domingo, 8 de agosto de 2021

Ganó fácil la más difícil: Vespaciano sigue invicto


El potrillo de Las Monjitas se impuso por cuatro cuerpos en las Dos Mil Guineas, donde ganó otra vez un descendiente de un padrillo de primera generación, Daniel Boone

Ganó fácil la más difícil. Vespaciano (Daniel Boone) sigue invicto, ahora en tres salidas, con su triunfo en el Gran Premio Dos Mil Guineas (G 1-1600 m). El golpe de velocidad que dio para salir del fondo del lote al ingresar en la recta sorprendió a todos, incluso a sus allegados. Había ganado por medio pescuezo en el debut, en mayo, y por la cabeza un mes más tarde. Las dos veces en 1400 m y en el mismo césped de San Isidro que hizo temblar en los 200 finales este sábado 7, para imponerse por cuatro cuerpos ante el favorito Shy Friend (Equal Stripes), que venía de ganar el Gran Criterium (G 1).




“Me contaba Adrián [Giannetti, el jockey] que lo impresionó a él mismo. En la anterior corrían muy pocos caballos, tuvo que venir más cerca y ganó justo, pero esta vez se hizo más violenta. Las carreras más bravas se mueven y eso lo favorece”, revela Carlos Daniel Etchechoury, el entrenador del hijo de Daniel Boone criado en el haras Santa María de Araras, que compró Tomás Fernández Llanos, ejecutivo del stud Las Monjitas.

 “Hay que analizar lo que viene. Veríamos la Polla de Potrillos, pero él nunca fue a Palermo. Por ahí hacemos todo acá, Ensayo, Jockey Club…”. Uno piensa que si Vespaciano varea todos los días en la arena del centro de entrenamientos de San Isidro no debería tener problemas con el cambio de superficie, pero Dany explica: “Últimamente la arena de Palermo está mucho más brava que la cancha de acá, que está muy liviana. Yo noto que a los caballos que van para allá les cuesta un poco, por lo menos me pasa a mí”. Desde siempre, la 4ª pista del Campo 2 del Jockey Club fue la más exigente, la que los cuidadores usaban para “ver” mejor a sus ejemplares. “Está muy liviana ahora, como nunca, le han sacado mucha arena y se echan unos tiempos que no se veían; hace poco pedimos arena y ya la trajeron”.




Un poco en broma, la charla deriva en los “31 caballos” con que Etchechoury llenó el programa del sábado. “No son tantos, no son tantos”, replica y tiene razón, fueron 30. Ocurre que tiene más ejemplares a su cargo. “Llegaron caballerizas nuevas, Gran Muñeca, Firmamento… hay que aprovechar el laburo mientras se pueda hacer bien”, puntualiza.

 








 

 

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