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| Salamis venció en un final de pescuezo y pescuezo / Benoit Photo |
Salamis y Segesta, hijos de la clásica Antonoe, ganaron el Hollywood Derby y el Matriarch, sobre el césped del hipódromo que albergó este año a la Breeders' Cup y que culminó su temporada con un gran fin de semana para el establecimiento de la familia del príncipe Khalid, en los Estados Unidos
Ganar dos clásicos de Grupo 1 en un mismo fin de semana merece ser celebrado como algo especial, para una yegua madre, un entrenador y una organización que abarca stud y haras. El caballo de 3 años Salamis, cuyo padre es el desaparecido Speightstown, y la yegua de 4, Segesta (Ghostzapper), le dieron doblete a Antonoe (First Defence), la madre de ambos, al ganar el Hollywood Derby (1800 m-césped) y el Matriarch Stakes (1600 m-césped), el sábado y el domingo pasados, en Del Mar.
Con los colores de Juddmonte, que los crió en Kentucky a los dos, el entrenador Chad Brown los llevó por primera vez a California y el clima les sentó muy bien, porque para Salamis fue la primera conquista clásica y para la yegua resultó el primer Grupo 1, otro acierto del entrenador que tiene el hábito de ganar los clásicos de pasto en el Este y extiende sus buenos resultados al Oeste, hasta el punto de que el del sábado obtuvo el quinto éxito en el Hollywood Derby, una serie que inició en 2016.
Salamis ganó en un final de pescuezo y pescuezo a Tom’s Magic (Justify) y el favorito Test Score (Oscar Performance), conducido por Umberto Rispoli, jockey del oeste que conoció ahora al caballo. “Me dijo que lo mantuviera alejado de las gateras en la previa y lo dejara sereno. Después no me preocupé por el desarrollo lento porque que sé que los caballos de Chad siempre tienen un buen cambio de velocidad”.
En el Matriarch, que Juddmonte se adjudicó por octava vez, Segesta también le permitió al entrenador seguir su propia serie: ganó por séptima vez la carrera, una prueba central para las yeguas en el pasto, y en su debut californiano. Con su jockey habitual, Flavien Prat, la hija de Ghostzapper vino expectante, cuarta, y en el final produjo lo que insinuaba en el segundo codo, al avanzar firme para imponerse por dos cuerpos y un cuarto a In Our Time (Not This Time), que a su vez aventajó por ¾ de cuerpo a Ag Bullet (Twirling Candy).
Salamis ganó en un final de pescuezo y pescuezo a Tom’s Magic (Justify) y el favorito Test Score (Oscar Performance), conducido por Umberto Rispoli, jockey del oeste que conoció ahora al caballo. “Me dijo que lo mantuviera alejado de las gateras en la previa y lo dejara sereno. Después no me preocupé por el desarrollo lento porque que sé que los caballos de Chad siempre tienen un buen cambio de velocidad”.
En el Matriarch, que Juddmonte se adjudicó por octava vez, Segesta también le permitió al entrenador seguir su propia serie: ganó por séptima vez la carrera, una prueba central para las yeguas en el pasto, y en su debut californiano. Con su jockey habitual, Flavien Prat, la hija de Ghostzapper vino expectante, cuarta, y en el final produjo lo que insinuaba en el segundo codo, al avanzar firme para imponerse por dos cuerpos y un cuarto a In Our Time (Not This Time), que a su vez aventajó por ¾ de cuerpo a Ag Bullet (Twirling Candy).




















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