La defensora de Tres Jotas, propia hermana de la destacada Mery Laurent, se impuso en el Clásico Vit Reina por diez cuerpos, con lo que sigue invicta en dos actuaciones en el Bosque, y ya mira el camino de las carreras de mayores distancias
Francisco Fernandes Gonçalves, sin mayor trabajo en las riendas / Gza. Prensa La Plata |
El título
de tapa de REVISTA PALERMO - Edición Azul,
del jueves 2, rezaba: “Clásico Vit Reina - INDI CAL. Sin Celestial Filly a la
vista…”. La mejor potranca del año no estuvo a la vista en La Plata, donde ganó
tres veces, pues fue reservada para el Clásico Santiago Luro (G 2-
Sin embargo, el triunfo de Madonna Benois (Angiolo) en los
Francisco Niso Ulloa, veterinario del haras y el stud de Juan Caligiuri,
comentó sobre los orígenes de esta propia hermana de Mery Laurent, ganadora de
10 carreras, siete de ellas clásicos, y aún en training: “Habíamos terminado el
acuerdo con El Paraíso –donde nació Mery Laurent- y decidimos reservarla. La madre
(Marlotte, por El Corredor) fue nuestra; la compramos antes de que liquidara La
Quebrada, porque Juan quería una Dance Brightly”.
Madonna Benois nació en El Paraíso y fue llevada a La Mission, el
establecimiento que dirige Freddy Pont Lezica y donde cría Tres Jotas. “Nos la
guardamos por el físico pero a partir de Mery Laurent ya lo teníamos casi
decidido”, continúa Niso. Las siguientes crías de Marlotte son un macho por Il
Campione, que con seguridad va a ser vendido, según el veterinario, y otra al
pie, un propio hermano de las ganadoras clásicas.
La potranca hizo su estreno el 2 de febrero. “Estaba para debutar más
temprano pero Arnaldo Vigil [responsable de la cuida, suspendido ahora] la
quiso esperar y fue un acierto. Lo que sucedió es que en la pista demostraba
mucho y no siempre se da que tengas una hermana tan buena”. Miguel Cafere, entrenador
de Mery Laurent, le aseguró a Niso Ulloa que tiene yegua para rato.
El director técnico de Tres Jotas revela algunas decisiones y de paso pondera
a un propietario que conoce el paño desde hace décadas: “Mañana, en el Saturnino
Unzué, corre otra potranca que criamos con una madre nuestra; se llama Gherardini,
es linda, se la recomendó Juan a unos amigos de Entre Ríos. Nosotros
tercerizamos en general y las pensiones suben bastante, entonces hay que vender.
Juan tiene un gran ojo para decidir qué quedarse y qué vender; me salva las
papas muchas veces”, reconoce Niso.
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