viernes, 5 de abril de 2024

La transformación del histórico El Tala, el haras Cortines y una tradición que Ana y Félix Crespo sostienen honrando su herencia


Ana, Félix y los nietos de ambos, en Palermo / Prensa Hapsa


La división en dos del establecimiento de Luján, que fundaron Félix, Pedro y Manuel Crespo, es un signo de habitual en una actividad que atraviesa generaciones de familias y que en estos tiempos sufre, pero preserva la producción de caballos de carrera


El Clásico Pedro E. y Manuel A. Crespo (G 3) está afianzado en el hipódromo de Palermo desde 2009, cuando empezó como una carrera de la recta para productos de 2 años, que al año siguiente se corrió en 1500 metros hasta 2017 y desde allí bajó a los 1400 meetros actuales. Un clásico que honra a una familia ilustre del turf argentino, a partir de aquellos dos hermanos que se unieron a su padre, Félix, y fundaron el haras El Tala.

Ese nombre se mantiene, pero la cabaña se dividió y se formó el haras Cortines. Lo cuenta Félix Crespo, uno de los titulares de la nueva firma y presencia infaltable en cada edición de la prueba, como la que hace una semana ganó Dulce Despertar. “No es más El Tala como lo conocimos porque al morir mi hermano Pedro, Perico, se produjo una disputa con mis sobrinos, sus hijos, y ellos se quedaron con el nombre. La tierra y los caballos ya estaban divididos. Nosotros fundamos otro haras pero en el mismo lugar, con las mismas tradiciones y la misma gente. Somos más El Tala que Cortines”, asegura Félix.

-Esta es la historia reciente ¿y el origen?

-El haras lo creó mi abuelo, Félix Crespo, con mi padre Pedro y mi tío Manuel, luego se agregó mi madre, Ana María Pérez de Crespo, que venía mucho al hipódromo. Falleció el año pasado (se quiebra Félix con el recuerdo).

El establecimiento de los Crespo comenzó a funcionar en la primera mitad del siglo XX.

El plural que emplea Crespo es por su hermana melliza, Ana, que también está en cada edición del clásico y siempre que compiten sus caballos. Cortines está a 10 km de la ciudad de Luján, en una localidad del partido de este mismo nombre. “Tenemos casi 70 yeguas y al padrillo Dubai Thunder (Dubawi), que va por su segunda generación en las pistas y lo compartimos con un par de socios, Don Arcángel y Aitué”, detalla Félix, y agrega que hay 15 yeguas madre del haras Firmamento, en Cortines. “Mad Speed, es uno de los que nacieron en casa”, recuerda Félix a un ganador del Gran Premio Palermo (G 1) con la chaquetilla de la gaviota.

Inevitable, surge el tema de la actualidad del turf. “Es un momento bravo porque encima no te acompaña el país, que es burrero y le gustan los caballos y las carreras, pero la realidad es que cuando las cosas van mal lo primero que hace la gente es cortar lo más fácil, que es el entretenimiento. Sin embargo hay muchas carreras en el Interior y si la cosecha es buena, los propietarios y el público acompañan”, analiza.

Durante la charla  mencionamos un amigo en común, Jorge Roberts, el veterinario que tiene su centro de múltiples servicios para los sangre pura en Torres, cerca de Cortines. “Con Jorge somos de los que la luchamos. Yo vivo en el campo, me levanto todos los días a las 5 de la mañana para trabajar”, afirma Félix Crespo, que le hace honor a la actividad que ama por herencia y por trabajo.
















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