viernes, 7 de marzo de 2025

Takeshi Frank es un excelente velocista, pero tiene el bagaje paterno que trae Frankel, entre otros con Cracksman, héroe de l'Arc de Triomphe

 


Cómodo remate para el potrillo, qu marcha invicto en el Bosque / Prensa hipódromo de La Plata


Gidu es el padre del potrillo del stud Pauli, que ganó el Clásico Agustín B. Gambier (G 3), en La Plata, y suma tres éxitos en cuatro salidas; su madre es Tarde o Temprano, velocista ganadora de Listado; un 'mating' que genera expectativa


Gonzalo Borda le guardó un resto a Takeshi Frank y el potrillo ganó “sólo” por tres cuerpos el Clásico Agustín Gambier (G 3-1200 metros), una carrera que dominó desde la entrada en el codo, y que tras 1.12.28 se adjudicó este defensor del Stud Pauli, de Azul.

El hijo de Gidu suma ahora tres victorias sobre cuatro actuaciones; únicamente perdió ante The Great Cash en el Clásico Congreve (L-1000 m), en San Isidro, y después se vino a La Plata, donde está invicto en dos salidas.

El ejemplar criado en el haras Gran Muñeca es uno de los tres hijos ganadores del padrillo irlandés –sobre cinco competidores al momento-, que a su vez desciende del crack Frankel (de allí “el segundo apellido” de los hijos de Gidu, al que negoció el agente brasileño Jose Laudo de Camargo, que antes también recomendó a Full Mast, para su llegada a la Argentina). La madre del ganador del Gambier es Tarde o Temprano (Freud), muy buena velocista, ganadora clásica.

Takeshi Frank pertenece a una sociedad que comanda Mauro Castelazzi, de Pauli, y que entre otros integra Gran Muñeca. Hernán Gasibe, manager de esta divisa, recordó: “Jose Camargo bautizó a Takeshi”, que significa “guerrero” en japonés y que era el apodo o quizá el segundo nombre de Paul Fuji, aquel boxeador al que Nicolino Locche le arrebató la corona de la categoría welter junior, en 1968.

Gonzalo Borda dirigió al ganador, que se impuso sin exigencias por tres cuerpos sobre Lago Nahuel Huapi (Hurricane Cat), en un marcador de sólo cuatro caballos. “Se hizo una carrera rápida”, le dijo el jockey a Daniel Sinegub, locutor del hipódromo del Bosque, y explicó sobre su única derrota, que Takeshi Frank “reprisaba el día del Congreve”, y así y todo quedó a un cuerpo del ganador, que más tarde sumó el Clásico Santiago Luro (G 2), a su foja. “Hoy –por ayer- Takeshi no estaba tan bien; igual lo toqué una vez para que no se distrajera, nada más”.

Parece pronto para conocer los planes con Takeshi Frank en adelante, pero está claro que el abanico es amplio. Su consagrado abuelo paterno fue retirado invicto, sin competir en mayores distancias que la milla a los 3 años, donde ganó el St James’s Palace Stakes (G 1) y las 2000 Guineas (G 1), en una decisión de su propietario, Juddmonte, y del recordado Henry Cecil, su entrenador.

Sin embargo, aquella fue una decisión para darle más jerarquía a la campaña de gran millero de Frankel, como se observa no sólo en que sus últimas conquistas fueron en 2000 y 2100 metros, sino que en la cría dio nada menos que a Cracksman (madre por Pivotal), padre de Ace Impact, ganador del Prix de l’Arc de Triomphe (G 1-2400 metros), el clásico más importante del mundo en las 24 cuadras, entre otros notables fondistas-estrella.

Ni una palabra más.  


 

 































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