Cuando William Pereyra le sacó los tapones, Didia sólo tuvo oídos para escuchar aplausos, en el Gran Premio Enrique Acebal

 

Didia ya cruza el disco ante Hit Emerit y Super Bijou 

La yegua de La Manija ganó de punta a punta en los 2000 m de San Isidro, con un dominio que se agigantó desde el codo, cuando rechazó a Super Bijou, para imponerse por tres cuerpos en la antesala de la Copa de Plata 

Se dio mucho de lo que estaba en carpeta con Didia (Orpen), ganadora del Gran Premio Enrique Acebal (G 1-2000 m), en San Isidro. Hace un mes, cuando se impuso en el Clásico Federico de Alvear (G 2-1800 m), en esta misma pista de césped, Ignacio Pavlovsky, su criador en el haras La Manija y además propietario, anunció que competiría en este cierre del proceso selectivo para potrancas en el pasto y que por ello no podría estar en el hipódromo porque iba a viajar a Del Mar, California, para observar a Blue Stripe (Equal Stripes), otra yegua criada por él.

Lo que no pudo asegurar Nacho es cómo terminaría Didia, que repitió el resultado de aquel día y hasta las formas. William Pereyra la ubicó en la punta con buen margen y parciales moderados, y cuando Super Bijou (Super Saver) fue a buscarla, en el codo, la rechazó y dominó el resto de la prueba sin oposición. Tres cuerpos le sacó a Hit Emerit (Hit It a Bomb), su escolta esta vez, con Super Bijou (Super Saver) tercera  a un cuerpo y medio.  

La ganadora es entrenada por Luciano Cerutti en La Plata, que explicó algunos detalles. “Didia es una yegua buena, porque hoy echó 1m58 -1m58s23/100 más precisamente- y arriba se desprendió fácil, dejó una gran impresión”.

-Cuando la yegua de Firmamento, Super Bijou, se le puso a la par a Didia, en el codo, se paró…

-Sí, porque William le sacó los tapones de los oídos. Viene relajada en los primeros tramos y a la hora de la verdad se los sacamos, ahí ya no le molestan los ruidos.

-Me imagino que correrá la Copa de Plata…

-Vamos a ver qué dice el patrón, siempre está la posibilidad de que sea vendida.

  El “patrón” es Ignacio Pavlovsky, en ese momento a punto de vivir el Distaff de la Breeders’ Cup.

  Cerutti, de 46 años, vive un tiempo de cosecha después de más de tres décadas en la profesión. “Empecé a los 14 y soy cuidador desde los 18, con patente de Bell Ville. Gané por primera vez acá en San Isidro con London Sky, un hijo de Engrillado que corrió Elvio Bortulé, el día del Pellegrini de 1996. “A La Manija y Carampangue les cuido hace tres años y hace nueve que me radiqué en La Plata con caballos de El Pulpo, a los que les sigo cuidando; estoy repartido”, cuenta. También Santa María de Araras está entre las caballerizas para las que trabaja, en una etapa ideal.