lunes, 28 de noviembre de 2022

En el sabio periplo de Eritrean por el país, esta vez su estrella brilló en la estación cordobesa de Villa María


El caballo del stud El Gran Peters, un verdadero trotamundos que este año ganó el Batalla de Tucumán y el Estrellas Cordobesas de San Francisco, ahora se impuso en una nueva versión de la serie de la FEAR, demostrando su ductilidad de 2000 m a 1400 


Celebra Sergio Barrionuevo, que ganó tres de cuatro con Eritrean / Gza. JC Villa María



Los últimos seis meses de la vida de Eritrean (Il Campione) en las carreras serán difíciles de olvidar. El caballo santafesino está haciendo patente la realidad del turf del Interior, que siempre nutrió de sus mejores ejemplares a Palermo, San Isidro y La Plata y ahora quiere mostrar que ese flujo no tiene una sola dirección, sino que es una vía de dos manos, en especial porque se comprende la trascendencia de organizar carreras oficiales y se trabaja para ello.

Cada vez más, los caballos que se destacan en el puerto están teniendo incentivos para correr tierra adentro; los haras más importantes y las firmas rematadoras consolidan las ventas en las que ofrecen sus productos en puntos neurálgicos de las provincias, como ocurre con el haras El Paraíso, que ayer mismo llevó sus productos 2021 a un remate en el hipódromo de Azul, o con la firma Racehorse, de larga trayectoria en esos mercados.

El domingo, Eritrean ganó el Clásico Estrellas de Villa María (1400 m) en la temporada en la que fue al hipódromo de Tucumán y se impuso en su máxima carrera, el Batalla, sobre 2000 m, y antes se había llevado de Córdoba –otra vez Córdoba- el Clásico Estrellas Cordobesas de San Francisco (1400 m). 

La última competencia de ese raid fue el Clásico Irineo Leguisamo (L-2000 m), en Palermo, que no ganó pero dio todo y finalizó segundo a medio cuerpo de Super Inter, después de una lucha sensacional que duró toda la recta final, con lo que dejó una imagen inmejorable y demostró que las puertas de los hipódromos centrales siguen abiertas para él. Ahora, en Villa María, venció por diez cuerpos a Bar de Copas (Qué Vida Buena).


   


Un verdadero periplo federal, en el que Eritrean fue conducido en cada una de las estaciones por el tucumano Sergio Barrionuevo, y una demostración de ductilidad fenomenal, de 1400 m a 2000, con su receta indomable de venir en la punta. Lo entrena Daniel Rubén y defiende los colores del stud El Gran Peters. Profesional y propietario que saben buscar las oportunidades en cualquier hipódromo, y que esta vez le valió un premio de un millón de pesos, en el clásico de la Fundación Equina Argentina y el Jockey Club de Villa María.













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