Un fin de temporada inmejorable para Super Inter / Prensa Palermo |
A los 6 años, Super Inter ganó el Clásico Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (1800 m), su tercer triunfo clásico consecutivo en Palermo; en la suelta hocicó My Stormy Dark, cuyo jinete, William Pereyra, resultó ileso
A uno le da la sensación de que Super Inter es varios caballos en uno. Que pasan las generaciones de rivales, las carreras (van 31 actuaciones), las series clásicas y los campeonatos y él se adapta a las circunstancias sin perder su esencia. Que a los 6 años sigue fresco pero maduro como para que no lo asusten los cucos.
Ayer, en el Clásico Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (1800 metros) -de paso, no hubo autoridad porteña alguna entregando trofeos, tampoco un dirigente del hipódromo de Palermo-, su adversario más fuerte en los papeles, My Stormy Dark (In The Dark), hocicó en la suelta. William Pereyra, su jockey, quedó tendido pero ileso, como se pudo ver cuando concurrió a la premiación en la carrera siguiente, y sólo hay que lamentar el enfrentamiento frustrado, que seguramente tendrá nuevos capítulos.
Lo cierto es que Super Inter (Super Saver) fue muy superior. Kevin Banegas lo ubicó tercero de Storm Sound (Hi Happy) y Bamb Craf (Mastercraftsman), que imprimieron velocidad al trámite, con 46s y monedas los primeros 800, y en la recta fue a buscar al puntero, al que superó a dos cuadras de la meta, donde marcó un cuerpo y medio sobre Storm Sound, con Operístico (Daddy Long Legs) tercero a la cabeza.
“Es un caballo versátil, siempre corre en el fuego pero se adapta; puede correr adelante, segundo o tercero”, describe Nicolás Martín Ferro, entrenador del defensor del stud Disco Eterno, a pedido. “En la última carrera -triunfo en el Clásico Irineo Leguisamo (L-2000 m)- no había puntero y agarró la mandolina; vimos que había velocidad entonces le di libertad a Kevin para decidir dónde ubicarlo entre los tres de adelante y justo se dio la caída de William en la suelta, que cambió un poco todo; el nuestro tampoco largó bien, pero se puso 2° en los 1000 y ganó con solvencia, con algo de tráfico con el caballo que venía suelto”.
Para el cuidador, el año de Super Inter está cerrado con los tres éxitos al hilo en casi 50 días, por lo que piensa en un descanso para él, con el torneo de Palermo en la mira para 2025. “Está hecho un potrillo, sano, rinde siempre, sobre todo entre 1800 y 2000; nunca te deja a pata, así que merece medirse otra vez con los mejores”.
Con su hija Luna en brazos, Nico celebró en el círculo de ganadores la 10a victoria de un caballo que insiste en dar razones para que no se lo califique como veterano.
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