Mystic Dan, Forever Young y Fierceness, de adentro hacia afuera, ante 156.710 aficionados / @DerbyMedia |
La valiente conducción de Brian Hernandez y la sabiduría del cuidador Kenny McPeek redondearon el gran trabajo para la precisa actuación del hijo de Goldencents, que ganó en un final de hocico y hocico como no se daba desde 1947 en la primera etapa de la Triple Corona estadounidense
El final del 150° Kentucky Derby (G 1-2000 m-5 millones de dólares en premios) servirá para que esta versión 2024 de la primera gema de la Triple Corona estadounidense sea recordada por ese “detalle” más que por sus tres protagonistas, si es que no trascienden el marco de la Carrera por las Rosas.
Brian Hernandez, un émulo de Calvin Borel, que en 2009 dirigió a Mine That Bird (Birdstone) a una de las victorias más impactantes de esta carrera, llevó a Mystic Dan por el camino con más tráfico, como si desistiera de seguir lo que le marcaba el GPS. Borel, cuyo apodo en inglés era “Bo-rail”, por su apego, a veces temerario, a correr a centímetros de la empalizada (el rail), había ganado por más de seis cuerpos después de atropellar desde el último puesto y de cambiar la línea un par de veces para esquivar rivales, en la recta final de Churchill Downs.
Mystic Dan, en cambio, corrió entre sexto y cuarto, no lejos del puntero Trak Phantom (Quality Road), que lo apretó contra los palos cuando intentó superarlo por un espacio casi inexistente. Zanjado ese obstáculo, el caballo entrenado por Kenny McPeek se alejó varios cuerpos del resto, pero Sierra Leone (Gun Runner) y el japonés Forever Young (Real Steeel) atropellaron pegados uno al otro y descontaron, hasta forzar el veredicto del photo-finish, que señaló hocico y hocico. 1°, Mystic Dan, 2°, Sierra Leone y 3°, Forever Young. El drama de una definición reducido al mínimo margen que se releva en el turf norteamericano. Y un desenlace que sólo se había dado una vez, hace 77 años, con Jet Pilot, Phalanx y Faultless, que arribaron a la meta separados por pescuezo y pescuezo.
Una de las referencias que toman los apostadores y los analistas de los Estados Unidos para evaluar chances es el Beyer Speed Figure, creado por Andrew Beyer, periodista del Washington Post y el Washington Daily News por décadas y graduado en Harvard, que se dedicó a las carreras de caballos cuando vio el buen recibimiento que tuvo su registro sobre el desempeño de los competidores en las pistas.
Según el programa oficial, que reproduce Daily Racing Form, Mistyk Dan “corrió
uno de los más rápidos Beyers” de la nómina del sábado, cuando ganó el
Southwest Stakes (G 3-
Luego, en el Arkansas Derby (G 1-
El viernes, 24 horas antes del gran éxito, McPeek y Hernandez se habían unido también para llevarse el Kentucky Oaks (G 1-1800 m), la versión para hembras del Derby, con una receta totalmente diferente, porque se impuso de punta a punta. Entrenador y jockey fueron los héroes del fin de semana.
Las referencias en el programa también estuvieron muy bien “rumbeadas” para Forever Young, aunque sin el índice Beyer en su caso: “Japón ha enviado algunos excelentes caballos para el Derby en años recientes, pero este debe ser el candidato más convincente que allí se haya criado”. Invicto hasta el sábado último, el caballo entrenado por Yahagi Yoshito ganó el Saudi Derby (G 3), en Arabia, y el UAE Derby (G 2), en Dubai, entre febrero y marzo, un periplo que se completó ahora y que estuvo a centímetros de la hazaña histórica.
También fue histórica la jornada para Churchill Downs, en los números. De los US$ 210.700.000 que se jugaron sólo en el Kentucky Derby, 10,1 millones se apostaron en Japón, con el huso horario jugando en contra. La recaudación total fue récord: 320,5 millones de dólares.
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