Un desenlace para coleccionar: Violeta M, entre Soemia y Amiguita Gina, que asoma |
En la semana más agridulce, el jockey tuvo el anuncio de su reemplazo por Leandro Gonçalves en la caballeriza de Camilo Bautista y ayer fue vital en la victoria de la defensora de Chelsea en el Clásico Omeega (G 2), en San Isidro
"Violeta va
a dar que hablar”, le decía Violeta Massey a Turf Class hace poco más de
un año, cuando la defensora del stud Chelsea ganaba su carrera más importante
hasta ese momento, el clásico Fernández Guerrico. La notable hija de John F
Kennedy cumplió el vaticinio de una de las propietarias, a la que al fin y al
cabo le debía su nombre, tal como acordaron con Eduardo Luther y Juan Manuel
Armedo Barreiro. Los tres estuvieron en San Isidro otra vez, para ver a la yegua
de 4 años imponerse en el Clásico Omega (G 2-
Esta vez, Violeta M ganó tras superar lo que parecía una carrera de postas: hasta el codo, la conducida por Adrián Giannetti vino tercera de Escobilla (Il Campione) y Pecadora Joy (Fortify) y las tres ingresaron en una línea a la recta final. Una vez que dejó atrás a esas rivales, Violeta M enfrentó a la otra posta, que encarnaron Soemia (Orpen) y Amiguita Gina (Todo Un Amiguito), una por los palos, la otra por afuera, haciéndole un sándwich a la ganadora.
Bajaron las
fustas y en el disco Violeta M dejó segunda a la cabeza a Soemia, con Rodrigo
Bascuñan en la montura, mientras que Amiguita Gina, con Gustavo Calvente, cruzó
tercera, una cabeza más atrás. Ninguna quería aflojar y a Calvente le quedó
poco espacio y debió abrirse para que su dirigida soltara la fuerza de su
atropellada en los 100 finales. Un espectacular final a toda orquesta, con tres
yeguas gigantes.
“Fue un
lindo día”, coincide Giannetti cuando hablamos tras la carrera. “Sin palabras
lo de Violeta. Volvió a correr la milla esta vez, después de que las últimas
que la monté yo fueron 400, es una yegua muy pareja y lo que m gustó fue que
puso mucha garra en el final, porque fue ajustado y ella luchó; vinieron a
ganarle y antes traté de quebrar a la de Valle –Pecadora Joy- y a la de
Villagra –Escobilla- y arriba me alcanzaron las otras dos y guapeó de nuevo. Su
campaña fue siempre muy prolija”.
Inevitable,
tocamos el punto álgido de su reciente reemplazo por Leandro Gonçalves como
monta de Las Monjitas. “Lo de Las Monjitas no fue una noticia agradable pero
hay que seguir peleando con fuerza”, dijo de un tirón Adrián. “Ya está, di
vuelta la hoja; estoy totalmente agradecido con toda la caballeriza, que
siempre se han portado muy bien conmigo. Y si dijera algo en contra de Camilo
[Bautista] y Tommy [Tomás Fernández Llorente] sería un desagradecido. Siempre
se portaron de primera conmigo. Lo bueno es cuando terminás bien una relación.
No es la primera vez que me pasa; hace 21 años que corro”.
A los 37 años, Adrián Giannetti pasó del chubasco al cielo pleno de sol. Como pasa en las carreras.
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