Turf Class: La Mome: jockey nuevo, un resuello inesperado y triunfo en su trabajoso estreno clásico, en San Isidro

Con William Pereyra en la silla por el viaje a Perú de Edwin Talaverano, que corre un gran premio hoy, la yegua de Las Canarias reaccionó a tiempo para vencer por cabeza y pescuezo a Carameliza y Armerina, en la recta de césped

La llegada, la vista de Pereyra clavada en Carameliza; ganó La Mome

Se le puso difícil a La Mome (Hurricane Cat) el Clásico Potri Pe (1000 m), su primera experiencia fuera de las condicionales. Difícil pero no imposible, como se vio en el final. Quizá fue el nivel de las adversarias, más elevado, o quizá fue el respiro que se tomó a mitad del desarrollo, después de una veloz suelta y de estar en la conversación de la punta con Princesa Lake (Anjiz Lake) y Joy Doctrina (Fortify).

Lo cierto es que de golpe la superaron y se la vio cuarta o quinta, con el margen a veces poco perceptible de una lucha en la recta, pero volvió a acelerar en los 300, cuando William Pereyra, su jockey, vio que se le iban. Sobre el disco arremetió la liviana Carameliza (Le Blues) y quedó segunda a la cabeza; tercera, otra liviana, Armerina (Suggestive Boy), al pescuezo. La mirada de Pereyra hacia su derecha, sobre la meta, se enfocó por una fracción de segundo en Carameliza.

Juan Franco Saldivia entrena a La Mome y ya se dijo aquí que, en cuestiones de velocistas, Roberto Pellegatta, su jefe, le deja bastante margen de decisión. Si no todo. “Ya en la categoría no le quedaba más”, justifica el entrenador la lógica de la inclusión clásica de la defensora de Las Canarias. “Ganó una linda carrera; estrenaba jockey. Edwin Talaverano se fue Perú a visitar a la familia por las fiestas y además corría un clásico en 2800 m en Monterrico. William pertenece al equipo, nos ayuda bastante”.

[El clásico que correrá Talaverano hoy, domingo 19, es el Gran Premio Nacional Augusto B. Leguía (G 1-césped), la cuarta corona de los 3 años, donde dirigirá a Monumental Alfredo].

La Mome ya es una velocista para el césped. “Me parece que rinde más acá”, afirma el cuidador. “Había perdido en Palermo y me quedó la espina porque no había andado como yo esperaba, entonces la traje al pasto y ganó bien. No era necesario cortarle la campaña en el césped, por eso siguió aquí”. De sus últimas cinco actuaciones, todas en la recta de San Isidro, la zaina ganó cuatro.

“Ahora corrió como una yegua clásica, contra rivales como Princesa Lake, que la respetaba mucho, más las potrancas, que iban livianas. Y sin que la conociera el jockey. En un momento, por los 500, me asusté porque había quedado muy atrás, pero cuando le pidió arrancó”, completó Saldivia, que piensa terminar el año con festejos también en la pista.