Moon Frank corrió sin pausas cada metro del clásico y sigue invicta / Prensa Palermo |
La hija de Gidu había ganado muy bien en su estreno sobre el
césped de San Isidro y en el stud Gran Muñeca pensaron en competir en la arena
para afrontar la etapa de la temporada que trae la Triple Corona
La manera
en que Moon Frank liquidó las especulaciones y estudios previos al Clásico
General Luis María Campos (G 2-
Ayer, la
hija de Gidu se hizo de la punta apenas se abrieron las puertas y no les dio
oportunidades a sus rivales, dirigida por Brian Enrique. Insinuó Citadalle
(Fortify) acercársele sobre el codo, pero en la recta retrocedió sin pelear
–terminó 5ª a 23 cuerpos-. Allí, la que
se insinuó fue Queen Elinor, pero tampoco preocupó a Moon Frank, que en la meta
le sacó cuatro largos a la favorita.
Contento, Diego Peña, el entrenador de la ganadora, mostraba la satisfacción de ver plasmado lo que la potranca había generado.
-¿Qué “te había
dicho” la potranca en el debut?
-Antes de eso ya nos había dicho que era diferente, para mí era la mejor yegua del stud. Lo veíamos con Damián Ramella, que la monta a la mañana; con rian Enrique, y la verdad es que cumplió con eso. Ganó bien en San Isidro, muy fácil, como ahora.
-Así y todo la
trajiste a la arena.
-La habíamos anotado para el clásico de la semana pasada en San Isidro [el Bayakoa {L-1400 m}], pero por lo que mostraba decidimos traerla ya a Palermo para que conociera, pensando en las carreras más grandes. Es una yegua para soñar con la Polla de Potrancas (G 1).
-En el estreno corrió
a la expectativa pero cerca y esta vez fue a la punta directo de las gateras...
-Andaba muy bien y no había velocidad en la lista, por eso tomé la decisión de que corriera la carrera. Para subir al nivel de la Polla hay que correr toda la carrera, ganes o pierdas, entonces esa fue la estrategia. Queríamos saber dónde estábamos y bueno, creo que se ganó una gatera.
Los genes de Moon Frank hablan por sí solos sobre sus cimientos: es hija de Gidu, ganador a los 2 años en los Estados Unidos, cuyo padre es Frankel, nada menos, aquel fenomenal caballo irlandés (Gidu también lo es) que fue retirado invicto en 14 carreras. “Gidu ya dio cuatro ganadores clásicos con la mitad de las madres de que dispusieron otros padrillos de éxito. Es un caballo interesante, con un pedigree lindísimo y a esta yegua la tenemos en buen concepto”.
Sobre la madre de Moon Frank, la argentina Moon Sale, dice Diego Peña: “Es una hija de Not For Sale muy buena, que corría adelante; la cuidaban en Santa Fe y venía a Buenos Aires a correr los clásicos. Con su cría anterior, Moon Scenery, por Puerto Escondido, ganamos este año”. Gran Muñeca cedió a Moon Scenery, que ahora compite y sigue ganando para el stud El Gran Peters, y casualmente también corrió ayer en Palermo: resultó 4ª en la primera de la reunión, entre ganadoras de dos. La entrena Daniel Rubén.
“También tenemos a Full Mast, está toda la artillería”,
sonríe Diego Peña, como para que no se olvide la generosa ladrillera, en el
haras que dirige Hernán Gasibe, y de paso recuerda que un hijo de ese
reproductor, Full Serrano, comenzó a trabajar en California con la mira en la
Breeders’ Cup, serie en la que el caballo criado en Gran Muñeca ganó la Dirt
Mile (G 1-
“Como Full Serrano había corrido apenas llegado, sin tener la mejor aclimatación, le dieron tiempo ahora para recuperarse de un problema menor. Le están buscando una carrera para reaparecer antes de la Breeders’ Cup”, concluye Peña.
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