De los campos de Comalal, el "casi uno-dos" en el Clásico Raúl Chevalier, con el notable Río Maggio y un potrillo adoptado

El hijo de Winning Prize volvió a ganar un clásico de Grupo 2, esta vez en el césped de San Isidro y también por amplio margen, ante Full Golyat, preparado de destete en el legendario haras de Mar del Plata, en el que Gran Muñeca arrienda varias hectáreas 

Eduardo Ortega Pavón tiene mano para llevar al mejor 2 años de la temporada / Gza. San Isidro

Río Maggio se supera en cada actuación. Nada que sorprenda en un potrillo de 2 años. Se supera a sí mismo porque todavía no salió un rival que le discuta el liderazgo de la generación 2020. No lo tuvo en el Santiago Luro (G 2), en Palermo, ni lo tuvo ahora que se impuso en el Raúl y Raúl E. Chevalier (G 2-1400 m), la tradicional carrera que San Isidro puso en el calendario cuando reabría sus puertas en los últimos veinte años del siglo pasado.

Esta vez fue de seis cuerpos la diferencia que el defensor del stud Njb marcó sobre su escolta, Full Golyat (Full Mast). Más reducida que los quince largos del mes pasado, pero similar en las formas: Eduardo Ortega Pavón lo dejó segundo del puntero, en este caso Ganas de Correr (Safety Check), y lo dominó a poco de ingresar en la recta final. Aquella vez, Río Maggio (Winning Prize) no sintió la fusta y ahora el jockey paraguayo la bajó tres veces.

Tres victorias y dos segundos adornan el curriculum de Río Maggio –perdió en el Kemmis, ante Celestial Candy, y en el Congreve, superado por El Porfeado-, que es el primer caballo de su propietario venezolano, y es el último en salir de un haras histórico. “Comalal hoy se ha achicado mucho y la satisfacción es que criamos dos machos y algunas potrancas, pero los dos machos corrieron el Chavalier, o sea que hay precocidad, sanidad, y este caballo me parece que es cosa seria”

El dueño de la frase es Eduardo Martínez de Hoz, propietario junto a seis de sus hermanos de la cabaña ilustre del turf argentino, nacida hace más de 60 años de la escisión del gran Chapadmalal (la otra rama fue Malal-Hué). Sigue con Río Maggio el cabañero: “Esta vez me daba un poco de miedo porque San Isidro no es igual que Palermo y sin embargo largó pronto, Ortega lo pudo poner segundo, muy bien, y finalizó espectacular”. El potrillo estaba para la venta, pero “tenía una mano un poquito desviada y no se puedo vender”, recuerda Eduardo.

Comalal envía sus productos para que “se terminen” a Capitán Sarmiento, al haras Santa Rita, de Santiago Viale. “Él nos avisó que había un interesado. Se vendió en un precio bajo”. El ex entrenador, que cuidó a la extraordinaria Luck y al imponente Chullo, señala que el virtual 1-2 tiene una razón: “Estuvo desde destete en Comalal, en un sector que arrendamos al haras Gran Muñeca, así que prácticamente fue 1-2. Lo que queremos es que Gran Muñeca tenga un gran éxito porque invierten, le ponen muchas ganas a esta actividad. Crían en Capitán Sarmiento pero cuando destetan mandan los potrillos para Mar del Plata”.

Martínez de Hoz dejó la dirección del haras hace poco: “Ahora superviso; a veces con el último de la cola sale este monstruo”, dice con una sonrisa. “El campo está verde, no tuvimos sequía y como estamos a 4 km del mar llovió siempre”, enfatiza. Aquel monstruo es Río Maggio, producto del eje fértil que atraviesa también a Firmamento, Santa María de Araras, Wilgerbosdrift y Los Nogales, entre otros, y que desde el origen del turf argentino gobernó Ojo de Agua, una leyenda, como Comalal.