domingo, 30 de enero de 2022

Por más que su jockey le rogó, Knicks Go no pudo seguir al notable Life Is Good y cayó en su último acto en una pista

A toda velocidad de principio a fin, así fue la victoria de Life Is Good (Coglianese Photos)


De punta a punta, con un ritmo que nunca decayó, el ejemplar que entrena Todd Pletcher superó al Caballo del Año 2021 en la Pegasus World Cup (G 1), en Gulfstream Park, con una actuación que lo proyecta para suceder al gran tordillo, que será padrillo en Taylor Made 


Con ese toque de fantasía que suelen ponerle en los Estados Unidos los cronistas de turf y, sobre todo, los narradores oficiales de los hipódromos, The Thoroughbred Daily News (TDN) dice en su crónica urgente, minutos después de que se corriera la Pegasus World Cup Invitational (G 1-1800 m), que el jockey Joel Rosario “le imploraba” a Knicks Go (Paynter) que achicara la diferencia que le había sacado Life Is Good (Into Mischief) a la altura de los 1200 metros.

  Pero no había caso. El mano a mano que estaba en la mayoría de los pronósticos no se dio y el resultado quedó sellado cuando Life Is Good entró en la recta de Gulfstream Park con la autoridad  de un líder de la manada, después de haber pasado los 800 en 46s35/100 y los 1200 en 1m10s15/100. Knicks Go, consagrado Caballo del Año por la Federación Internacional de Autoridades de Carreras (IFHA) con un rating de 129 y seguramente ganador del premio Eclipse en los Estados Unidos en los próximos días, llamativamente no fue el favorito de la Pegasus, a pesar de haber obtenido la anterior versión y de despedirse de 2021 con el triunfo en la Breeders’ Cup Classic (G 1), el cuarto éxito en la temporada pasada, luego de la excursión a la Saudi Cup, donde finalizó cuarto y, al regreso, otra vez 4°, en el Metropolitan Handicap (G 1).

  Mucho más modesto, pero con cinco victorias en seis actuaciones (cuando era entrenado por Bob Baffert estaba en carrera para el Kentucky Derby, con dos éxitos clásicos, pero le apareció un chip en un tobillo), entre ellas la de la Breeders’ Cup Dirt Mile (G 1) –un punto de contacto con Knicks Go, que obtuvo la versión 2020 de ese clásico-, Life Is Good resultó favorito por el margen mínimo: prometía 0,80 contra 0,90 del tordillo, ambos cotizados 4 a 5. El caballo de 4 años podría hacerle sentir la diferencia al de 6, pero pocos podían predecir que eso se traduciría en varios cuerpos de distancia en el desarrollo y 3 ¼ en el disco, donde ya el ganador estaba recibiendo unas caricias en la crin de parte de Irad Ortiz, su jockey.


Ya en el primer codo, Life Is Good hacía una amplia diferencia ante Stilleto Boy y el tordillo Knicks Go (Meg Griffin)


  Para Knicks Go fue la despedida de las pistas. En breve estará en la estación de montas Taylor Made, de Kentucky. Seguramente no fue el final que sus propietarios hubieran querido y quizá tampoco las carreras en general: el duelo con Life Is Good habría generado una de las grandes expectativas de la temporada que acaba de comenzar. Brad Cox, entrenador de Knicks Go, dijo que hubiera preferido que su caballo corriera en la punta o peleándola, pero que el jockey Joel Rosario optó por esperar cuando vio que Stilleto Boy (Shackleford) venía cerca del puntero.   

  “De los caballos que entrené, no puedo pensar en uno mejor que él”, dijo el cuidador Todd Pletcher sobre el ganador. “Tiene la habilidad única de salir rápido y mantener el ritmo siempre”. En tanto, Elliott Walden, manager de WinStar Farm, el establecimiento de cría de Kenny Troutt, uno de los propietarios también de Life Is Good, se admiraba del caballo en el que también es socio el grupo China Horse Club: “Irad dijo que iba a gran velocidad en la recta opuesta y llevaba una enorme ventaja sobre el resto sin haberlo puesto a correr. En los entrenamientos nunca parece cansado, así que cuando lo vimos sacar tanta diferencia sabíamos que no se iba a parar”.

  Y Ortiz, que llevó las riendas de varios campeones y se acaba de recuperar de una caída, aseguró: “Es el mejor caballo que monté. Es irreal”. Tal vez el jinete deba viajar a Dubai pronto, para correr con Life Is Good la Dubai World Cup (G 1-2000 m), pero Pletcher afirmó que no hay apuro para definirlo.











viernes, 28 de enero de 2022

Miriñaque se sigue poniendo en forma en Dubai, donde Rudy Trigger correrá un clásico el viernes próximo

Ramón Gómez ayuda a Miriñaque a posar para la foto, en los establos de Dubai (gza. María Muñoz)

El campeón de 2019 se mostró muy bien en su ejercicio más reciente con vistas al Red Sea Turf Handicap del 26 de febrero, en la jornada de la Saudi Cup, en Riad; por su parte, el ganador del Ciudad de La Plata dará un paso previo a competir en ese festival, en un clásico sobre 1200 m, en Meydan 


Miriñaque (Hurricane Cat) está cumpliendo etapas en Dubai a medida que se acerca la jornada de la Saudi Cup, el sábado 26 de febrero, cuando volverá a competir en el Red Sea Turf Handicap (G 3-3000 m-2,5 millones de dólares de bolsa), en la pista de césped del King Abdulaziz Racecourse, de Riad, en la que resultó 7° el año pasado. Pero María Cristina Muñoz, entrenadora del defensor de Parque Patricios, llevó al golfo a otro pupilo, el velocista Rudy Trigger (Cosmic Trigger), ganador del Clásico Ciudad de La Plata (G 2-1200 m), con el que la divisa de Alberto Ibáñez y Rafael Pascual (entre otros) estará representada en el Riyadh Dirt Sprint (G 3-1200 m-1,5 millones en premios), en el trazado de arena.

Esta semana, ambos caballos hicieron ejercicios en el hipódromo de Meydan para algo más que estirar músculos. “Miriñaque hizo 800m de segunda vuelta, cómodo, en 50s2/5”, cuenta María, y agrega: “Fue bárbaro porque lo hizo a su estilo –de menor a mayor- y a voluntad”. Rudy Trigger también dejó entusiasmada a la cuidadora: “Salió floreando desde los 1000m y trabajó 600 en 34s2/5”. La novedad con este velocista es que sí tendrá una actuación previa, en el Odu Metha Stakes (1200 m-arena-caballos de 3 años, de rating mayor a 75), en la misma pista de Dubai en la que se lo está preparando ahora. Esta carrera tiene una bolsa total de 60.000 dólares, con 36.000 al ganador.

Hay que tener en cuenta que la última salida de Rudy Trigger fue el 19 de noviembre, mientras que Miriñaque volvió a competir luego de esa fecha (fue 2° de Zuran Zuran en el Dardo Rocha) y escoltó a Village King (Campanologist) en el Carlos Pellegrini (G 1), el 11 de diciembre último. “Queremos que Rudy quede listo para el 26”, abunda María Cristina Muñoz.

   En el festival de la Saudi Cup, cuya hípica acaba de ser ingresada en la Parte II del International Cataloguing Standars y suma en premios 35.1 millones de dólares, los dos caballos argentinos serán dirigidos por Francisco Fernandes Gonçalves, que llegará a Riad en la última semana de febrero. Hasta ese momento, Miriñaque velará las armas y Rudy Trigger dará el mencionado paso previo en los emiratos, el viernes próximo, con la atención del equipo de María que integran su asistente, Ramón Gómez, y el jockey Cristian Montoya, que al terminar esa tarea se quedará en Arabia contratado para correr.











jueves, 27 de enero de 2022

Zurán Zurán, de ganar el Dardo Rocha a 4° en Arabia, en 69 días

  Los nueve meses más agitados en la vida de Zurán Zurán (Remote) tuvieron ayer un nuevo hito en la copa The Custodian of the Two Holy Mosques (2000 m), la carrera disputada en el King Abdulaziz Racecorse, con la que el caballo argentino debutó en Arabia Saudita, 69 días después de su victoria en el Gran Premio Dardo Rocha (G 1), cuando se despidió de nuestro país. El tordillo finalizó cuarto, a ochos cuerpos y monedas de Making Miracles (Pivotal), el contundente ganador de la prueba.

Zurán Zurán, que llegó a Riad arrendado por Fahad Haif M. Alqahtani, corrió siempre por afuera, en un lote de 23 competidores, entró en la recta final tercero, para ir en busca de Making Miracles, puntero desde el codo, pero pese a su gran entrega se quedó sin fuerza y lo fueron superando hasta cruzar el disco sin poder luchar por el triunfo. Sin dudas, su jockey, el panameño Eddie Castro, sintió que tenía un caballo con gran motor, pero tal vez no se lo informó sobre que su atropellada es corta o sencillamente se apuró. Lo cierto es que el apremiante estreno de Zuran Zuran, con el objetivo de ganar una gatera en la Saudi Cup (1800 m-20 millones de dólares en premios), fue aceptable teniendo en cuenta las condiciones que se afrontaban y se conocían. Para su propietario, los 40.000 dólares que le correspondieron de premio no le aportan demasiado.

El ganador, que pertenece al príncipe Saud Bin Salman Abdulaziz y fue conducido por otro panameño, Ángel Moreno, ya se había adelantado a un caballo argentino el año pasado: fue 5° en el Red Sea Turf Handicap (3200 m-césped) en esta pista, un clásico que integra el festival de la Saudi Cup, en el que Miriñaque (Heliostatic) terminó 7°, y al que volverá dentro de un mes, cuando esté concluida la cuarentena que cumple en Meydan, el hipódromo de Dubai.

(En el video, Zurán Zurán, de chaquetilla a rayas coloradas, gorra y mangas azules, aparece entrando abierto en  el codo)














martes, 25 de enero de 2022

Gustavo Romero encuentra en sus genes el secreto de la admirable vigencia de Hole in One, que suma once victorias clásicas

Hole in One deja atrás a Quito Key, de gran actuación (Hapsa)

 

El caballo del stud Tramo 20 se impuso a Quito Key en el Clásico Verano, luego de una sensacional lucha sobre la arena del hipódromo Argentino; el entrenador, y también el caballo, honran la memoria de Ernesto Romero


Hay tanto para destacar en el triunfo de Hole in One (Heliostatic) que no parecería que se está hablando de un caballo de 7 años, con 35 actuaciones, 25 de ellas clásicas, y una capacidad de lucha indestructible. Este lunes, para ganar el Clásico Verano (1800 m) por un cuerpo ante Quito Key (Key Deputy), en la pista de arena de Palermo, en el destacado registro de 1m45s01/100, puso en juego su ductilidad táctica y unas agallas sin las cuales la victoria habría sido imposible, como habría sido más ardua sin una excelente conducción como la que le dio Juan Cruz Villagra.

Ya se contó la historia en Turf Class, esa que se refiere al inevitable cariño que tiene Gustavo Romero, su entrenador, por un caballo que cuidó su padre Ernesto en los comienzos hasta que falleció en 2018. Por eso es especial el defensor de Tramo 20, como lo es la relación de Gustavo con sus propietarios santiagueños, de notable presencia en los programas de Palermo, San Isidro y La Plata, y la constancia de los buenos resultados de esa caballeriza y de tantas que eligieron quedarse con el mejor alumno del hombre que preparó a Algenib, a Todo Un Amiguito, a Lor Card, a Lingote de Oro.

“Sin dudas es un caballo bárbaro”, califica el cuidador ahora. Y uno hace referencia al cordón que unía al caballo con su padre. “A mi papá lo tengo siempre presente, lo extraño. Por suerte a este caballo lo podemos mantener en el nivel en que él lo tenía. Esta era la carrera justita para él.

-¿Cómo se logra eso a la edad de Hole in One?

-Bueno (sonríe), es cuestión de programar la campaña, bajarle un poco la exigencia cuando el caballo quizá tiene algún problema de desarrollo en los Grupo 1, entonces uno le va buscando un carrera más accesible para que recupere su nivel…

-… y tener un propietario que te apoye.

-Siii, tanto mJosé Sarkis como su padre Roberto Sarkis, que son los propietarios de Tramo 20, nunca me han dejado en el camino, siempre me han apoyado. Me han mandado caballos y potrillos; por suerte hemos andado bien, así que podemos seguir ganando alguna carrera.

-Son muchos años desde que empezó Ernesto con ellos.

-A José y a toda la familia les apasionan los caballos; don Tito tenía una gran amistad con mi padre, y ante su partida me tuvieron confianza para seguir. Yo valoro mucho eso, trato de responder lo mejor que pueda y si uno puede ganar y mantenerse... Yo aplico todo lo que aprendí de mi padre en el stud y en la cancha, amoldándome a estos tiempos. Lo que sé lo aprendí de él, fue mi profesor.

-Hay una línea de conducta entre los dos. Se parecen en el semblante sereno.

-(Se ríe) Somos muy parecidos. Trabajamos con un buen equipo. Estoy desde que terminé el secundario, pero de toda la vida estoy con los caballos -enfatiza-. Cuando me largué solo, cuidaba con ocho o diez elementos y me había ido bien, ganaba carreras, me defendía, pero al tener menos caballos las oportunidades se reducen. Había sacado un buen caballo, Feel Fast, ganador del Clausura y segundo en el Dardo Rocha. Después heredé algunas caballerizas de mi padre, Tramo 20, Oma Fanny, El Chuchy y muchas otras que no quisiera olvidarme; muy pocas se fueron.

Es evidente la virtud de Gustavo Romero para mantener el alto nivel de Hole in One. Y también para que los propietarios que tenían una relación de amistad pero también profesional con Ernesto le hayan tenido fe a Gustavo para una continuidad de éxito. El maestro hizo bien su trabajo.







 


jueves, 20 de enero de 2022

La estatua de Catcher in the Rye quizá vaya a quedar pendiente por siempre, pero sus hijos siguen juntando para el bronce


Padre de 13 ganadores de Grupo 1, había llegado a La Mission enviado por Coolmore con un papel tan secundario que era ofrecido como un bono a los compradores de otros padrillos de aquella estación de montas y sólo en una temporada del hemisferio Sur sirvió 203 yeguas  



Catcher in the Rye, en el haras de La Pomme, en 2015

 


La vigencia de Catcher in the Rye (IRE-Danehill), un padrillo fuera de serie en la Argentina, con más de 500 ganadores, 39 de ellos clásicos y 13 de Grupo 1, es uno de esos hitos de la cría de caballos de carrera que quedan grabados. El semental que se inició en el prestigioso Coolmore de Irlanda murió hace dos años, pero dejó una huella tan grande como para anotarle entre sus hijos destacados a Prelude Rye, ganador del Gran Premio José Pedro Ramírez (G 1-2400 m) -en la foto más abajo-, el clásico cumbre de Uruguay, hace un par de semanas. 

  La historia de Catcher in the Rye -cuyo nombre proviene de la célebre novela de J.D. Dalinger- quizás encuentre algún punto de contacto con la de Southern Halo (Halo), el reproductor de mayor éxito en la historia de este país, que había llegado al haras La Quebrada como “complemento” de Merce Cunningham (Nijinsky) y revolucionó el élevage argentino. Sin llegar a ese estatus inmenso, Catcher in the Rye se convirtió en uno de los fundadores de la estación de montas La Mission, el establecimiento nacido en 2006, y resultó 1° en las estadísticas de padrillos de 2016 y 2017, además de consagrarse Padrillo del Año en 2016.

  Freddy Pont Lezica fue director veterinario de aquel emprendimiento que unió a los haras De la Pomme, Firmamento, La Biznaga, La Esperanza y el criador brasileño Gonçalo Torrealba, dueño del stud T.N.T. y del crack Much Better, hoy propietario de Three Chimneys, en Kentucky.  “Catcher in the Rye vino de Coolmore. Nos dieron 20 servicios y en el comienzo lo usamos para los convenios, como un bono gratis a los criadores por haber comprado un servicio en La Mission. Dejó cinco o seis 6 generaciones. Llegó a servir 203 yeguas en una temporada –la de 2010- . Era una máquina de preñar, dueño una gran fertilidad, tuvo más de 150 crías en 2011”, recuerda Pont Lezica. En la pista, más tarde, se vio que “el bono” devendría una opción de primera. 

  Catcher in the Rye, según el veterinario, “transmitió precocidad y caballos de media distancia, de todo. Al final dio fondo, pero principalmente media distancia”. Catch the Mad (precoz, ganadora de la Eliseo Ramírez, Polla de Potrancas y el Selección), Anaerobio (Jockey Club, Montevideo, Dos Mil Guineas), Kiriaki (Estrellas Distaff, Gilberto Lerena, Criadores), La Extraña Dama (Lerena, 25 de Mayo), fueron los que se destacaron en el tiempo. “Era muy noble, nos ayudó bastante. Sandro Miserocchi (haras Santa Inés), por ejemplo, compró derechos de acciones. Empezó con un papel secundario y sin grandes yeguas ya produjo en la primera generación. Eran yeguas jóvenes las primeras que se le dieron, recién salidas del entrenamiento”.

Luego, otra paradoja: “Enseguida mostró que era generoso, pero después bajó un poco respecto de la primera generación. Con yeguas buenas no dio tanto. Tenía mucho temperamento, pero servía los cuatro turnos. Cuando se puso en venta acá –entre los socios- lo compró La Pomme. En 2012 se liquidó todo La Mission y el único padrillo que se vendió fue Catcher. Se ofertó a sobre cerrado y cuando los abrimos sólo el de La Pomme tenía una oferta”, continúa el veterinario. “La primera generación fue la mejor. No era un pedigree conocido, a Coolmore no le interesaba mucho. Al cuarto año de shuttle lo compramos, estaba en Irlanda. Acá funcionó mejor que en Australia, incluso”.

A la semana del remate interno en el que solamente Catcher in the Rye concitó interés y fue trasladado al haras de los Liberman, se hizo entre los socios de La Mission otra subasta y el resultado fue que, por ejemplo, E Dubai pasó a La Esperanza y Pont Lezica se quedó con Storm Surge. Freddy maneja ese campo ahora, que pertenece a la familia del recordado Anselmo Charo Cavalieri y sus socios, y trabaja como un complejo de múltiples servicios veterinarios y de entrenamiento. Allí están los padrillos Tetaze, Asiatic Boy, Reride y Dabster. “Desde 2011 me uní con Alejandro García Romero; las arquitectas que diseñaron La Mission también hicieron Wilgerbosdrift (el haras de Mar del Plata que pertenece a jeque Kalifa de Dubai y la sudafricana Mary Oppenheimmer-Slack, y maneja García Romero).

Para Freddy Pont Lezica, Catcher in the Rye, que murió en el haras La Leyenda de Areco en 2019, a los 19 años, y cuya última camada cumplirá 3 años en julio, “fue un monstruo, muy generoso, y sigue dando”. Tiene todos los papeles para que se le haga una estatua, como Grand Reward y muchos otros. Mientras, lejos del bronce, sus hijos de carne y hueso siguen en las pistas para dar testimonio de su clase.














martes, 18 de enero de 2022

Cuando se trata de luchar, es difícil que le ganen a Bless Candy, la yegua que no puede vencer el estigma de su padre... por ahora

 

Bless Candy (derecha) y Titi Ruler ofrecieron un final espectacular (Hapsa)


La defensora del stud Pergamino, de Miguel Lagos Mármol, doblegó a la favorita Titi Ruler en el Clásico Frari, en el pasto de Palermo, y para su propietario le queda sólo una deuda por saldar, que es alcanzar la victoria de Grupo, algo que tampoco consiguió Señor Candy



Fue sensacional la victoria de Bless Candy (Señor Candy) en el Clásico Frari (1400 m-césped), en Palermo. La tremenda luchadora de la caballeriza Pergamino quebró la resistencia de Tit Ruler (Roman Ruler) por el pescuezo en un mano a mano de más de 100 metros, después de que la favorita buscara bien afuera al entrar en la recta, después de correr por dentro.

William Pereyra también había llevado abierta de Bless Candy y esperó lo suficiente para ir a buscar a Tit Ruler, una decisión que le dio el triunfo. “Este chico la corrió muy bien y esta cancha –el trazado de césped de Palermo- le viene muy bien a Bless Candy, le gusta, y si está húmeda, mejor”, comentó tras el pesaje Miguel Lagos Mármol, propietario de la yegua que ahora suma siete triunfos. “Además, la distancia de ella es 1400. Lo que la destaca también es que cuando tiene que pelear gana siempre. Cuando se pone a correr y a luchar, no pierde nunca, no se achica”, completa el veterinario y criador.

Luego, explica el origen de la yegua. “La madre es una Vision and Verse –The Vision- que da muy bien y tuvo otra cría muy buena que se llama Elmaestrodelarte (Art Master) –ganador de los clásicos Vicente Dupuy (G 3) y Jorge Laffue (L) en La Punta, San Luis-.

Lo que no logro es que Bless Candy gane un clásico de Grupo; ganó cuatro, dos listados, pero ninguno de grupo”.

Señor Candy, el padre de la heroína del Clásico Frari, estuvo en el haras De La Pomme cuando Lagos Mármol era su director técnico; ahora sirve en el haras La Manija, de Ignacio Pavlovsky. “Trajimos a la madre de Estados Unidos, con el destete”, detalla Miguel. Y como si transmitiera un destino además de los genes, Señor Candy había sumado en la pista cuatro éxitos en handicaps, pero no más arriba de ese nivel. Igual que Bless Candy. Por ahora.










lunes, 17 de enero de 2022

Vanesa Cortella y el 2° puesto de Vivi Jurando en el Clásico Expressive Halo: cuando escoltar a Sandino Ruler es un premio


La entrenadora, que comparte responsabilidades con su esposo, Cristian Quiles, aseguró que su caballo corrió para ganar, sin especular con conseguir lo mejor que pudiera ante un rival del calibre del defensor de Egalité de 9, que se impuso por tres cuerpos sin ser exigido 


Sandino Ruler, con Juan Noriega, supera a Vivi Jurando, de gran actuación (Hapsa)

Decir que para Sandino Ruler (Roman Ruler) la victoria en el Clásico Expressive Halo (L-2200 m-césped), en Palermo, fue como un entrenamiento exigente le bajaría mucho el precio a la segunda posición de Vivi Jurando (Jurabas Tu, un hijo de Mutakddim), lo cual no sería lógico ni se ajustaría a la realidad de la carrera. Hay que decir, sí, que Sandino Ruler ganó muy bien, por tres cuerpos ante el caballo que dirigió Iván Monasterolo y que, lo más importante, fue dirigido para ganar, no para especular con alcanzar la mejor clasificación después del primer puesto.

  Por eso, además de dejar constancia de que la vuelta a la competencia de Sandino Ruler desde que fue tercero en pos de Village King (Campanologist) y Miriñaque (Hurricane Cat) en el Carlos Pellegrini, fue bien satisfactoria, es sencillo concordar en que Vivi Jurando alcanzó el premio que merecía por actuar sin especulaciones.

  Vanesa Cortella entrena al caballo del stud Matilda Q. C. junto con su marido, el ex jinete Cristian Quiles, y ambos, son además, sus propietarios. “Se lo regalaron a Cristian de potrillo, tenemos suerte. Fue un amigo, Gastón Arqueros, que tiene el padrillo, Jurabas Tú, al que corría Cristian, del stud Mi Metejón y conservan como padrillo en el haras de Gustavo Scarpello (El Calden), en La Pampa. Es un caballo que nunca desentona. No corrimos por el 2° puesto porque le teníamos fe”, pone en autos la entrenadora.

  De correr en el fondo a ponerse segundo a poco de entrar en la recta final, sobre el pasto pesado, significó una actitud en ese sentido. Llegó hasta ahí, es cierto, pero no hay que olvidar se trata de un ganador de dos condicionales enfrentando a un veterano de varios clásicos de Grupo, que compitió en los Estados Unidos y fue quinto en un Latinoamericano. “Estamos muy contentos porque el caballo que ganó es superior y no quedamos lejos, pero lo que más contenta me deja es que nuestro caballo también llegó corriendo, corrió para ganar. Nuestra idea era que si alguno iba a pelear al puntero tendríamos más chances, porque el nuestro corre de atrás, es atropellador y seguidor, no se cansa. Tenemos ilusiones porque va en ascenso, fue medio tardío y ahora parece que la cancha de La Plata le cayó bien, le gusta [para competir, porque es entrenado allí todos los días]. Lo había llevado a la de césped de San Isidro para el debut y no corrió nada, estaba un poco asustado, largó mal, el  jockey no lo conocía y decidimos dejarlo en La Plata; luego vino acá, ganó y ahora fue segundo en el clásico. Es un caballo sano, nunca tuvo un problema, no sangra y eso también ayuda”, comenta la ex jocketa.

  Sobre la cuestión de la pista platense, que derivó en la suspensión de la reunión del martes 11, Vanesa se explayó: “Está complicado La Plata con las canchas. Parece que está mejorando de a poco, vamos a ver si cumplen con lo que prometieron. Están regando, pero hay que hacer mucho más. Que los que administran escuchen a los jockeys y a los entrenadores, porque si no, arreglan una vez y después queda mucho sin hacer. Esperemos que esta vez cumplan”.

  El domingo, Lucrecia Carabajal acompañó a Cortella y a Cristian Quiles. “Lucrecia es mi asistente (bromea), siempre estuvimos cerca, egresamos juntas de la Escuela de Aprendices; vino a hacerme el aguante”, informa, sonriendo. Y asegura que Cristian no volverá empuñar la fusta en una carrera pero es quien dirige el manejo de sus caballos. “No va a volver a correr pero varea algunos caballos, incluso a Vivi Jurando, lo que está bien para tener como guía”. Nada mejor que conocer al caballo de primera mano.









viernes, 14 de enero de 2022

El domingo se corre en Dolores, el hipódromo recuperado que vuelve a ser una opción del Interior, en la ruta de las playas

 



Por tercera vez desde noviembre, el escenario que administra Sudamérica Gaming abre las puertas en su camino para ser más que una plaza de verano, y aspira a sumarse a Tandil y Azul para conformar un polo hípico atractivo y cercano a la Ciudad de Buenos Aires



Desde el final del confinamiento por el Covid-19, el hipódromo de Dolores tuvo se reapertura el 20 de noviembre y otra reunión en el final de 2021, el 26 de diciembre. El domingo próximo, 26 de enero, habrá un nuevo encuentro con cinco carreras oficiales, que repartirán 950.000 pesos en premios, en total. El escenario ubicado a la vera de la Autovía 2, en el kilómetro 207, está en marcha, con una firma, Sudamérica Gaming, en la que Federico Iguacel es uno de los directores, junto con Mario Di Salvatore.

  Cuenta el primero: “Nos fue muy bien, en ambas tuvimos una gran cantidad de anotados, lo que suponía una incógnita. Se pagaron los premios de la primera reunión y  estamos esperando los análisis para la segunda. Ya se pagaron 3°, 4° y 5° puestos el día de la reunión, lo que muy importante para el turf del Interior, con buena concurrencia de público, un dato que nos sorprendió, no tanto en la primera, porque fue la reapertura, pero más el domingo 26, porque fue después de Navidad. Y hubo buen volumen de juego”.

  El hipódromo se inauguró en 2014 con una empresa que se llamaba Vistas Serranas y lo operó durante cuatro años. “Es nuevo, con una buena pista, un trazado fantástico con una vuelta de 2050 m y 21 m de ancho. Cuando fue licitado, Sudamérica Gaming obtuvo la concesión”, detalla Iguacel.

-¿Cómo es la captación de apuestas?

-Por ahora se juega sólo en el hipódromo y también la modalidad de remates. Alquilamos un centro de cómputos aprobado en la Argentina, con nuestras propias máquinas. En las dos reuniones que se hicieron jugamos un millón y medio de pesos en promedio.

-¿Esperan ampliar a otras fuentes pronto?

-La intención es ir a la red de apuestas de la provincia de Buenos Aires con las agencias tradicionales, pero esperamos el momento justo para ingresar porque en Dolores se armó un equipo nuevo, son casi 70 personas trabajando el día de la reunión y necesitamos afinar detalles. Por eso Lotería nos permitió que por tres o cuatro reuniones, lo que sea necesario, no vayamos a la red de más de cien agencias bonaerenses, que trabajan con San Isidro, Palermo y La Plata, más Azul y Tandil, lo que multiplica las ventas.

-¿Cómo está el hipódromo?

-Está casi renaciendo, nos concentramos en la pista, que es de tierra de la zona, una especie de arenilla, y en la organización. Hay dos equipos de gateras. En un año lo cambiamos drásticamente, tengo mucha fe. Plantamos más de 150 árboles y estamos instalando equipos de aire acondicionado nuevos. Tenemos una tribuna principal, techada, y otra semi-cubierta, con la posibilidad de una carpa, muchos aficionados llevan su sombrilla y lo pasan en familia.  

  Por su ubicación, Dolores atrae propietarios y profesionales de Lezama, Castelli, Maipú, plazas que organizan cuadreras. “Ya tenemos el calendario hasta mayo inclusive, está en la web: www.hipodromodolores.com.ar. Gestionamos ante Lotería para que sea un hipódromo de verano. Pedimos no correr en junio, julio y agosto y estamos esperando la respuesta. Se reanudaría la temporada en septiembre y se cumplirían las doce jornadas de carreras que exige la provincia para acceder a la subvención de las tragamonedas en los bingos.

  En la reapertura hubo 1000 aficionados y en la segunda, 700. “Tuvimos dos eventos muy lindos, uno con Gonzalo Hahn, que es un amigo e incluso dejó una monta que tenía el 26 en San Isidro; corrió las siete carreras del día y ganó tres, entre ellas el Clásico La Generación (1300 m), con Vetrato -por media cabeza ante Con Humor-El premio al 1° fue de 350.000 pesos más un bono de 35.000. Las carreras de la reunión tuvieron los nombres de haras de la zona y que nos apoyan”.


El stud Príncipe Nahuel celebra con Gonzalo Hahn la victoria de Vetrato, en el Clásico Haras La Generación


  Todas las carreras de Dolores son oficiales, y dos por reunión, computables. Todas tienen control del doping con el laboratorio del hipódromo de San Isidro; todos los caballos están registrados en el Stud Book, tienen certificados de correr, los chips identificatorios. “Lo único que no se hace es computarla en el Stud Book, pero no porque no queramos. Nosotros hacemos una carrera para potrillos perdedores con 90.000 pesos al ganador, una categoría que en Palermo se corre por 800.000. El sábado 8 corrió en Palermo una potranca que había ganado en Dolores, después de clasificarse 3ª en su debut en el Argentino [La Sukha], y como la de Dolores no había sido computable pudo ser anotada en la de perdedoras. Argentina debería actualizar su modelo de carreras, que puede ser como el uruguayo, donde los hipódromos tienen distintas categorías. La industria hípica en Argentina no enfrenta los desafíos: tres carreras en Dolores deberían equivaler a una en los máximos, para considerar a un caballo como ganador, y todas serían computables. La realidad es que no se pueden hacer llamados para ganadores si a 100 km tenés esa carrera por el doble o el triple de premios o diez veces más”, opina el directivo.

  Este domingo 16 habrá cinco carreras, desde las 15.30 hasta las 19. Y un atractivo extra: Sol Riente, de 18 años, quien en la última reunión de 2021 fue presentada como la “primera relatora del país”. 











martes, 11 de enero de 2022

La desesperante inercia de los problemas en el hipódromo de La Plata y la eterna desgracia de los dirigentes que le tocan

(Gustavo Duprat)


 
Una huelga de jockeys, que piden reparaciones y mayor seguridad en la pista, obligó al hipódromo de La Plata a "suspender" la reunión de hoy, martes 11, "en razón de la negativa de los jockeys", de montar los caballos que tenían comprometidos en la once carreras del programa, según reza un comunicado de la administración


No hubo salvación para la reunión de hoy en el hipódromo de La Plata, que fue suspendida “en razón de la negativa de los jockeys de conducir a los competidores que se les habían asignado”, según reza un comunicado firmado por la Administración General. Ni el anuncio de que la pista principal sería cerrada esta mañana a los ejercicios, para preservarla, por lo que se infería que aparecería mejor a la tarde, torció la decisión de los profesionales.

Se podría responsabilizar a la gestión actual del gobierno de la Provincia de Buenos Aires, que con el gobernador Axel Kicillof en campaña en 2019 y la ex ministra de Gobierno, Teresa García en reuniones para la tribuna, amagaron con acercarse a los problemas del turf para solucionarlos, sin resultados a la vista. Pero son tantas las jornadas suspendidas/canceladas a lo largo de cuatro décadas desde la primera licitación del hipódromo y el regreso al funcionamiento con el estado inoperante, que la sensación de desamparo extiende sus límites al infinito.

La pista, el valor más grande a cuidar y mantener por la seguridad y por el bien del espectáculo, jamás tuvo solución. Da pavor la falta de respuesta ante tantas protestas y cancelaciones, como si no fueran suficientes para sacudir la desidia. Según trascendió, no fue unánime la posición de los jockeys de no competir y así fue que se registraron discusiones subidas de tono. Incluso, las discusiones subieron de tono cuando supuestos directivos quisieron intervenir en la asamblea de jinetes.

Tal vez ahora se recurra a otro parche y se hagan anuncios estentóreos, pero si no se designan “funcionarios que funcionen”, como dijo la jefa del “espacio” que gobierna, sin eco más que en los medios; si en lugar del reservorio para ñoquis que es el hipódromo de La Plata, un monumento a la ruina, se lo convierte en el escenario respetado, que da trabajo genuino y ofrece espectáculos de primer nivel; si sus trabajadores y directivos no sienten el orgullo de pertenecer sino que sólo van a marcar tarjeta, entonces tampoco habrá salvación en el futuro, no en una sola jornada aislada sino por mucho tiempo, porque siempre ocurre que todo vuelve a la normalidad cuando la polvareda se asienta, pero sin que se mueva un grano de arena de la pista.

Las carreras de caballos, histórico deporte argentino, no merece derrumbarse en un hipódromo que da tantos campeones y profesionales y tiene tantos trabajadores de verdad.
 














lunes, 10 de enero de 2022

Julio Menditeguy y Gamble Rules: cuando darle la razón a un yerno da el mejor resultado y pone contentos a todos


El criador y propietario de la ganadora del Clásico Apertura (G 2) reconoció que quiso retirar a la yegua y llevarla al haras para ser servida en la temporada pasada, pero Nicolás Martín Ferro lo disuadió con el argumento de que "va a ganar un clásico" 






Julio Menditeguy (izq.), con Gamble Rules, Noriega, el peón y Quique Ferro (Hapsa)

  

Cuando Gamble Rules (Roman Rules) aguantó en el disco en una lucha titánica con Foolin (Suggestive  Boy), para ganar por media cabeza el Clásico Apertura (G 2-2200 m) sobre el césped de Palermo, la satisfacción de Julio Menditeguy, su criador y propietario, se tradujo en una sonrisa que no lo abandonó cuando se bajó del podio con las copas que recibió el haras y el stud Abolengo. Pero había más que un triunfo, que son muchos allí en los último cincuenta años. Estaba el valor agregado de una decisión que nació de seguir el consejo de Nicolás Ferro, el entrenador de la yegua –suspendido, representado por Enrique, su padre- y yerno de Julio, ya que es el marido de su hija Rocío.

-No está mal esto de ganar los clásicos de la larga al comenzar el año, como suele pasarle a Abolengo en el segundo semestre.

-Me pone muy contento porque a Gamble Rules la esperamos. Nico me insistió el año pasado para que no la lleváramos a servicio porque algún día íbamos a ganar un clásico. Él le tenía más fe; yo decía que siempre le faltaba un poquito de categoría, había corrido bien, se entreveró en varios, pero en los clásicos no estaba en la definición. Sin embargo, él sugería esperar. En un momento la iba a llevar a servicio, no me faltan yeguas, hay 200 en el campo, pero pensé que ya nos había dado todo lo que tenía. Gracias a Dios tuvo razón Nico.

-¿Es la mejor cría de Gamuza Fina?

-En los papeles sí. Ahora es ganadora clásica de Grupo. Gamble Rules se lo merecía, fue placé en varias carreras contra los machos. Ella puso mucho, pero también puso mucho Chupino, guapeó, se había golpeado hace unos días y nos dio esta gran alegría.

-Qué madre generosa…

-Bueno, dio a Gamuza Fiel, que es madre en el haras Juan Antonio, que la compró de potranca. Gamuza Fina tuvo una cría por Asiatic Boy que se llama Gaspy, ganador clásico en el Interior [en San Francisco, Córdoba] y ahora Gamble Rules. Para vender este año hay una hembra 2020 por Fortify, una muy linda potranca, que va a ir a la Venta Selecta del 26 de marzo, veremos si hay alguien que la aprecia, que haga un esfuerzo, si no, nos quedará para nosotros. Ha sido muy prolífica Gamuza Fina y por suerte fue una campeona y ahora nos va a dejar esta yegua clásica para el plantel.

-Abolengo no suele quedarse con muchas crías.

-Nada me gustaría más. Tenemos unos 20 ejemplares en training y ahora con Nico [Martín Ferro] en la familia, como entrenador, con más razón, nos gustaría tener 40, pero hay que ver hasta dónde te da el cuero y no se debe olvidar que somos un haras comercial; vendemos la mayor parte de la producción y nos quedamos con yeguas que son el patrimonio más importante que tenemos.

  Desde 2012, cuando parió a la mencionada Gamuza Fiel (Easing Along), una sola temporada, 2017, quedó vacía Gamuza Fina, aquella ganadora de los Grupo 1  Estrellas Juvenile Fillies (G 1) y Jorge de Atucha y que reapareciendo tras ochos meses sin competir, se impuso por la cabeza en el Clásico Propietarios (G 3), en un tremendo final con cuatro yeguas en la definición. Seguramente, esa virtud guerrera es la que heredó Gamble Rules.










domingo, 9 de enero de 2022

Sin secuelas de una caída, Juan Carlos Noriega mostró sus agallas en el Clásico Apertura, gracias a la valiente Gamble Rules

"Se me abalanzó un potrillo y me manoteó la cara y el pecho", contó el jockey, con las heridas cicatrizadas pero visibles por el accidente del jueves, que no le impidieron llevar a la yegua de Abolengo a su mejor victoria, en un final de media cabeza ante Foolin



El oro de la chaquetilla de Abolengo (8) reluce más en la pantalla gigante que en la foto (Hapsa) 

El manual nunca escrito que enseña cómo correr en el óvalo de césped de Palermo dice muchas cosas; una de las más notorias es que “las carreras se ganan corriendo por afuera”. Juan Carlos Noriega, en la montura de Gamble Rules, cumplió con esa lección en el Clásico Apertura (G 2-2200 m) y con muchas otras, que él mismo explicará en las líneas que siguen, para ganar por media cabeza ante Foolin (Suggestive Boy), una rival a la que también su jinete, Juan Cruz Villagra, llevó con su reconocida habilidad.

Lo que no está dicho en el libro, ni siquiera tácitamente, son los gajes del duro oficio de dirigir sangre pura de carreras: Noriega había tenido un accidente el jueves a la mañana, en los trabajos del hipódromo porteño. Algunas marcas están cicatrizando y se  ven en detalle sólo cuando uno conoce el asunto.

“Fue en la pista de entrenamientos, la chiquita, un potrillo se me abalanzó [se paró de manos]. Me agarró justo atando las riendas, que estaban un poco largas, se le abalanzó al peón y cuando él me la largó, porque se le venía encima el caballo, me tiró; luego dio la media vuelta y me manoteó el pecho y la cara. Por suerte tengo algunos arañones en la cara, que no fue precisamente por mi señora (sonríe); capaz que ella pega más duro todavía. Por suerte estamos bien. Fue un potrillo nuevo, pero pudo ser un caballo viejo, estamos expuestos”, cuenta el cordobés y minimiza los daños.

Después habla del clásico. “Gamble Rules guapeó, ganó una buena carrera; es una yegua muy corredora que hizo las cosas muy bien. Ella siempre es muy guapa; el otro día, en el handicap en el que entró 3ª –a un cuerpo de Jazz Bass {Portal del Alto}, esta vez 4ª-, probablemente hubiera ganado si la hubiera podida traer sola adelante, es muy pareja; no devuelve mucho y ahora la hice correr temprano un poco y guapeó, ganó una carrera hermosa. Vino segunda [de Venuca {Treasure Beach}] y ya cuando entró en la recta se encontró adelante; la hice correr hasta el final.

-¿Cómo es eso de que “devuelve poco”?

-A veces, cuando vienen parando adelante y vos esperás a tu caballo, no da lo que puede, no devuelve, entonces cuando vienen fácil a estos caballos parejos es preferible hacerlos correr temprano. En este caso no es una yegua que tenga golpe de velocidad, por eso es mejor ir a buscar temprano en la carrera.

Sobre un comentario de Julio Menditeguy –criador y propietario de la yegua de Abolengo- acerca de que fueron guapos tanto Chupino como Gamble Rules, el jockey dio una respuesta con su sello: “Si no tenés máquina abajo, el jockey nunca puede demostrar. Yo hice lo que tenía que hacer, es mi laburo. Me tocó ganar una carrera linda, pero de esto, vivo”. Y encima aseguró que no le duele nada, después del porrazo del jueves.

Fue la primera victoria clásica de grupo de la hija de la gran Gamuza Fina (Equal Stripes). Ella y el piloto la merecían.










jueves, 6 de enero de 2022

Jorge Ruiz Díaz, segundo en la estadística de Laurel Park: "Gané mucho con caballos más humildes que los de Toledo y Karamanos"

Con Alwaysinahurry, ganando el Concern Stakes (G 3), en Pimlico (Maryland Jockey Club)

 

El jockey argentino, radicado en los Estados Unidos desde hace cinco años, aseguró que tuvo un muy buen año en Maryland, donde con menos oportunidades que los líderes quedó a 7 victorias de encabezar la lista de jinetes en la temporada de invierno 


Una inesperada primavera se estaciona en Ellicott City, a 20 minutos de Baltimore, estado de Maryland, donde Jorge Gustavo Ruiz Díaz, el jockey que se fue de la Argentina hace cinco años, disfruta de un breve lapso sin carreras, porque las pistas están “freezadas” –como él describe, es decir con hielo en la superficie- y se vuelven peligrosas. “Está un poco floja la temporada por ahora, arrancamos suave. Corrí poco, un segundo, bien. Muchos caballos buenos los llevan a Tampa Bay, a Gulfstream estos meses. Me podría mover, pero tendría que ir con una caballeriza que te monte. Hay que seguir acá y escalando de a poco”, cuenta.

“Nevó bastante ayer, saqué el perro a pasear”, agrega, para marcar el contraste con el clima del martes 4. “Está raro el invierno, no tan frío, casi una primavera, pero por ahí salta de eso a -20. Nevó tarde esta temporada. En verano es lindo, en invierno hay menos verde”. Jorge Ruiz, como es conocido en el turf de los Estados Unidos, terminó segundo en la difícil estadística de invierno de Laurel Park, el hipódromo en el que él y otro argentino, Horacio Karamanos, se destacan. “Por carreras ganadas fui segundo a 7 triunfos (50 a 43), me fue bien todo el año (94 victorias en 2021)”. Primero finalizó el portorriqueño Jevian Toledo y Horacio, tercero, que lo aventajaron en ganancias de sus conducidos. “Ellos corrieron 50 caballos más, si les ganaba hubiera sido una cosa de locos, pero tratamos hasta que se pudo. Gané mucho con caballos más humildes. Me acerqué cuando gané cuatro carreras en un día. Toledo corrió caballos de Sheldon Russell (el jockey más ganador hasta octubre), que estaba lesionado –fractura en un pie-, y que eran entrenados por Brittany Russell, la esposa de Sheldon. Por mi parte, hay que estar agradecido de que tuve un buen meeting”.

Ruiz Díaz no se fue de la Argentina porque le faltara trabajo y, como todos, tuvo que pelearla en Gulfstream Park, el hipódromo cercano a Miami que fue su primer destino. “Trabajaba bastante en el comienzo; hasta que te hacés un nombre hay que trabajar duro. Al principio lo hacía sólo para un entrenador, Dale Capuano, le dedicaba más tiempo a él, se portó bien conmigo. Nos ayudamos mutuamente, hicimos un buen equipo. Fueron muchos los que me dieron trabajo, John Salzman Jr., [el argentino] Luis Ducó…” Y una línea aparte le da al Chato Víctor Centeno, gran jockey en la Argentina de los 60 a los 80, radicado en Florida. “El Chato Centeno me ayudó mucho en mis primeros pasos en Gulfstream, sobre todo con la visa…”.

Después, la etapa de Maryland, un buen objetivo para aumentar las posibilidades. “Hoy, mi agente es Simon Purdy. Empecé en mayo con él, antes del Preakness. Me fue bien solo, pero sin agente es más difícil”. Boss Logic, el caballo de la foto, viene de ganar un allowance en Laurel. “Te adaptás al estilo de cada caballo y al estilo de aquí. La mayoría de los cuidadores te piden que parta bien y venga cerca de la punta, pero no perder el estilo de Argentina”, cuenta sobre una circunstancia que está a la vista. De paso recuerda que los jockeys de ese país no suelen galopar por las mañanas, salvo a los caballos clásicos.


En alguna de las muchas entrevistas que le hicieron a Ruiz Díaz en los Estados Unidos, confesaba que su sueño era correr con los mejores. “A veces bajan los jockeys de primera, John Velazquez, los hermanos Ortiz. Estamos a 3 horas de Nueva York (hace poco fue 4° en Aqueduct), y vamos a Colonial Downs, donde se corre en pasto en agosto”. Hace poco, Jorge estuvo en Gulfstream Park y se encontró con Fabián Rivero, director de la Escuela de Aprendices de La Plata, a quien le entregó antiparras para los alumnos.

De todas formas, el jinete nacido en Esquina, Corrientes, no quiere perder la conexión. “Nunca dejé de aprender. Pablo [Falero, su suegro] me conoce cómo soy; siempre hablo con él, aprendí mucho de él, de Jacinto [Herrera], de [Jorge] Valdivieso. Ahora no se ven mucho en Argentina ese estilo de jinetes. Siempre estoy mirando las carreras importantes de San Isidro, Palermo y La Plata”. Por eso estaba al tanto del retiro de Altair Domingos: “Una lástima lo de Altair, un buen jockey. Tiene salud ahora al margen de la lesión, lo importante es que siga bien”.

La mención de los hipódromos principales de la Argentina sirve para refrescar sus inicios y los buenos caballos que dirigió. “Hice mi campaña en Rosario, desde la Escuela de Aprendices con Ángel Baratucci. Corrí para Luis Fuentes, y gané con Conrado Fuentes en Palermo. Mi primer triunfo de Grupo 1 fue con Claro Oscuro, y luego monté Chuck Berry, Arte Pop, La Laguna Azul, Music Van. Fui segunda monta de Firmamento cuando estaba Edwin Talaverano. Se extraña un poco el turf de Argentina, las charlas de las mañana, los mates. El público acá es menos apasionado”.

Es inevitable sentir la distancia, pero Jorge Ruiz Díaz construyó con Romina Falero una familia y eso hace más sencillo todo. “La familia está bien, y los chicos, Thiago (9), Manuel (6) y Selena (2 años), están adaptados, hablan español e inglés. No nos podemos quejar”, y evoca la última visita al país, en 2019: “Fuimos para la despedida de Pablo, pasamos Navidad. Unos días nomás; vos sabés que si dejás tu lugar lo ocupa otro, sobre todo acá, que hay mucha competencia…”

Sobre el final de la charla le llega el anuncio de que el Maryland Jockey Club canceló la reunión de carreras de Laurel Park este jueves 6, donde tenía al menos una monta.













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