Hit Tifon era ganador de dos en 1000 m y a pesar de que en más distancia no le había ido bien, una sola opinión entre muchas en contra cambió el rumbo y ahora es ganador clásico
Cuando en una carrera importante –todas- un caballo da la vuelta al último codo abierto y deja tres rivales por dentro, pueden pasar dos cosas: que pierda terreno, con un esfuerzo extra, y en el final se queda sin fuerzas, o da una demostración de su poderío y domina, a veces, con una buena ventaja. Esto último le sucedió en La Plata a Hit Tifon (Hit it a Bomb) y así fue como ganó el Clásico Polla de Potrillos (G3)-Copa Rocha de Plata 30° Aniversario, con luz, por dos cuerpos ante Across The Gulch (Catcher in the Rye), que atropelló fuerte pero se acercó sin ser un peligro.
Obligado
por la salida desde la gatera más externa de todas, Aníbal Cabrera, el jockey
del potrillo criado en Firmamento, trajo a Hit Tifon sin intentar movimientos
apresurados, mientras en la punta y por
los palos corrían Potro Escapado (Cityscape) y El Informado (Il Campione), a los
que dejó atrás sin lucha.
Comentó Cabrera
para la TV del hipódromo de La Plata, maravillado por lo que acababa de hacer el
defensor del stud El Establo: “El potrillo venía de ganar en 1000m en 58 hace
pocos días, y el propietario quiso correr la Polla contra la opinión de todos;
la mayoría no estábamos de acuerdo. Así que se lo dedico a él, que le tuvo fe”,
sorprendió el jinete. “Los pingos superan las expectativas. Muy pocos potrillos
saltan de
EL VALOR DE TETAZE
El jockey
habla como si no hubiera tenido que ver en el resultado y está bien que elogie
a Hit Tifon. En las dos últimas de las tres veces que salió a la pista –siempre
en La Plata- lo dirigió él y si bien venía actuar en el kilómetro –la carrera
de los 58s, casi 59-, la anterior había sido sobre 1400m, donde finalizó cuarto
y determinó el regreso a los 1000m, la distancia de su debut triunfal. Así y
todo, con dos victorias en carreras para velocistas –donde está invicto- la
decisión de competir en 1600m y en la Polla de Potrillos era toda una apuesta.
Y se ve que había resto para hacerla, porque al brusco cambio de distancia Hit Tifon le sumó la forma en que lo abordó, dando ventajas en el desarrollo que parecían prohibitivas. El hipódromo de La Plata lucha por sobrevivir a un contexto imposible y ahora no puede atraer a los mejores como antes con sus premios suculentos –más de una vez hubo potrillos y potrancas que corrieron las Polla en Palermo y el Bosque en la misma temporada-, pero todavía le quedan sus caballos.
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