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Con Martín Valle, Vundu controló por dentro a Capitán Kid |
Seguramente
esta victoria en los 2000
metros de San Isidro no es la más importante para el defensor
del stud Gran Ascochinga, pero sus agallas para defenderla y su resiliencia lo definen otra vez como un gran luchador
Vundu es un
grande, el caballo ideal para los clásicos que honran a héroes de las pistas que lo precedieron en el
camino. Ayer volvió a hacerlo en el Clásico Potrillón (
Con
angustia ganó el caballo que volvió a estar obligado a conocer un nuevo jockey:
Martín Valle reemplazó a Leandro Gonçalves, que tuvo que dejarlo por su
compromiso con Capitán Kid (Daniel Boone), del stud Las Monjitas, al que
justamente batió por la cabeza después de dominar casi cómodamente en la recta
final. Y tampoco lo guió esta vez Kevin Banegas, con quien se impuso en el Clásico
engrillado y ahora Nico Martín Ferro, que entrena a Vundu también, lo puso en
la silla de Beatles (Sixties Song).
Vundu venía
de entrar segundo de One Thing (Verrazano) en el Clásico Forli (
Por
supuesto que la historia hípica del hijo de Suggestive Boy no se remite a esos
datos agridulces. Ganador de siete carreras, entre ellas el Estrellas Classic
(G 1), y segundo en las restantes, pertenece al stud Gran Ascochinga, el numeroso
y bullanguero grupo que lidera el chileno Fernando Fantini y que se armó
providencialmente en el Ascochinga Polo Club, de Córdoba, durante un torneo.
Los diez socios en la caballeriza provienen del polo.
“Vundu es un
espectáculo”, dice Fantini desde California, donde por supuesto estuvo viendo
caballos, en Del Mar, en el establo del entrenador chileno Marcelo Polanco. “A
los socios los conocí por el polo en Ascochinga. Después, en un remate de Pozo
de Luna habían quedado potrillos sin vender y los compramos”. Esos potrillos eran
Look Portal (Portal del Alto, criado por María Solveyra y Patricio Donovan, del
stud Haras Cachagua) y Vundu. Los dos, ganadores clásicos.
El Clásico
Potrillón le trajo a Fantini el recuerdo de su padre, Fernando Fantini Gatica,
propietario de Dilatado (Bal Royal). “Potrillón le ganó el Gran Premio Latinoamericano
de 1992, en San Isidro a Dilatado, que corría para la caballeriza La Capilla”.
Aquello fue un capo lavoro de Pablo
Falero, que con ese triunfo inició su extraordinaria campaña tras arribar a la
Argentina, contratado por el Stud Tori.
“Vundu
es un tema del mar, es como si fuera corvina”, explica Fantini, que apunta que Adolfo Cambiaso es otro propietario
con raíces en el polo con el que está vinculado, aunque no tan directamente: el
10 de handicap es dueño de Mi Confesión (Suggestive Boy), reciente ganadora del
Clásico Bayakoa (L). “Le
vendí a Juan Antonio (criador de la
potranca) la madre, Galicia Gold”, revela Fernando.
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