Con The Chosen Vron, quizá la carta más alta del trasandino para mañana / Benoit Photo |
El chileno, de 37 años y nacido en Santiago, es una de las fustas más requeridas en California desde que se trasladó allí convocado por Marcelo Polanco y Pozo de Luna y a partir de triunfos con otros caballos argentinos, como Irideo
Lo que vivió
Héctor Berríos desde que llegó a los Estados Unidos, después de ganar 2800
carreras y varias estadísticas en Chile, encuentra su punto máximo ahora,
cuando es una figura respetada y requerida en los hipódromos de California como
Santa Anita Park, la sede de un acontecimiento mundial a partir de hoy.
“Es mi
tercer año en la Breeders’ Cup. Se ve que el trabajo que he hecho ha
prosperado. Esta vez corro siete caballos, cada uno tiene su chance y ojalá
pueda conseguir mi primer triunfo en la serie. Sé que es difícil llegar a este
nivel y mantenerse, por eso espero que esto pueda ser el comienzo de muchas
cosas buenas en el camino”, dice el nacido en Santiago hace 37 años. Siete montas
en este festival de Grupos 1 es un mérito
innegable: Irad Ortiz Jr., número 1 en los Estados Unidos, dirigirá siete ejemplares
y Frankie Dettori, cinco, mientras que Mike Smith, de 58 años y el más ganador
en la Breeders’ Cup, conducirá a tres ejemplares.
“Los
cambios en mi carrera han sido para mejor, como moverme de Florida a California,
donde tengo a Michael Burns como agente”. Héctor está espacialmente agradecido por haber
dirigido a dos caballos argentinos, los dos de Pozo de Luna. “Blue Stripe
(Equal Stripes) me dio mi primer Grupo 1 en los Estados Unidos [el Clement L.
Hirsch, en Del Mar], e Irideo (Easing Along), la primera monta clásica que tuve
en California”, enfatiza. Con el stud y haras del mexicano José Cerrillo, que
dirige el chileno Fernando Fantini, Berríos tuvo el espaldarazo.
Héctor llevará
esta tarde las riendas de Slider (Jimmy Creed), en la Juvenile Turf Sprint (G
1-1000 m-césped), Dreamfyre (Flameaway), en la Juvenile Fillies Turf (G 1-1600
m-césped); Grand Mo The First (Uncle Mo), en la Juvenile Turf (G 1-1600 m-césped),
y mañana, sábado a The Chosen Vron (Vronsky), en el Sprint (G
The Chosen Vron
acaso sea la apuesta más fuerte para Berríos, que viene en una impresionante
serie de ocho victorias al hilo, la última en el Bing Crosby (G 1-
Cuando el
gran Marcelo Polanco lo subió a la silla de Irideo, para ganar el Wickerr
Stakes (1600 m-césped) de 2022, publicó el Daily
Racing Form: “Berríos le dio a Irideo un desarrollo perfecto, sin perder
terreno, con una atropellada desde la 10ª posición entre 11 caballos, y estampó
una sorpresa de $
Tito, como
lo conocen los amigos, calificó el año 2022 como “el mejor de mi vida”. Quién
sabe si deberá modificar esa opinión ahora, que es mucho más que un confiable
piloto para el pasto. En la temporada pasada sólo le quedó una espina, y justo en
la Breeders’ Cup, por el 2° puesto -enorme,
gigantesco- en el Distaff, cuando Blue Stripe perdió por el hocico ante
Malathaat (Curlin), en Keeneland. Pero no le quedan deudas con los caballos
argentinos que corrió y que lo ayudaron a ser mejor.
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