domingo, 23 de abril de 2023

Está en los libros: si dos punteros se pelean, los devora uno que atropella, como Jazz Seiver en el Clásico Porteño (G 3)


 El caballo de Las Monjitas puso en el césped de San Isidro su experiencia de ganador de Grupo 1 y la buena mano de Adrián Giannetti, un especialista en correr de atrás, para superar sin luz a Menino do Rio, que había tenido competencia en la punta de parte de Camus Superior, finalmente cuarto a más de seis cuerpos



Giannetti, a puro grito al pasar de largo en el cierre / Gza. Hipódromo de San Isidro


En cualquier tratado sobre carreras figura un desarrollo como el que se dio en el Clásico Porteño (G3-2400 m-césped): un puntero casi cantado, Menino do Rio (Fortify), de arrimes clásicos en los que debe resaltarse la cuarta posición en el Martínez de Hoz (G 1-2000 m), en febrero último, y otro, Camus Superior (Vástago Salvaje), invicto luego de su estreno en su Río Cuarto de origen y de dos triunfos condicionales en Palermo, con todo el derecho de discutirle el liderazgo de las acciones al más fogueado, al punto de que los apostadores lo ungieron en favorito. 

También indican los libros que un caballo que corre de atropellada puede aprovechar la puja que en efecto se dio en la delantera entre aquellos dos, que fue lo que hizo Jazz Seiver (Super Saver), que mejoraba a todos con una experiencia clásica que incluye la victoria en las Dos Mil Guineas (G 1) del año pasado y cuya reaparición en marzo con el éxito en el Clásico Regimiento de Granaderos (L-2200 m-césped) alentaba al stud Las Monjitas. Después de que Menino do Rio, dirigido por Francisco Fernandes Gonçalves, se desembarazó –no por un tramo tranquilizador- de Camus Superior, al que guió Juan Carlos Noriega, apareció por afuera Jazz Seiver, al que Adrián Giannetti había traído entre 3° y 4° lejos, para mover desde el final del codo y ganar por medio cuerpo ante un aguerrido rival.

“Fue un gran trabajo de Adrián”, califica Carlos Daniel Etchechoury, entrenador del ganador. “Venían despacio y había que calcular la atropellada justa para ponerlo en el disco; la verdad es que se hizo la carrera más favorable para la manera que corremos nosotros, porque se pelearon adelante, pero también hay que saber aprovechar eso y medirlo. Si te apurás, por ahí no tenés la misma atropellada. Seguramente correrá el 25 de Mayo”, reflexionó Dany.

En el otro plato de la balanza quedó Alfredo Gaitán Dassie, quien no ocultó su amargura por la 2ª posición de Menino do Rio, el defensor de RdI al que entrena: “Me quedé un poquito caliente; no es que quiera correr solo y Juan [Noriega] conoce a mi caballo porque lo montó en el Martínez de Hoz”, confiesa de un tirón, y después fue sarcástico: “Cuando felicité a la gente de Las Monjitas les dije ‘invítenlo a comer a Noriega’, que si no me lo peleaba a Menino, ganaba, sin duda”.

Sobre el futuro, donde espera un desquite, afirmó: “Irá al Gran Premio 25 de Mayo; por ahí lo corre Miriñaque, o quizá lo lleven a las Carreras de las Estrellas –ambos en San Isidro-; Miriñaque ha corrido muy bien en este césped, pero creo que en la arena tiene una marcha más”. La duda es si el tordillo será incluido en el Classic ya que no está inscripto en la serie de la FEAR, por lo que se deberá pagar un suplemento.

Quizás en el 25 de Mayo, ya consolidado su exitoso regreso al primer nivel, el favorito sea Jazz Seiver, el caballo que el sábado le dio un doblete clásico –sobre cuatro- a Dany Etchechoury, que prepara también a Único Happy (Hi Happy), 1° en uno de los turnos del Clásico Zubiaurre. Un hábito del entrenador.















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