La fuerza de Adrián Giannetti y la respuesta del recuperado Natan / Gza. Revista Palermo |
El propietario colombiano -asociado a Tomás Fernández Llorente- contagió su confianza a todos en el stud Las Monjitas y lo celebró con la segunda victoria en el máximo nivel del hijo de Señor Candy, criado en Carampangue
Natan se
sobrepone a todo. No tiene la dicha de una salud prodigiosa como Belleza de
Arteaga, por ejemplo, que no para de ganar desde que se subió al tren de los clásicos
ni estuvo metida –es cierto que involuntariamente en el caso del caballo- en controversias
que en muchos generaron dudas sobre el verdadero nivel del potrillo, después de
que ganara en buena ley el Jockey Club (G 1). Natan (Señor Candy) se sacudió ayer el polvo más
renegrido de su pasado y se impuso en el Gran Premio Estrellas Classic – Copa Escribano
Hernán Ceriani Cernadas (G 1-
Desde aquel
triunfo de octubre en la Triple Corona, el defensor de Las Monjitas estuvo sin
competir hasta el 10 de mayo, cuando resultó cuarto de Roberts Hit en el Clásico
Macon (L-
En el medio
de un lote compacto que encabezaba Super Number (Super Saver), el corto grupo le
facilitó el manejo a Adrián Giannetti,
en la montura de Natan. Sencillo: vino por dentro y fue abriéndose para
atropellar en la recta, como le gusta al jinete. Después, ya en la recta final,
en los 300 pasó al frente, mientras desde el fondo, bien lejos, atropelló su
compañero Jazz Seiver (Super Saver), para quedar 2° a un cuerpo y medio.
“Hoy teníamos
fe porque a las Estrellas se va con naranja”, dijo entre risas Camilo Bautista
tras la premiación y acariciando la bufanda que, con su traje azul, formaba los
colores de la chaquetilla de Las Monjitas. “Desde que comenzamos con el polo en
Colombia usamos esos colores y seguimos en el turf, ahora corriendo también en
los Estados Unidos”.
Sobre Natan,
Bautista arranca con un suspiro: “¡Qué placer! Como todo, siento que los
caballos son seres humanos, sólo les falta hablar, en lo demás son igualitos a
nosotros. Tienen sus momentos buenos y malos, y mira, sabíamos que Natan iba a
volver, reprisaba después de sus problemas y ahí está”. Cómo negarlo. Si hay algo
de lo que sabe el propietario es sobre caballos, porque lo vive desde que empuñó
un taco y las riendas para jugar al polo.
En el día de su cumpleaños, Camilo Bautista agrega una frase que denota su fe en el caballo y algo más. “Con la ayuda de Dios creo que lo vamos a ver con más triunfos aquí mismo, en San Isidro, porque vendrán carreras grandes, incluso el Latino. El caballo se queda aquí. Estuvo parado unos tres meses, volvió y se recuperó perfecto. Afortunadamente los veterinarios, los peones lo han cuidado muy bien, de manera que no se lesionara, que ese es el otro problema, que se lo fuerce y se daña. Aquí todo lo contrario”.
Uno mete un
comentario sobre lo alejado de la punta que corre Natan –un poco insidioso,
sabiendo los puntos que calza Giannetti- y Bautista responde: “Adrián sabe qué
hacer con el caballo, es un maestro; Dany y él manejan el tema y así quedamos”.
Una buena política para que el naranja y azul siga brillando.
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