El caballo de Blue Rose Farm, entrenado por Jena Antonucci, la primera mujer que gana una prueba de la Triple Corona de los Estados Unidos, y dirigido por el venezolano Javier Castellano, sorprendió en el hipódromo neoyorquino en su quinta actuación
La jauría viene degollando, pero Arcangelo y Castellano son inalcanzables / Adam Coglianese |
Hasta ayer,
la historia del 155° Belmont Stakes (G 1-
Precisa, llena de fe, la conducción que le dio Castellano a Arcangelo
fue como para acallar algunos comentarios adversos que recibió el día en que
Mage entró 3° en el Preakness (G 1-
Como suele decirse con ilusión o con un resultado puesto, “no se
necesita un caballo de 1 millón de dólares para ganar un Classic”. Lejos de
ello, Arcangelo costó 35.000 dólares de las ventas de septiembre de Keeneland;
una moneda al aire en 2021 devenida una ganga en el instante en que su figura
de tordillo fuerte y tenaz como su padre se hizo invulnerable en la recta final.
El caballo criado por la cabaña chilena Don Alberto en Kentucky, superó por un
cuerpo y medio al favorito Forte (Violence), que dejó tercero a Tapit Trice
(Tapit), y pagó
Antonucci, de 47 años, fue veterinaria asistente y trabajó con el
entrenador D. Wayne Lukas hasta que se independizó en 2010. “Estoy tan
agradecida a este caballo”, dijo la cuidadora luego. “Voy a estar en deuda con él
por siempre, porque es un caballo honesto, de enorme corazón; es la razón por
la que uno se levanta siete días a la semana. No he dormido mucho en las últimas
noches, a decir verdad”, agregó tras el aliento que le dio al tordillo desde su
box en la tribuna y la celebración eufórica apenas cruzó el disco, que la puso
al borde del llanto.
Castellano, de 45 años, comentó a Agentes
305: “He sido bendecido: el Hall Of Fame, cuatro Eclipse Award, el Kentucky
Derby, dos veces el Preakness y ahora el Belmont Stakes; gracias a Dios y al
apoyo de todos los dueños que han hecho realidad todo esto, los entrenadores,
mi familia, mi esposa y mis hijos”.
Después describió a Arcangelo: “Es un caballo que se está desarrollando, había
corrido cuatro veces, un segundo, un cuarto, salió de perdedor conmigo y
enseguida ganó el Peter Pan (G3-
Sobre el desarrollo, Javier detalló: “Tuve un buen tren de carrera, todo
me salió perfecto, como lo pensamos. Se trataba de venir alejados de la
velocidad, teniendo en cuenta que es una milla y media y hay que tener bastante
paciencia. Eso me lo ha dado la experiencia en los hipódromos de Nueva York. En
Belmont la recta es bastante larga y las curvas son bien abiertas, si te mueves
temprano puedes perder la carrera. En los 600 el caballo quería correr, lo dejé
por dentro y ganó como un campeón”.
El triunfo fue muy especial para Castellano: “Deseaba ganar el Belmont
Stakes -como el Kentucky Derby-, porque residimos en Nueva York, mis hijos nacieron
aquí, se han criado aquí, fueron a la escuela aquí, y llegar a casa y compartir
esta alegría con mis vecinos es una satisfacción, así como que mis hijos lo
hayan presenciado. Les doy las gracias a todos los fanáticos hípicos latinoamericanos
y a Venezuela, que siempre me ha apoyado en mi carrera profesional”.
Será una temporada inolvidable para el jockey y para la entrenadora de
Arcangelo, que durante 2m29s23/100 le pusieron un paréntesis a la memoria de
Secretariat.
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