La tordilla dirigida por Dettori, controló a English Rose y a Didia / Keeneland Photo |
La yegua argentina siguió a la puntera Beaute Cachee y cuando fue a buscarla en la definición no tuvo su golpe de velocidad de siempre; el entrenador Ignacio Correas corroboró que la zaina no se siente a gusto en la pista blanda del hipódromo en el que estrenada pero nunca había competido
Durante la semana pasada, la respuesta de Ignacio Correas a la pregunta sobre cómo iba a tomar Didia el pasto blando que seguramente encontraría en el hipódromo de Keeneland fue que no lo sabía, porque nunca la hija de Orpen había competido en tales condiciones, pero aclaró que los hijos de ese padrillo suelen correr a gusto en terreno alterado.
El sábado, la respuesta de la yegua fue su actuación en el Jenny Willey Stakes (G 1 - 1700m), donde no tuvo el golpe de velocidad habitual y finalizó 3ª a tres cuerpos y un cuarto de la ganadora, la francesa Beaute Cachee (Literato), una de las cuatro corredoras que presentó Chad Brown, que sorprendió con su dividendo y con su victoria de punta a punta, con Frankie Dettori manejando con maestría las riendas.
La yegua criada por La Manija corrió de menos a más, pero la segunda parte de esta ecuación no resultó como se esperaba. Se ubicó tercera de movida y al dejar el primer codo ganó un puesto, seguramente porque su jockey, José Ortiz, se dio cuenta de que venían en ritmo de entrenamiento: 48.65 los
Luego, Ortiz comentó, según consigna la oficina de Prensa de Keeneland: “Bien, muy bien. Largó en forma y vino en fracciones cómodas, pero sólo pude terminar tercero esta vez”. Mientras, Correas afirmó sobre el desarrollo: “Siempre tuvo controlada a Beaute Cachee, pero no contó con la explosión que normalmente tiene porque no le gustó la cancha. Iremos por la revancha”.
Dettori, que obtuvo su primer Grupo 1 en Keeneland, explicó el desarrollo: “Me sorprendió (que su yegua no tuviera presión en la punta); pensé que el 9 (Didia) tenía velocidad; ella ganó la Pegasus Filly and Mare Turf. Después dejé a la mía resbalar y corrimos en mis términos; en los 400 dudé si tendría patas para los últimos metros, pero nunca se paró”.
Luego de la gran campaña de Didia en 2022/2023, que terminó en decepción en el Distaff de la Breeders’ Cup, en el stud Merriebelle apuntaron a rendir los exámenes pendientes este año, como ganar un Grupo 1. (los propietarios sumaron a Resolute Racing a la sociedad dueña de Didia). No le hace falta a esta fenómena para demostrar cuán buena es, pero vamos a estar a la expectativa en lo que queda de 2024.
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