domingo, 3 de marzo de 2024

"Cada día emociona más; debe ser el caballo más versátil que me tocó cuidar", dice Nicolás Martín Ferro sobre el gran Treasure Island

 



El remate de Treasure Island, potente como si no hubiera sido el puntero / Prensa Palermo

El caballo del stud Bien de Abajo, de Azul, sumó su octavo triunfo, el quinto clásico, en el Otoño-Copa SADRA (G 2-2000 m), al regresar a la pista de arena de Palermo después de ocho meses y seis actuaciones de máximo nivel en césped 


Hay una sensación que emana de cada actuación de Treasure Island que trasciende los resultados. Y uno se alegra de que sea un sentimiento compartido: “Cada día emociona más”, confiesa Nicolás Martín Ferro, su entrenador, al que no se le puede endilgar un gesto de parcialidad en semejante preferencia. “Es un pingo; hay pocos caballos con esta regularidad: dos años compitiendo contra los mejores, cambiando de tiro, cambiando la pista. Adonde va, corre, gana o entra segundo”, comenta el preparador luego de la victoria del hijo de Treasure Beach en el Clásico Otoño (G 2-2000 m)-Copa ASDRA, en Palermo, que celebró otro Día en las Carreras.

“No es un puntero al que si no lo dejás correr no rinde. Debe ser el caballo más versátil de los que me tocó cuidar. Es para sacarse el sombrero”, refirma conceptos Nico.

-Y no especula con que se haga una punta con ritmo, si viene de atrás. Además de bancarse los cambios de jockey…

-Gustavo lo corrió en el Pellegrini porque Gonçalves lo dejó por No Fear, entonces buscamos un jockey al que le gustara la distancia, clásico, y Calvente calzaba bien ahí, no tenía compromisos y a partir de ese momento le respetamos la monta. Fue 3° en el Pellegrini -de El Encinal- y 2° en el Martínez de Hoz –le ganó Full Keid- y hoy le tocó sacarse su primera foto con Treasure Island.

La ductilidad es el rasgo que destaca el cuidador, que no lo inculca pero lo fomenta. “Venía de correr 2000 en el césped; había ganado en la arena de Palermo, en la milla, 2000 metros  y 2500; es un pingo. Él ganó en 1200, 1400, 2000 y 2500, pocos caballos lo hacen. Es admirable. Y siempre sale a dejar todo, a correr; le pueden ganar, pero nunca especula.” Ayer, volvió a pisar la pista de arena de Palermo después de ocho meses, donde en junio último ganó el Clásico General Belgrano (G 2-2500 m). 

El futuro tiene más opciones que incertidumbre para el defensor del stud Bien de Abajo, de Azul. “Seguramente seguirá en el campeonato Palermo. Veremos si va directo al República Argentina o corre antes el Gran Premio de Honor (G 1). Es un caballo que me ayuda mucho con la sanidad, el estado, recupera muy rápido, a los dos días de correr ya no sé cómo pararlo, salta, va de acá para allá –se ríe Martín Ferro, pero habla muy en serio--, tiene una gran vitalidad, y está siempre espectacular”.

Se nota, cuida. Y no molesta perder algo de objetividad cuando se habla de un caballo  tan generoso. 




























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