sábado, 2 de agosto de 2025

“Vundu es un espectáculo”, dice Fernando Fantini sobre el ganador del Clásico Potrillón, que se recupera de sus lesiones ganando

 



Con Martín Valle, Vundu controló por dentro a Capitán Kid 


  

Seguramente esta victoria en los 2000 metros de San Isidro no es la más importante para el defensor del stud Gran Ascochinga, pero sus agallas para defenderla y su resiliencia lo definen otra vez como un gran luchador

  

Vundu es un grande, el caballo ideal para los clásicos que honran a héroes de las pistas que lo precedieron en el camino. Ayer volvió a hacerlo en el Clásico Potrillón (2000 metros), sobre el césped pesado de San Isidro, como lo había hecho a fines de agosto del año pasado en el Clásico Engrillado (1800 metros).

Con angustia ganó el caballo que volvió a estar obligado a conocer un nuevo jockey: Martín Valle reemplazó a Leandro Gonçalves, que tuvo que dejarlo por su compromiso con Capitán Kid (Daniel Boone), del stud Las Monjitas, al que justamente batió por la cabeza después de dominar casi cómodamente en la recta final. Y tampoco lo guió esta vez Kevin Banegas, con quien se impuso en el Clásico engrillado y ahora Nico Martín Ferro, que entrena a Vundu también, lo puso en la silla de Beatles (Sixties Song).

Vundu venía de entrar segundo de One Thing (Verrazano) en el Clásico Forli (1800 m) –otro ilustre- luego de ocho meses sin competir por una fisura en la caña derecha, su segunda lesión seria. De potrillo, había sufrido una fisura en la mano izquierda, por la que debió ser operado, cuando su ascendente campaña de dos carreras invicto le marcaba correr el Gran Premio estrellas Juvenile (G 1) de 2024.

Por supuesto que la historia hípica del hijo de Suggestive Boy no se remite a esos datos agridulces. Ganador de siete carreras, entre ellas el Estrellas Classic (G 1), y segundo en las restantes, pertenece al stud Gran Ascochinga, el numeroso y bullanguero grupo que lidera el chileno Fernando Fantini y que se armó providencialmente en el Ascochinga Polo Club, de Córdoba, durante un torneo. Los diez socios en la caballeriza provienen del polo.

“Vundu es un espectáculo”, dice Fantini desde California, donde por supuesto estuvo viendo caballos, en Del Mar, en el establo del entrenador chileno Marcelo Polanco. “A los socios los conocí por el polo en Ascochinga. Después, en un remate de Pozo de Luna habían quedado potrillos sin vender y los compramos”. Esos potrillos eran Look Portal (Portal del Alto, criado por María Solveyra y Patricio Donovan, del stud Haras Cachagua) y Vundu. Los dos, ganadores clásicos.

El Clásico Potrillón le trajo a Fantini el recuerdo de su padre, Fernando Fantini Gatica, propietario de Dilatado (Bal Royal). “Potrillón le ganó el Gran Premio Latinoamericano de 1992, en San Isidro a Dilatado, que corría para la caballeriza La Capilla”. Aquello fue un capo lavoro de Pablo Falero, que con ese triunfo inició su extraordinaria campaña tras arribar a la Argentina, contratado por el Stud Tori.

Vundu es un tema del mar, es como si fuera corvina”, explica Fantini, que apunta que Adolfo Cambiaso es otro propietario con raíces en el polo con el que está vinculado, aunque no tan directamente: el 10 de handicap es dueño de Mi Confesión (Suggestive Boy), reciente ganadora del Clásico Bayakoa (L). “Le vendí a Juan Antonio (criador de  la potranca) la madre, Galicia Gold”, revela Fernando.  

 


































































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