Crazy Talent ganó de galope / Prensa Palermo |
Juan Carlos Noriega llevó las riendas
de Crazy Talent en el Clásico Chacabuco (G 2), donde s impuso con facilidad, de
punta a punta, en una muestra de ductilidad del defensor del stud Aladino
Carreras como el Clásico Chacabuco (G 2-2400 m-césped) están súper estudiadas, los jockeys las tienen en la cabeza, sobre todo cuando corren contra rivales veteranos y conocidos. Juan Carlos Noriega había anticipado que llevaría a Crazy Talent a marcar el camino no porque no hubiera puntero, sino porque no habría desarrollo. Y así lo hizo, luego de conversar con Miguel Suárez, entrenador del defensor del stud Aladino.
Entonces no fue sorpresa que el hijo de Equal Talent pasara por primera vez por el disco siguiendo de cerca a Gadzooks (Galán de Cine) y que ya en el primer codo los desplazara. Demoró un poco más en imitarlo Epityrum (Portal del Alto), con el que Francisco Gonçalves tampoco quiso quedarse a la espera de que le hicieran el trabajo adelante, e igualó a Crazy Talent en el opuesto, para dominar antes de entrar en la recta final.
En la meta, la diferencia del ganador con los que aparecieron luego fue clara: cinco cuerpos sobre Saphirus Blue (Daniel Boone) y dos más sobre el Estanciero (Fir Slam), que dejó 4° por medio pescuezo a Epityrum, que pagó con una posición menor el costo de seguir a Crazy Talent, aun en un trámite sin ritmo (54.41 los 800; 1.21.67 los 1200).
Comentó Noriega: “Mi caballo no tiene problemas de desarrollo, al principio lo corrimos más tranquilo, despues más cerca y esta vez, como no había desarrollo, la idea fue correr la carrera. Soltó medio de galope, lo dejamos patinar y ya por los 1400 estábamos ahí; veníamos tan de galope que lo deje ir temprano para adelante. Y más porque me estaba marcando un caballo, que era el de Leandro [Epityrum], y como estaba al lado puse a correr al mío. Ganó muy bien”.
-Parece que esta
pista de césped no facilita los mejores tiempos.
-Yo nunca renegué con la pista de pasto, el problema de la cancha son los manchones, porque hay caballos que los saltan como locos.
Los manchones son las peladuras, como llama Juanca a las partes donde el pasto está ralo y amarillento. “Si vamos a la estadística, soy uno de los jockeys que más ganó en esta pista; la verdad es que me ha ido siempre bien en este césped. Además, yo he corrido en cada pista… no me voy a quejar acá”.
Claro que no se queja. Lleva un 20% de
carreras ganadas en la pista verde de Palermo este año, que es el que acaba de
de sumar 4500 triunfos en 34 años en
Buenos Aires.
-Estás viniendo seguido con la familia al
hipódromo.
-Sí, me acompañan, sobre todo cuando se corren clásicos. Vinieron
todos, hasta el novio de mi hija, Facu, que es un chico divino. La familia y
los amigos están siempre ahí.
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