Érase Una Vez y My Stormy Dark: dos triunfadores contundentes para olvidar el injusto estigma de los especiales de debutantes

El potrillo de Las Monjitas y la potranca de G & G se impusieron por varios cuerpos en el Julio F. Penna y el Juan Pedro Artigas, respectivamente, en la pista pesada de Palermo, el día después de que otros dos productos "reinvindicaran" el buen nombre del Zubiaurre y el Boucau con victorias de Grupo 1 

Érase Una Vez se afirmó como si nada en la pista pesada / Gza. Prensa Palermo

 

En la jornada del GP 25 de Mayo se dieron dos circunstancias que a nadie les pasaron inadvertidas: No Fear (Agnes Gold) y Único Happy (Hi Happy), los ganadores de los grandes premios De Potrancas (G 1) y Gran Criterium (G 1), venían de debutar exitosamente en los clásicos –hoy Especiales- a los que por mucho tiempo se calificó como “tumba de cracks”. Fueron décadas en las que New Dandy (New Noble) quedó casi solo cuando le dio un cachetazo al estigma y empezó pronto su derrotero clásico con las 2000 Guineas (G 1), para seguir hasta convertirse en Caballo del Año y Mejor Fondista de 1982.

Va a ser difícil sostener aquella creencia con las dos muestras del jueves 25 no son las únicas. Por eso pero sobre todo por la forma en que se impusieron en los especiales Juan Pedro Artigas y Julio Félix Penna, en los 1600 m de Palermo, la potranca Érase Una Vez (Il Campione) y el potrillo My Stormy Dark (In The Dark). La primera, por 9 cuerpos; el potrillo, por 10, los dos afirmando sus aplomos en la arena pesada como un chico chapoteando en el barro, y con remates sostenidos.

Dice Guillermo Frenkel Santillán, entrenador de Érase Una Vez, del stud G & G y criada en el haras El Paraíso: “Me hizo acordar a Rafale ganando en el barro”, bromea, fiel a su estilo, con ese paralelo con la gran yegua de Comalal, heroína del Gran Premio Carlos Pellegrini de 1967, entre otras conquistas. “Cumplió con la muy buena impresión que teníamos; se le notaba calidad, hizo un buen floreo y quedó lista para debutar aquí, me gustó. Necesitábamos ganar para correr en las Estrellas”.

Frenkel eligió a la potranca en El Paraíso, el criador, que se asoció con Gonzalo y Gustavo Punte, los mismos dueños de la clásica Emperadora. En la pista, Juan Cruz Villagra llevó a Érase Una Vez expectante y no le mostró la recta final hasta que la ubicó a media cancha; después, dejó parada a Avegoria (Hurricane Cat), que sobre el disco finalizó tercera cuando Rebecci (Fortify) la superó por ventaja mínima.

 

My Stormy Dark, al estilo Giannetti

Ya se había hecho de noche cuando los potrillos del Especial Julio Félix Penna empezaron sus campañas en una misma gatera y 1m35s57/100 después, el potrillo de Las Monjitas demostró ser muy superior con la fórmula que más le gusta a Adrián Giannetti, su jockey, bien lejos de los punteros Ever Daddy (Daddy Long Legs) y Halo A Full (Holy Boss).

My Stormy Dark fue una máquina en la recta de Palermo / Prensa Palermo

En el final de la curva y por afuera, My Stormy Dark ya había reducido la diferencia y en una larga atropellada dejó segundo a Ever Daddy y Runhappy (Orpen), el potrillo de nombre poco original, se clasificó tercero a cuatro cuerpos.

“Se apuraron adelante, venían ligero”, analizó Carlos Daniel Etchechoury, entrenador del caballo que crió El Gusy. “Y nosotros lo aprovechamos”, añadió, bromeando con una circunstancia que fue real en una pista tan pesada. “Lo hablamos con Adrián y él decía que a pesar del agua que había, la cancha estaba firme”.

Era inevitable hablar de los clásicos para debutantes: Dany entrena también a Único Happy, el potrillo de Haras El Ángel de Venecia que ganó el Gran Criterium. “No soy cabulero, no creo en el 13, siempre hay cositas, pero son carreras muy especiales y ese día gana el que se siente mejor y después por ahí no repite; le pasó a papá [el gran Juan Carlos, Pochi] y también a mí”.

Lo cierto es que los ganadores del Penna y el Artigas tuvieron actuaciones tan notables que es difícil que vayan a depender de la suerte en el futuro.