La criadora de los dueños de la velocidad en la serie de la FEAR disfruta el largo buen momento de su haras El Paraíso, destaca al reproductor que se acerca a Intérprete en la estadística y al fenomenal Le Blues, padre de los dos ganadores de los Sprints
Fue espectacular el triunfo de Labrado por once cuerpos, en el Junior Sprint (Hapsa) |
“Sabrina
Land, la madre de Labrado (Les Blues), es hija de Sebi Halo, que es lo más
importante”, lo ataja a uno Victoria Duggan después del triunfo de Labrado en
el Estrellas Junior Sprint (G 1-
Aquel hijo de Southern Halo y la gran Esnaola (Ringaro), en una
simbiosis impecable entre La Quebrada y Abolengo, ganador de ocho clásicos,
incluido el Suipacha (G 1); el padre de Seas Alabada, Senegalesca y Springdom
–padrillo del haras desde este año-, entre sus 50 crías clásicas; el del 67% de
ganadores, murió en 2020.
Sebi Halo fue apenas una nota al pie en la tarde de las Estrellas en
Palermo en la que Le Blues tuvo tres ganadores y Galán de Cine, uno, pero el
cronista entró por el lado materno de Labrado. Aquellos dos son padrillos de El
Paraíso, el haras de Victoria y Pablo Duggan. “Le Blues impresiona por la
cantidad de hijos que corren y cuántos ganan, la efectividad”, describe.
-¿Cuánto influyen en eso las madres de El
Paraíso?
-La
diferencia la marca la solidez y la suerte que hemos tenido con los padrillos.
Y más que las familias es la crianza que tenés en el haras, el trabajo diario
de cada una de las personas que están en allí, la dedicación. Eso también hace
que los padrillos tengan su oportunidad, los padrillos nacionales que nos
gustan.
La población de yeguas para la reproducción en el campo de La Luisa está
lejos de ser inabarcable para Victoria. “Tenemos la cantidad de yeguas madre
que nos hacen falta para probar los padrillos”, asegura. “Un buen número de
buenas madres, porque no todo se trata del número sino de que sean buenas, que
es lo difícil. Se consiguió eso con el tiempo gracias a Intérprete, sobre todo,
y ahora a Sebi Halo, con esas sangres que tienen los dos, extraordinarias [uno,
Good Manners y Liloy, el otro, y Southern Halo y Ringaro].
Viendo a todos los Duggan alegres, de un festejo a otro en Palermo, uno
se anima a pedirle una opinión sobre el fenómeno de la Victoria, ya como
apasionada del turf:
-¿Llevarías a Luthier Blues a más distancia?
-A mí me
gustaría verlo en más tiro por el placer de ver cómo lo hace, pero dejarlo en
la recta también es lindo. Actuaciones como las del Sprint son impagables. El
placer de ver correr a este caballo va más allá de la distancia que corra. Me
impresiona cómo lo aplauden, eso es lo mejor de todo, y la satisfacción para el
propietario, el entrenador, que lograron que el caballo sea tan parejo, ganando
nueve carreras seguidas y en estos clásicos. Son propietarios nobles, que
disfrutan de los caballos, los ven todos los días.
Luthier Blues es un emergente de la política de El Paraíso de llevar el
haras al interior con remates de productos. El caballo del stud Kirby’s se
quedó en Azul luego de la venta, y ahí se lo preparó para esta campaña
sensacional.
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