Largada del Selección: Cálida Sonrisa salió del 10; el n° 8 es de Miss Locuras / RR.PP. La Plata |
Un diagrama de la campaña afinado y un desarrollo que evita velocidades prematuras, como el que le dio William Pereyra, redondeó la victoria de la yegua sobre la valiente Miss Locuras, que corrió en la punta a buen ritmo en la pista pesada y tuvo agallas para dar pelea hasta el final
Es bastante sencillo de explicar el triunfo de Cálida Sonrisa en el Gran Premio Selección de Potrancas (G 1-2000 metros), uno de los dos clásicos de Grupo 1 que tiene el calendario del hipódromo de La Plata. La defensora del stud El Árabe, de Río Cuarto, es pupila de Juan Saldivia, lo que es hablar del equipo de Roberto Pellegatta, y ya había dejado Palermo para correr la Polla de Potrancas (G 2-1600 m) del Bosque, tras debutar ganando en la arena porteña. En aquella carrera platense había terminado 3a luego de avanzar desde un lejano último puesto para finalizar a dos cuerpos y medio de Elenika (Winning Prize), la ganadora, reduciendo mucho la desventaja en la recta, un parámetro del que sin dudas el cuidador tomó nota.
Ayer, Cálida Sonrisa casi repitió ese esquema: corrió expectante, mientras en la punta Mis Locuras (Manipulator) sacaba una amplia diferencia, pero William Pereyra no confió en un posible desgaste en el terreno pesado de la puntera ni de Elenika, que la escoltaba, y metió los 410 kilos de su yegua entre cuatro rivales en el codo, lo que le valió quebrar la aguerrida resistencia de Miss Locuras por un cuerpo, en el disco.
“Se hizo un lindo desarrollo, la potranca me ayudó todo el tiro y temprano fui a buscar a la número 8 [Mis Locuras] , que era una de las candidatas”, le dijo el jockey ganador a Daniel Sinegub, de la televisión del hipódromo. “Está acostumbrada a entrenarse en el barro así que fue una linda carrera para ella”, completó.
Juan Saldivia, en tanto, comentó: “Estamos muy contentos porque es una potranca a la que le tenemos mucha fe; con su físico de 410 kilos se trata de perdonarla un poquito en el vareo, pero tiene corazón y te permite prepararla a la altura de las circunstancias”.
Sobre la experiencia anterior en la Polla, el profesional recordó: “Le tocó venir a correr la Polla de Potrancas contra las dos mejores de ese momento y llegó corriendo. Dejamos pasar el Diego White, en 1700 metros, y le dimos el tiempo necesario a Cálida Sonrisa para prepararla para 2000 metros”. Hubo una corrida, entonces “y me gustó”, aseguró Juan Franco, que reconoció que “ahora se dio el desarrollo que pensamos, aprovechando su velocidad de los 800 en adelante”.
La victoria de Cálida Sonrisa parecía fácil de explicar, pero hay un trabajo artesanal de por medio para que llegue en forma a un clásico como el Selección y a las distancias que vienen.
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