sábado, 19 de junio de 2021

Andrés Basombrío: "Desvincularnos de Dany fue un error"




San Benito siempre está. Desde 1997 la chaquetilla azul con rayas rosas y mangas blancas es una presencia exitosa, respaldad por un haras boutique, artesanal, sin expansiones pese a las tentaciones que producen las victorias. Tuvo una pausa en ese camino y está volviendo de a poco, con triunfos como el de Don Empeño (Exchange Rate) en el Clásico 25 de Mayo de 1810 (G 2-1600 m), en La Plata. “San Benito tuvo un quiebre cuando yo me voy de Dany, que no fue un buen paso, si bien con Nicolás Ferro arrancamos bien y después con Coco [Bullrich] también, pero en un momento no podíamos figurar ni en la alternativas, una cosa de locos. Los caballos no funcionaban y pensé en volver con Dany”. Dany es Carlos Daniel Etchechoury, por si hace falta aclararlo

 Es una síntesis la que hace Andrés Basombrío, propietario y al mando desde el comienzo, pero apunta a una cuestión importante en la vida de los colores en los hipódromos, sin responsabilizar más que a sí mismo. Ese declive coincidió con otra circunstancia, también por unos cambios, aunque esta vez no buscada: “Tuvimos problemas de sanidad, de crianza, sobre todo con esta última generación de 2 años. Siempre criamos con pasturas, poca avena y nos cambiaron el núcleo mineral, hasta que encontré lo que pasaba y volvimos a las fuentes, así que la próxima generación va a estar mejor, nutrida con calcio, fósforo y los microelementos, manganeso, hierro…”

El derrotero del haras de San Antonio de Areco (frente a Vacación, al lado de Carampangue) regresa a un buen lugar, conocido, aquel que tuvo el súmmum con Don Incauto (Roy), ganador del Latinoamericano (G 1); Don Cartero (Lode), premio Dardo Rocha; Doña Ley (Orpen), Pellegrini a la Mejor Velocista tras ganar el Félix de Álzaga Unzué (G 1), Don Valiente (Orpen), héroe de la Polla de Potrillos (G 1), Doña Polenta (Candy Stripes), Don Ladino (Lucky Roberto), Don Misil (Mutakddim), entre otros. Casi 25 años en los que hubo otros baches prolongados y cortos, pero que no hicieron deponer las armas.

“Este mes ganamos cuatro carreras. Estamos en los clásicos con Doña Gota (John F Kennedy), Don Empeño. Le decía a Manuela que me encantaría correr a Don Empeño en las Estrellas porque lo veía bien. Ahora vuelve a La Plata para ganar confianza. Don Jilguero (Cityscape) es un caballazo pero le suben las enzimas cuando está por correr. Doña Gota sí corre el Estrellas Distaff (G 1-2000 m). Está muy bien, perdió en el disco con Fanciful después de pelear toda la recta; había quebrado a Mahagonny pero en el final le ganaron; también fue segunda cerquita en el Clásico Partícula (G 2). Vuelve a la arena (debutó ahí), quedó muy bien después del clásico. Es un lote de yeguas buenas y parejas”.

Manuela, su hija entre dos hijos (en la foto superior junto a Dany, Don Empeño y Francisco Fernandes Gonçalves y el peón), es la mano derecha de Andrés, un veterinario que ya no ejerce. “Estudió administración, trabaja mucho en el haras, en el stud, hace las anotaciones. Lo sigue de cerca ella, a la par con Dany. Tenemos 28 caballos en cuida. Yo controlo, pero en la veterinaria en sí no meto mano. Los tres o cuatro primeros años hacía partos, pero no pude seguir, me ponía mal. Estoy en las revisiones. Fernando Gándara trabaja con nosotros desde el principio y en San Isidro la cuida la atiende Francisco Durrieu.

“A los varones [Ramón y Pedro] les gusta el fútbol, estudian en Buenos Aires, no tienen la pasión”, dice un padre que sabe que hay cosas que no se pueden legar. “Los haras no se cierran por las crisis sino porque no hay pasión, las familias no siguen”.

 

La Plata siempre estuvo cerca
 

Don Empeño es un caso típico de la presencia habitual (y ganadora) de San Benito en La Plata. “Pierde de gusto un handicap con Candy Beer y después hizo un click. Tiene clase, pero además carácter y eso lo había perjudicado hasta esa carrera. En el 25 de Mayo, Francisco lo trajo cómodo y no fue una sorpresa la forma en que remató -ganó por seis cuerpos- porque sabemos que cuando está tranquilo es muy serio. Recuerdo que Doña Streaper no podía ganar en la milla de Palermo y San Isidro, pero en La Plata ganó dos clásicos porque la recta es más corta. Don Empeño es más para 1400 m que para 1600, pero en La Plata el derecho le viene bien para subir la distancia”, asegura Basombrío, respaldado por una política acertada.



“De a poco estamos volviendo. Se incorporaron yeguas de muy buenas sangres y jubilamos a Doña Polenta, por ejemplo. Las que cumplen 20 ya no son servidas, se quedan en el campo pero no producen. Las hijas y las hijas de las madres buenas mantienen la esencia de San Benito, con la familia de Handle With Care como la más fuerte”.

En tantos años en la hípica, Basombrío sabe que los resultados se pueden acomodar. “Habernos desvinculado de Dany fue un error y le agradezco que haya aceptado volver. Aquello coincidió con el problema de la alimentación. La idea es seguir sin un padrillo, como siempre. Tengo acciones de algunos sí, pero nunca nos casamos con ningún padrillo (el resultado está a la vista). Creo que hoy hay un déficit con los padrillos en la Argentina, nos quedamos cortos en incorporaciones”.



 

  

 

3 comentarios:

  1. “Los haras no se cierran por las crisis sino porque no hay pasión, las familias no siguen”.
    Esa frase de Andrés. Refleja fielmente lo que es muestra industria.
    Excelente nota Gustavo!

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  2. Muy buena nota, elegir un padrillo acorde a cada madre es un acierto

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  3. Muy buena nota Gustavo y muy cierto que sin pasion no hay cria de caballos ! Muy buena frace la del Dr Basombrio

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