La suspensión de Dany Etchechoury, en el domingo de la victoria de Mysterious Way y un triplete que es moneda corriente

La mejor demostración clásica de Mysterious Way

 
Durante el fin de semana, el entrenador no presentó los caballos a su cargo en la reunión de San Isidro, entre ellos la ganadora del Clásico Los Haras (G 2), que pertenece a RdI, el stud que sería propietario del ejemplar pasible de la sanción 

La victoria de Mysterious Way en el Clásico Los Haras (G 2-2000 m), incuestionable, contundente, se inscribió en una tarde de domingo en el hipódromo de San Isidro en la que Carlos Daniel Etchechoury, su entrenador, consiguió un triplete de éxitos. Nada que asombre. Pero Dany no pudo estar en ninguno de esos festejos en la herradura de los ganadores porque pesa sobre él una suspensión provisional recientemente conocida, aunque no oficialmente, como suele ocurrir con el hipódromo de San Isidro. Daniel Bordón, su colaborador principal, presentó a sus ejemplares.

La yegua de RdI, con el eficiente Brian Enrique, ganó por seis cuerpos en 1m59s77/100 una carrera brava, en la que estaba una yunta de Santa Inés, formada por Esnara (Firing Line), segunda a seis cuerpos, y Punta Turquesa (Fortify), sexta después de terciar por la punta desde el opuesto, entre otras rivales de fuste. Mysterious Way es una hija de Agnes Gold de 4 años que suma ahora cuatro éxitos en ocho actuaciones y placés clásicos notables, como el tercer puesto en el Estrellas Distaff (G 1), a un cuerpo de Belleza de Arteaga (Cosmic Trigger), la vencedora. Su nombre (quizá "Maneras Misteriosas", en español), parece una alegoría ahora. 

Desde el viernes, los corrillos en las reuniones de San Isidro y Palermo se multiplicaban con el dato de que el resultado positivo que desencadenó la sanción fue precisamente con una yegua de RdI y que hubo un malentendido con un veterinario inexperto en ese stud. Las caballerizas más grandes que atiende Etchechoury se manejan con profesionales y asistentes de entrenador propios, como es el caso de la divisa brasileña, además de los que tiene el profesional. Estos trascendidos son moneda corriente cuando se retacea o se demora en dar a conocer la información oficial, y en su mayoría, sacando detalles, resultan certeros al final del día. 

Hace dieciocho años, Dany vivió una situación parecida cuando fue suspendido por seis meses por un tratamiento a un ejemplar del stud Arroyo de Luna, caballeriza que también fue sancionada. Antes de eso, el desaparecido Gastón Balbi, propietario y criador, propuso cambiar al veterinario y eligió uno con la venia de Dany. Eso generó una situación enojosa cuando salió la inhabilitación, pues Balbi fue señalado como el culpable de la infracción y la ruptura con el cuidador fue inevitable.

Después de aquel asunto, conflictivo y traumático, Balbi celebró un segundo semestre de 2005 brillante con caballos de su cría: Forty Licks (Not For Sale), ganador del Nacional (G 1) y el Jockey Club (G 1) y 2° en el Carlos Pellegrini (G 1); Gold For Sale (Not For Sale), primero en la Polla de Potrillos (G 1), lo que le dio a Arroyo de Luna una Triple Corona con distintos ejemplares, y Strawberry Lake (Salt Lake), dueño del Joaquín de Anchorena (G 1).

En el caso de estos días, las similitudes con el pasado, de confirmarse las versiones,  serían las cuestiones veterinarias con nuevos profesionales de por medio en caballerizas de enorme éxito. Pero más allá del enojo de Etchechoury con el incidente hay una responsabilidad suya -que no elude, por cierto- que se traduce en quedar como el único damnificado en lo disciplinario, no en lo laboral porque aquí la caballeriza no es clausurada como en los Estados Unidos, por caso.

La enorme estructura de Carlos Daniel Etchechoury tiene muchos asistentes y colaboradores, y el control estricto lo hacen hombres y mujeres, con sus aciertos y sus errores. Y el turf ofrece tentaciones que están latentes a cada paso.