San Benito siempre está. Desde 1997 la chaquetilla azul con rayas rosas
y mangas blancas es una presencia exitosa, respaldad por un haras boutique,
artesanal, sin expansiones pese a las tentaciones que producen las victorias.
Tuvo una pausa en ese camino y está volviendo de a poco, con triunfos como el
de Don Empeño (Exchange Rate) en el Clásico 25 de Mayo de 1810 (G 2-
Es una síntesis la que hace
Andrés Basombrío, propietario y al mando desde el comienzo, pero apunta a una
cuestión importante en la vida de los colores en los hipódromos, sin
responsabilizar más que a sí mismo. Ese declive coincidió con otra
circunstancia, también por unos cambios, aunque esta vez no buscada: “Tuvimos
problemas de sanidad, de crianza, sobre todo con esta última generación de 2
años. Siempre criamos con pasturas, poca avena y nos cambiaron el núcleo
mineral, hasta que encontré lo que pasaba y volvimos a las fuentes, así que la
próxima generación va a estar mejor, nutrida con calcio, fósforo y los
microelementos, manganeso, hierro…”
El derrotero del haras de San Antonio de Areco (frente a Vacación, al
lado de Carampangue) regresa a un buen lugar, conocido, aquel que tuvo el
súmmum con Don Incauto (Roy), ganador del Latinoamericano (G 1); Don Cartero
(Lode), premio Dardo Rocha; Doña Ley (Orpen), Pellegrini a la Mejor Velocista
tras ganar el Félix de Álzaga Unzué (G 1), Don Valiente (Orpen), héroe de la
Polla de Potrillos (G 1), Doña Polenta (Candy Stripes), Don Ladino (Lucky
Roberto), Don Misil (Mutakddim), entre otros. Casi 25 años en los que hubo
otros baches prolongados y cortos, pero que no hicieron deponer las armas.
“Este mes ganamos cuatro carreras. Estamos en los clásicos con Doña Gota
(John F Kennedy), Don Empeño. Le decía a Manuela que me encantaría correr a Don
Empeño en las Estrellas porque lo veía bien. Ahora vuelve a La Plata para ganar
confianza. Don Jilguero (Cityscape) es un caballazo pero le suben las enzimas
cuando está por correr. Doña Gota sí corre el Estrellas Distaff (G 1-
Manuela, su hija entre dos hijos (en la foto superior junto a
Dany, Don Empeño y Francisco Fernandes Gonçalves y el peón), es la mano derecha de Andrés, un veterinario
que ya no ejerce. “Estudió administración, trabaja mucho en el haras, en el
stud, hace las anotaciones. Lo sigue de cerca ella, a la par con Dany. Tenemos
28 caballos en cuida. Yo controlo, pero en la veterinaria en sí no meto mano.
Los tres o cuatro primeros años hacía partos, pero no pude seguir, me ponía
mal. Estoy en las revisiones. Fernando Gándara trabaja con nosotros desde el
principio y en San Isidro la cuida la atiende Francisco Durrieu.
“A los varones [Ramón y Pedro] les gusta el fútbol, estudian en Buenos
Aires, no tienen la pasión”, dice un padre que sabe que hay cosas que no se
pueden legar. “Los haras no se cierran por las crisis sino porque no hay
pasión, las familias no siguen”.
La Plata siempre estuvo cerca
Don Empeño es un caso típico de la presencia habitual (y ganadora) de
San Benito en La Plata. “Pierde de gusto un handicap con Candy Beer y después
hizo un click. Tiene clase, pero además carácter y eso lo había perjudicado
hasta esa carrera. En el 25 de Mayo, Francisco lo trajo cómodo y no fue una sorpresa la
forma en que remató -ganó por seis cuerpos- porque sabemos que cuando está
tranquilo es muy serio. Recuerdo que Doña Streaper no podía ganar en la milla de
Palermo y San Isidro, pero en La Plata ganó dos clásicos porque la recta es más
corta. Don Empeño es más para
“De a poco estamos volviendo. Se incorporaron yeguas de muy buenas
sangres y jubilamos a Doña Polenta, por ejemplo. Las que cumplen 20 ya no son
servidas, se quedan en el campo pero no producen. Las hijas y las hijas de las
madres buenas mantienen la esencia de San Benito, con la familia de Handle With
Care como la más fuerte”.
En tantos años en la hípica, Basombrío sabe que los resultados se pueden
acomodar. “Habernos desvinculado de Dany fue un error y le agradezco que haya
aceptado volver. Aquello coincidió con el problema de la alimentación. La idea
es seguir sin un padrillo, como siempre. Tengo acciones de algunos sí, pero nunca nos
casamos con ningún padrillo (el resultado está a la vista). Creo que hoy hay un
déficit con los padrillos en la Argentina, nos quedamos cortos en incorporaciones”.
“Los haras no se cierran por las crisis sino porque no hay pasión, las familias no siguen”.
ResponderEliminarEsa frase de Andrés. Refleja fielmente lo que es muestra industria.
Excelente nota Gustavo!
Muy buena nota, elegir un padrillo acorde a cada madre es un acierto
ResponderEliminarMuy buena nota Gustavo y muy cierto que sin pasion no hay cria de caballos ! Muy buena frace la del Dr Basombrio
ResponderEliminar