Defensora del exitoso Pozo de Luna, la nieta de la destacada Dando Amor se afirmó en el último tramo de los 1400 metros, llevada con mano segura por el aprendiz José Del Jesús Espinoza, que así ganó su primer clásico
En el tramo final, Espinoza sacó lo mejor de De Marina / Gza. Revista Palermo |
La larga
estela de triunfos de Pozo de Luna entregó otro momento sublime con la victoria
de De Marina (Treasure Beach) en el Clásico Eliseo Ramírez (G 2-
“Es fácil ganar con los jockeys buenos y ganar con un aprendiz, para
demostrar que si el aprendiz es bueno no necesita descargo para ganar”, dice
Alfredo Gaitán Dassie, entrenador de la potranca que mostró un golpe de
velocidad que se necesita para rematar en la recta de San Isidro. Espinoza
tiene 24 años, es de Tigre, y trabaja con el cuidador desde hace unos meses. “Siempre
me gustaron los caballos, venía seguido al hipódromo de chico”, explica el
jinete, que pasa cerca y saluda con la mano extendida, después de la premiación.
También cuenta Espinoza que es sobrino de la jocketa María Fleitas y que
el ex jockey José Padilla es su padrastro. Y por si le faltara apoyo destaca
que Gaitán lo aconseja en lo profesional y también en lo personal. “A Espinoza
me lo recomendó Lucrecia Carabajal y ya ganó como 26 carreras”. En el Ramírez,
el jockey sabía que no debía preocuparse por venir adentro y llevó a De Marina expectante,
cuarta detrás de Do Re Mi (Hi Happy), La Ordenanza (Il Campione) y Noche Alta
(Hi Happy); en la recta, la abrió a la tercera línea y se hizo fuerte en los
100 finales.
El cuidador explica por qué no fue sorpresa el triunfo de De Marina: “Es
una yegua que sirve; en su debut vino encerrada por dentro y ganó una carrera
tremenda.” Esta vez no corrió mucho más libre. “Nos tocó el 1 de largada, vino
por dentro; hace unos quince días había sufrido un traumatismo en una mano, casi la
retiramos ahora. Después, Pablo Duvine [veterinario] nos dijo que iba a estar
bien pero pasó unos días caminando”.
Gaitán Dassie asegura que la potranca le enseñó que no necesita exigencias
en la preparación; con la terapia de hielo y barro superó el problema y no sintió
que le faltaran ejercicios. “Desde que ganó hizo una partida solamente; echó 50
en el barro, el martes”. Tomás Larrain, manager de Pozo de Luna, comentó que la zaina había sido vendido, pero sus compradores la devolvieron por un problema físico menor.
De Marina es la primera cría de Denali, una hija de Easing Along y la clásica
Dando Amor que obtuvo tres victorias condicionales en pista de arena. Sin
embargo, la ganadora del Ramírez seguirá en el pasto. “Es hija de Treasure
Beach y en Palermo necesitás caballos de mucho físico; los chiquitos no pasan,
salvo los que entrenan ahí”, detalla el preparador. De Marina pesó el sábado
431 kilos, un registro que fue en aumento desde el debut. Igual que su cotización.
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