Mariano Penna (1960-2025) fue un profesional por herencia y un apasionado por vocación

 

La historia de Mariano Penna es la de una familia, aunque no por eso, el nombre del entrenador, fallecido ayer a los 64 años, ha quedado diluido en una genealogía hípica honorable, sin otro merito que el de ser el nieto de Ángel Juan, hijo de Julio Félix, sobrino de Ángel, además de hermano de Julio, Guillermo, María de los Ángeles y tío de Valentín. Tanto fue “Mariano” que en 1981, cuando murió su padre, fue a un remate y compró a Límite, “un hijo de Lefty y La Frontera del haras Las Ortigas, ganador del Kemmis y de todos los clásicos de productos, invicto en cuatro carreras”,  como le contó a este cronista en 2012, para una extensa nota.

 “Hubo que madurar de golpe”, reconoció sobre sus comienzos en los años 80 con su hermano Julio, pero lo ayudaron los triunfos: Cintilla (Cinco Grande), Banker’s Pet (Cinco Grande), Bobsy (Pepenador), Legithor (Halpern Bay) fueron algunos de los notables productos que entrenó.

Mariano dejó el turf para dedicarse al comercio, desencantado por los problemas endémicos de la actividad y volvió, compartiendo su tiempo en ambas tareas sin aflojar, hasta que la enfermedad se le atravesó. 

Mariano Penna se casó con Julia Helena Garat, hija de María Martha y Edgardo, los dueños de Don Santiago, y tuvieron dos hijos, Martín Alejandro y Mariano Ángel (Todos MAP, decía con orgullo el cuidador, en aquella entrevista), quienes lo despidieron hoy al mediodía, en el cementerio Jardín de Paz, junto a muchos familiares y amigos.

Julio, su hermano, lo rcordó: "Mariano era un fanático de los caballos, le gustaba la buena vida, tenía caballos con los hijos y estábamos siempre juntos en el stud, con mis hijos. ra muy familiero. La verdad es que se fue rápido y si no hubiera sufrido mucho. Fue una persona jovial, divertida, con muchos amigos y vivió una muy buna vida, con una familia maravillosa".