En la prueba cumbre de Carreras de las Estrellas, el sábado, el entrenador presentará al ganador del República Argentina en el "mejor momento" de una campaña que dio un vuelco con esa victoria del 1° de mayo
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El República Argentina fue debut clásico y triunfo para el caballo del stud Rodolfo Pedro (Gustavo Duprat) |
Nievre (Catcher
in The Rye) es una de las apariciones que le hacían falta a la categoría de los
mediofondistas. Como Durazzo (Fortify), el ganador del Gran Premio 25 de Mayo
(G 1) y el Clásico Porteño (G 3), que será su rival más fuerte en el Estrellas
Classic (G 1-2000 m),
el sábado. Un nivel en el que ya no está el Caballo del Año, Village King
(Campanologist); Miriñaque (Hurricane Cat) todavía debe volver tras su excursión
por Medio Oriente, y otros, como Dalbornell (Don Valiente), parecen tener su
camino futuro en el césped.
Nievre viene de ganar el República
Argentina (G 1-2000 m),
su primera victoria clásica en apenas cinco actuaciones, por la cabeza ante
Dreaman (Galicado), que en el Classic buscará desquite. El defensor del stud
Rodolfo Pedro largará desde el partidor 5.
“Quería un poquito más afuera para que estuviera cómodo; él no es un
gran largador”, revela Edgardo Martucci, entrenador de Nievre, tras el sorteo y
elección de gateras. Y aclara: “Pero donde choquen con él rebotan, porque es un
asesino (lo dice en serio, con media
sonrisa)”.
Gardy refresca la historia del sufrido zaino de 4 años, que contó después
del República, pero ahora con las pulsaciones normales: “Cuando era potrillo
andaba con una pata a la rastra, un problema mecánico pero que uno trataba como
si fuera una lesión. El veterinario [Andrés Smetana] no le encontró nada y me
dijo ‘arrancá, porque va a andar siempre así’ y la verdad es que tuvo razón.
Cuando los caballos corren tanto hay que correrlos sanos. Si no tenía ese
problemita… Tiene una máquina bárbara, es el mejor de todos, por lo menos de
los míos. Un día (el jockey brsileño) Ricardinho me preguntó: ‘Este es el que
yo le dije ¿no?’. Un fenómeno, pero nunca lo corrió, porque era plena pandemia;
si no, lo hubiera corrido él.
-¿Qué carrera veremos el sábado?
-Nievre llega
muy bien. Yo respeto a todos. Tuvo una buena pasada y después mejoró un montón.
Está bien mantenido. Le di la pasada porque hace más de cuarenta días que no
corre y a él le gusta correr, se tiende. Y con Chuchú –Esteban Torres, el
jockey- que lo conoce como si fuera su
hijo… Yo lo voy a mandar a correr adelante y si se hace de galope no quiero que
lo tironee, que venga segundo o tercero a lo sumo.
-¿Cómo es esa tarea de darle confianza a un
jockey para correr un caballo bueno?
-Siempre lo
hice, pero ahora es distinto porque nunca tuve tantos caballos de una misma
caballeriza y un propietario que me dio la derecha: ‘Si lo trabaja que lo
corra’. Yo gané dos Grupo 1 con [Héctor] Correa.
Martucci fue claro con Bor en cuanto a que había que comprar caballos buenos. Es decir, invertir. "Costó mucho
porque arrancamos de cero; este stud tiene tres años nada más y Rodolfo empezó sin saber nada de carreras. El papá y el tío trabajaron en el hipódromo
de San Isidro en las antiguas boleterías, vivía al lado de mi casa y mi viejo
le alquiló el stud a su abuela, jugábamos a la pelota, pero desde ahí nunca
más. Cuando volví a verlo por un amigo en común, me dijo que no quería
saber nada con esto. Pero entró con un potrillo que yo había comprado en
Abolengo, que se malogró. Hasta que vino a ver un República Argentina conmigo y
le gustó. Preguntó cómo entraba y le dije que tenía que comprar caballos
buenos, si no, no tenemos chance. Y así compró veinte caballos desde agosto. Al
año siguiente otros 20 y después otros 20. Desde cero. Y ahora se metió hasta
las patas y me gusta porque se estudia los pedigrees. Voy a comprar los
caballos y él va a lo profundo del pedigree. Hablamos todos los días pero no viene a
ver los vareos, nunca. ‘Yo trabajo, si no, no podría tener caballos de carrera’,
me dice.
Para
mostrar la transformación de Bor desde aquel amigo reacio a mezclarse en el
turf a este estudioso, Gardy cuenta sobre Eliceo (Remote), un 4 años que viene
de ganar dos comunes al hilo. “Es un caballo bueno, pero no lo quiero chocar
con Luthier Blues (Les Blues), por lo menos por ahora, y cuando Chuchó dijo en
un reportaje en la Palermo que podía ir a los clásicos se embaló, le dije que
se lo compraba y no le gustó, me miró como diciendo que ni loco. La verdad es
que tener un propietario como él nunca lo imaginé y menos a esta edad.
Hablamos de
Agustín de Arriba, el ex jockey fallecido la semana pasada, al que Martucci
conoció mucho. “Primero, una gran persona, y como jockey un opinador bárbaro. Estaba con Mayansky
Neer, en el stud de al lado del mío. No me trabajaba pero me corrió. Estaba con
Marinetti, después con Neer. Me dio mucha pena”.
-¿Hay hoy jockeys con esa clase de opinión?
[Una cosa trae a la otra]
-Cada vez menos. Chuchú es uno
de ellos; es mejor a la mañana que a la tarde y con buenos caballos lo está
demostrando. Si quiero saber si un caballo anda bien se lo doy a él. Yo nunca
tuve estos caballos, y él tampoco, pero los de esta clase te enseñan. Mirá que
gané Grupo 1 y Grupo 2 y muchas carreras, pero este tipo de caballos no tuve
jamás. Cuando reprisó este caballo le dije ‘correlo como quieras, si tenés que
ir adelante que vaya’; corrió adelante y ganó por varios cuerpos. Ojalá pueda
correr en la punta el sábado.