De Keeneland a Ascot, de un encanto a otro, una madre le enseña el camino a su hijo

 

American Rascal, un potrillo de 2 años que es la primera cría de la notable Lady Aurelia, ganó ayer por 10 cuerpos en su estreno en Keeneland y ya se evalúa hacerlo cruzar el Atlántico para que compita el 22 de junio en Royal Ascot, donde la madre ganó un Grupo 1 y un Grupo 2

El defensor de Stonestreet es entrenado por Wesley Ward y lo dirigió Joel Rosario / Coady Photography

 

Hay un hilo indisimulable entre Keeneland y Ascot. En realidad, la conexión entre el encantador hipódromo de Lexington y el fundacional escenario ubicado a 40 kilómetros de Londres, aparece en el verde inglés que domina cada yarda del escenario estadounidense, desde sus célebres biromes en las ventas hasta el remate de las construcciones. Pero quizás el hecho más emblemático de ese nexo es la presencia de la desaparecida Reina Isabel II en 1984, en medio de una visita de estado. La recibió Ted Bassett, entonces presidente de esa organización y luego de Breeders’ Cup Ltd.

Ahora, un potrillo de 2 años llamado American Rascal (Curlin) puede renovar ese lazo, con un derrotero que ya trazó su madre, Lady Aurelia (Scat Daddy), notable ganadora clásica. American Rascal debutó en Keeneland con un espectacular triunfo por 10 ¼ cuerpos en 51s21/100 para los 900 metros y emuló a Lady Aurelia, que en 2016 hizo su estreno sobre la misma pista y distancia un 21 de abril –casi el mismo día que su hijo- y luego fue llevada al Reino Unido, donde a los dos meses ganó el King’s Stand Stakes (G 1-1000 m), de Royal Ascot y, al año siguiente, el Queen Mary Stakes (G 2-1000 m). Luego de pasar por Ascot en su primer viaje, Lady Aurelia fue trasladada a Francia, donde se impuso en el Prix Morny (G 1-1200 m), en el hipódromo de Deauville.

Es esa trayectoria, que salta de la arena al césped, cruzando el Atlántico lo que llama la atención. No tanto el que se dé un hijo que imite a su madre en la competencia. Es evidente que la búsqueda va hacia la jerarquía de una campaña en dos continentes y en pistas diferentes e históricas como las de este caso. Pero no habrá que pensar en improvisaciones: yegua y potrillo defendieron los colores de Stonestreet, que además es el criador de American Rascal, y el entrenador de ambos es Wesley Ward.

“Lo bueno de correr en Ascot es que los caballos van a la carrera sanos y vuelven sanos. Esa pista de césped y la de Keeneland son ideales para la salud de los ejemplares de 2 años en el comienzo de sus campañas. Vamos a enfocarnos ahora en el Norfolk Stakes (G 2-1000 m), el 22 de junio en Ascot; lo decidirán Barbara [Banke, propietaria de Stonestreet] y su equipo”, comentó Ward.