Luego de ganar el Clásico Goenaga (G 2), Gardel Pass se insinúa como una de esas excepciones que produce el Alfalfar más allá de la velocidad

 

Gardel Pass peleó desde el principio y remató con fuerza /  RRPP Hip. de La Plata 

En su debut en el hipódromo de La Plata, el pupilo de María Álvarez/Walter Suárez se impuso en 1500 metros y abrió las puertas a la posibilidad de seguir su campaña en la selección de los potrillos 2022
 

 

Una victoria llena de detalles interesantes para su futuro consiguió Gardel Pass en el Clásico Pedro Goenaga (G 2 – 1500 metros), en el que se impuso por un cuerpo y medio sobre Winston (Forge), para alcanzar su primer triunfo clásico al pisar por primera vez la pista de La Plata.

A poco de iniciar su campaña, los avatares propios de las carreras le habían puesto una corta pausa a Gardel Pass allá por enero, cuando salió de perdedor en el kilómetro de Palermo, en su segunda actuación, pero fue distanciado e inhabilitado durante un mes por competir con tratamiento no autorizado. Cuando reapareció, en el final de marzo, quedó tercero de Amor de Contramano (Gouverneur Morris) en 1500 metros, la distancia en la que ese rival ganó luego el Gran Premio Montevideo (G 1), y la misma que afrontó ayer el defensor de El Alfalfar, donde fue criado.  

Con Kevin Banegas, el jockey referencial de Fernanda Álvarez y Walter Suárez, sus entrenadores, el hijo de Distinctiv Pass corrió acechando al puntero Piñazo (John F Kennedy) en medio de cuatro rivales. En el codo iba entre Piñazo y Winston (Forge) y en la recta demostró que tenía más fuerza, lo que le dio la victoria sin más exigencias. Tercero finalizó Piñazo a medio pescuezo y Bolero Frank fue cuarto, a dos largos y medio.

Dijo Banegas: “Siempre vino cómodo, es un potrillo pronto. En la recta vinieron a ganarle, pero se aguantó”, y del fémur izquierdo.

Walter Suárez, también en diálogo agradeció “al Colo (Suárez) y a Mary, que siempre estuvieron ahí”, en alusión a su recuperación tras un acccidente que le demandó tiempo y un par de cirugías por la fractura con Daniel Sinegub, de la televisión del hipódromo, ofreció un dato, casi una curiosidad: “Alfredo [Camogli, propietario y criador] fue el que sugirió que diera la vuelta”. Ya es bien conocido el gusto por las carreras de velocidad del productor de Rojas, provincia de Buenos Aires, expresada en el haras y en la pista, aunque no reniega de las excepciones, como Interaction (Easing Along), un ganador del Pellegrini que crió en su campo, para Haras-Stud Futuro.

Y según el cuidador, no extrañaría volver a ver a Gardel Pass en la media distancia: “Estuvo anotado en la milla pero se anuló. Fue la primera vez que corrió en La Plata y Kevin dijo que agarró la pista como si hubiera corrido siempre aquí”. Como para ampliar el horizonte hasta el Bosque.