domingo, 23 de junio de 2024

“Creo que nunca vi un caballo tan lindo como Intérprete; tuvimos la suerte de ganar la primera versión de Carreras de las Estrellas"

 

Un caballo espectacular, que abrió un camino en las carreras / Foto: Haras El Paraíso 


Juan Gaona, uno de los propietarios del héroe del actual Juvenile, en 1991, en un final inolvidable con Rockin Fitz y L'Express, recuerda ese mojón histórico de la serie de la Fundación Equina Argentina y al caballo formidable, que también sobresalió como padrillo

Carreras de las Estrellas nació como una serie reservada a productos de 2 años, pero con miras a crecer como Bredeers’ Cup, su espejo, la idea de Graham Gaines ya institucionalizada en los Estados Unidos. Pero su comienzo en 1991, cruzado por la expectativa, la incertidumbre sobre si serían clásicos de Grupo 1 para siempre, como la Triple Corona y el Carlos Pellegrini, y el sistema de pago de cuotas como derecho de inscripción, generaba reparos y dudas entre propietarios y profesionales, algo que Fundación Equina Argentina se encargó de aventar en más de 40 años ininterrumpidos de vigencia.

Uno de los ganadores de aquel 29 de junio, quizás el más trascendente por su obra además como padrillo y abuelo materno, fue Intérprete (Farnesio), héroe de una carrera inolvidable, en la que venció a Rockin Fitz (Fitzcarraldo) y L’Express (Un Reitre) por medio pescuezo y ventaja mínima.   

Juan Gaona, uno de los propietarios, cuenta la historia como se debe, deesde el principio. “A Intérprete llegamos a través de un amigo mío, español, Raúl Blanco, que venía cada año para la temporada de cacería del ciervo, y por mi relación de amistad con Bebe Frenkel, compañero del colegio Champagnat. Con ellos surgió la idea de comprar un caballo en 1990”.

-¿Cómo fue esa elección?

-Intérprete produjo uno de los precios más altos de la temporada. Lo compramos en Abolengo en forma particular, cuando estaba Alejandro Menditeguy y empezaba Julito. Casi lo tenían como reservado. (La respuesta del propietario).

-¿Qué les gustaba?

-Creo que nunca vi un caballo más lindo, con muy buena sangre y conformación. Se hizo el esfuerzo y lo compramos. Junto con él se compró una potranca por Ringaro. Yo ya tenía caballos con Bebe. Tuvimos suerte; sabemos que mucha gente no tiene suerte en esto y sin embargo invierte en los caballos, apuesta por los caballos. Sanidad y suerte son importantes. A su peón lo llamaban Chavo; lo tuvo desde que bajó del camión en el stud.

-Y la campaña empezó con todo…

-Fue domado en Abolengo y debutó en la recta de Palermo, ganándoles a caballos que después fueron Grupo 1. Lo notable es que en los últimos 300 metros sacó 15 cuerpos. Ahí nos dimos cuenta de que era una  máquina de correr. Siguieron el Luro, el Chevalier y de ahí a las Estrellas, en 1500 metros, con rivales difíciles como Rockin Fitz y L’Express, un pingo, tercero. La bolsa de premios fue de 160.000 dólares; otra Argentina, otro valor de las monedas.

(L’Express, defensor de los colores de La Borinqueña, fue elegido Caballo del Año y Mejor 3 Años Macho de 1991 luego de ganar  las 2000 Guineas, el Jockey Club y el Nacional).

Gaona continúa la cronología, con la idea de la mayoría de que lo que venía sería consagratorio. “Después de las Estrellas, Intérprete gana la Polla de Potrillos (G 1) casi en el tiempo que marcó Forli –superado por Espacial en los 80-". Sin embargo, la historia daría un vuelco.

“Fracasó en el Jockey Club y en el Carlos Pellegrini”, evoca el propietario. “Fue llevado al campo y reprisó ganando el Clásico Italia (G 3-2000 m), en julio de 1992 y cuando se lo estaba preparando para el Carlos Pellegrini, donde ya era indicado como favorito, sufrió un desgarro enorme y se decidió retirarlo”. Intérprete terminó 17°, delante de tres, cotizado como enemigo detrás de L’Express.

Juan Gaona vuelve a mencionar a la fortuna, pero no fue tan así: “Tuvimos la suerte de ganar esa primera versión de Estrellas; recuerdo a Irina, que ganó el clásico para potrancas y a Gold Spring, un gran ligero, que en el Luro y el Chevalier nos tuvo a mal traer”.

El Clásico Italia fue el último capítulo en las pistas del gran millero, que iniciaba otro tanto o más notable. “Estábamos en tratativas para venderlo al exterior pero por suerte fue a El Paraíso, un haras de primera con gente de primera como Victoria y Pablo [Duggan], que lo potenciaron como padrillo y como abuelo.

“Tengo un gran recuerdo de ese primer Consejo de Administración de la FEAR, Luis Villamil (padre), Alejandro Menditeguy, Ignacio Correas, don Hernán Ceriani, Juan Carlos Bagó, Raúl Lottero, Lito Bestani, Carlos Blaquier, gente que hizo mucho por el turf y a la que le debemos todo, concluyó.















 


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