tiene 20, siempre estudia, hace varios cursos. No sé si puedo
ser un gran ejemplo, pero al menos tienen el ejemplo del trabajo, que es
lo primordial que uno puede darles, estar constantemente y a la vez recibir el
apoyo de ellos y de Paola, con la que llevamos 25 años casados y ha formado una
gran familia (le deja todo el crédito).
El regreso de Sandino Ruler
“Es un gran caballo, esperamos que siga evolucionando”, se ilusiona
Chupino. El defensor de Egalité de 9 compitió seis veces en distintos
hipódromos estadounidenses y lo mejor fue un 6° puesto en euna condicional.
Ignacio Correas, su entrenador, probó casi todo, arena, césped y sintético,
pero Sandino Ruler, que aquí había competido sólo en la principal de Palermo,
nunca reaccionó.
Hapsa
Noriega hace una breve historia: “Debutó con Gustavo [Calvente] y ganó;
después lo volvió a correr en la de ganadores, entró 4°, y desde ahí
corrió todas conmigo, ganadores de una y dos, el Clásico Italia (G 3-2000 m). Corrió 4 y ganó las
4.
-¿Lo notas diferente?
-Es un buen
caballo que se ha ido recuperando después de un tiempo largo afuera. No sé si
me encontré con el mismo caballo; es muy corredor y esta era una buena carrera
para reprisar. Vamos a ver qué pasa, cómo evoluciona desde ahora, pero si
vuelve a ser el de antes y por la forma
en que ganó ahora, se va a codear con los mejores de la distancia. Están
Emotion Orpen, un veterano que siempre corre bien, y Miriñaque”.
La forma fue: de punta a punta y por cuatro cuerpos ante Ludvig (Cima de
Triomphe) y otros tres rivales sin mayor brillo, que pertenecían a la categoría
de este clásico non grade. El que rompía el molde era Sandino Ruler, que
también estuvo bien anotado si se piensa en que tenía que estirar los músculos
y volver a competir en casa.
Antes, La Validada: “Corrió muy bien, sigue evolucionando. Reapareció bárbaro,
ganando la categoría y ahora ganó fenómeno este clásico. Creo que va a llegar a
más distancia también; no tiene problemas, es galopadora; donde la ubiques en
el desarrollo, ella corre”. La Validada es aquella que fue segunda en la Polla
de Potrancas (G1) y 4ª en el Selección (G 1), pero en ambas fue distanciada por
tratamiento prohibido (se le encontró dexametasona) e inhabilitada hasta mayo
último. La entrenaba Javier Fren y ahora está en manos de Juan Franco Saldivia.