La defensora de Carampangue, de 3 años, suma tres victorias en cuatro actuaciones, y el trabajo del cuidador, Agustín Pavlovsky, y el de su jockey, Gonzalo Borda, se enfoca en que corra más serena, para alcanzar distancias más extensas
La madurez puede ser una virtud que vaya a facilitarle a Stormy
Summer conquistas valiosas, de Grado, pero su entrenador, Agustín Pavlovsky, y
Gonzalo Borda, el jockey de sus cuatro actuaciones, está gestionando en forma
impecable su campaña, enfrentándola con yeguas más experimentadas, como las del
Clásico The Japan Racing Association (L-1400 metros-césped), en Palermo.
Criada en Carampangue,
cuyos colores defiende en la pista, el cuidador tiene una comunicación especial
con la caballeriza de origen chileno que
maneja Ignacio, su hermano, lo que facilita la toma de decisiones sin
urgencias. Así, luego de tres victorias al hilo, las dos últimas en clásicos
listados, no hay apuro para un salto a los
“La yegua es
demasiado ligera y estamos tratando de estirarla”, explica Agustín. “La ves trabajar y pensás que es una yegua de la corta.
Es muy ligera a la mañana y estamos tratando de tenderla. En este clásico el
problema era que no había punteras y la de Querequén (Intrusión) un poco se le
hizo perdiz. Entonces ahora la fuimos a buscar un poco antes, con el riesgo de
que se embalara y después se le hiciera largo”.
Borda ubicó a Stormy
Summer en persecución de Intrusión (Gouverneur Morris), la puntera, pero hacia el
final del codo ya no la contuvo y su yegua pasó al frente, con tiempo incluso
para cerrarse hacia los palos. En el derecho, el jinete sólo necesitó usar un
poco la fusta de zurda para no ir hacia los palos.
-¿Es una yegua mansa?, se sigue consultando al entrenador.
-No tanto y si le das
intención después es difícil de serenar, pero Gonzalo la maneja. Cuando la puede
esconder en una carrera numerosa o si larga adentro es una cosa, pero si larga
afuera y se ve libre no es tan fácil.
-¿Estás pensando en correr la milla en la próxima?
-Tengo que hablar con
Ignacio. A mí me gustaría correrla alguna vez más en 1400 y cuando la pruebe en
Desde ya que Pavlovsky,
que trabaja en el centro de entrenamientos de San Ignacio de Loyola, mantiene
su idea, aunque siga en las 14 cuadras, con Stormy Summer, en la actuación que
venga. “El mes que viene tiene carreras, pero la idea es probarla en la milla,
siempre en el pasto”.
Cuando uno observa una
buena yegua de 3 años que “se perdió” su etapa selectiva surge la intriga de
por qué. “Últimamente Ignacio doma tarde
–explica Agustín-, me llegó medio demorada al stud y luego se pegó un golpe en
una mano. No era nada, pero por precaución la mandamos de vuelta al haras y
volvió en febrero o marzo; pero al margen de eso es muy sana”.
Por ahora, la yegua de
Carampangue le saca punta a las ventajas de las que goza en el peso, con la
escala por edad (ayer 6,5 kilos respecto de sus rivales de 4 y 5 años) y está
cómoda en una distancia que podrá estirar en cuanto pueda, en clásicos de
Grado.
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