viernes, 11 de noviembre de 2022

Malibu Spring resurge de su enésima penuria física para buscar el sexto triunfo al hilo, en el Gran Premio Palermo

 


La última victoria del hijo de Greenspring, en el Clásico Perú / Hapsa





Con la fisura de un sesamoideo y una entrecuerda complicada hace tiempo, que requieren crioterapia diariamente, el defensor de El Irlandés sufrió un cólico luego de ganar el Clásico Perú, que hizo peligrar su vida y lo tuvo tres meses sin competir


 El turf no escapa a las satisfacciones y las penurias que tiene toda actividad deportiva. Se gana y se pierde. Se elige bien y mal. Estar sano es vital para mantenerse en la alta competencia. Malibu Spring (Greenspring) es una gran figura entre los milleros y será una estrella en el espectacular sábado de Palermo en que se corre el Gran Premio Nacional (G 1). Ya se sabe que, en su vida pendular, la serie de cinco victorias consecutivas -seis en total sobre siete actuaciones- se entremezcla con los problemas físicos importantes. Pero las intermitencias por lesiones no lo disminuyen en la previa del Gran Premio Palermo-Copa Biogénesis Bagó-Sinergium Biotech (G 1-1600 m)

El defensor del stud El Irlandés traía desde hace meses aquella fractura de un sesamoideo y un ligamento comprometido que obligaba a cuidados muy especiales, como tratarlo con hielo en la zona cada día. Pero después de su triunfo en el Clásico Perú (G 2) padeció con un trastorno que casi le cuesta la vida, y no solo la competitiva. “Estuvo cuatro o cinco días internado por un principio de cólico en el Hospital Veterinario de San Isidro, lo operó el Indio Espinoza”, relata Marcelo Sueldo, entrenador de Malibu Spring.

Tan acostumbrados a celebrar como a pasar horas en vela, el equipo del stud y el propietario y criador, Tomás Kehoe, se angustiaron por un cólico que aquejó al alazán. “Estaba anotado para correr un par de días después, lo medicamos pero no salió. Al segundo día de internación estuvieron a punto de operarlo”, resume el cuidador. Tres meses y algunos días sin competir habrán pasado cuando Malibu Spring salga a la pista porteña.

“No está 10 puntos, pero sí sano, con dos partidas hechas”, asegura Sueldo, que contará con Gonzalo Borda en la montura, tras su reciente graduación como jockey y recuperado de unas lesiones, en lugar de William Pereyra, que lo corrió en las dos últimas. “Es el jockey mío, del stud; empezó hace solo cinco meses a correr y ya ganó las 120 carreras”. Este año, los propietarios de Malibu Spring pagaron el suplemento de 1,5 millones de pesos para correr el Estrellas Mile (G 1) y lo ganó. Como para no tenerle fe.

La tarde de Grupo 1 le reserva otro momento a Marcelo Sueldo, que presenta a Del Otario (Tantos Años) en el Derby. Nunca corrió en Palermo el caballo criado en Don Arcángel, que viene de correr tres seguidas en La Plata, entre ellas el Clásico Jockey Club de la Provincia de Buenos Aires (G 2-2000 m) y el Gran Premio Provincia de Buenos Aires (G 1-2200 m), donde entró 2° y 3° respectivamente. Por eso, todas las especulaciones conducían al Dardo Rocha (G 1), que se corre el 19 en el Bosque. Pero no.

  “El dueño quería correr el Nacional más que el Dardo Rocha. Y yo también”, revela Sueldo. “Llega bien. Es una carrera brava, están Niño Guapo y El Musical, pero a Del Otario le va a caer mejor esta distancia que las de los clásicos anteriores”, analiza. “Es la primera vez que voy a correr el Nacional. Si me dan a elegir una carrera para ganar, es esta”.









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