Ramón Ferrer, veterinario de la época más fructífera del inactivado haras de Pilar, estuvo el sábado en San Isidro, donde vivió el triunfo del potrillo y comentó acerca de un pedigree que refleja una impronta de velocidad que está vigente
Ramón Ferrer (saco beige), comparte la copa con Antonio Bullrich (der.) / HSI |
La memoria
cercana se movilizó el sábado del Gran Premio Carlos Pellegrini, con nombres
fuertes que resuenan y van a seguir resonando por obra y gracia de la genética
de los sangre pura de carreras argentinos. Uno fue Joy Neverland (Fortify),
ganadora de la Copa de Plata (G 1), criada en el desaparecido haras La Biznaga.
Otro, Just On Time (Hurricane Cat), héroe del Gran Premio Félix de Álzaga Unzué
(G 1-
Ramón Ferrer fue uno de los veterinarios del haras de Pilar/Gral. Rodríguez
en los años de mayor éxito de la cabaña de los Ceriani Cernadas y estuvo en el
estrado de premiación. “Me acuerdo de que Linda Baby se vendió en la
liquidación de La Quebrada en 2017. Es una hija de Salt Lake de la familia de
Lindeza, una ganadora –dos triunfos- muy linda, zaina oscura, de mucha
clase, como todas las Salt Lake. Debe de haber sido una de las yeguas caras del
remate”, describe.
--¿Por qué figura La Quebrada como criador, en el Stud Book?
-La compró
Antonio y justo con esta cría, Just On Time, no se llegó a tiempo para hacer la
transferencia, entonces quedó como criador haras La Quebrada; podría ser una
crianza compartida, pero el propietario es Antonio. Tiene un hermano entero, que
está por entrar a cuida. La genética de La Quebrada sigue dando que hablar
donde esté.
-¿Extrañás el haras?
-Sí, se
extraña. Igual creo que es una etapa que tuvo su tiempo y el equipo con el
doctor Horacio Houssay, Marcelo Canónico, Horacio Berrotarán, Mariano Houssay y
todos los que trabajábamos allí vivimos algo difícil de repetir. Una época dorada
de La Quebrada y del turf.
-¿Qué padrillos estaban en La Quebrada cuando
empezaste?
-Salt Marsh y Logical, los dos dieron ganadores de la Polla de Potrillos
y de Potrancas. Después Southern Halo, Luhuk, Mutakddim y todos los que
vinieron, los últimos fueron Grand Reward, Indygo Shiner, Endorsement… Los
entrenadores también se destacaban, Carlos Zarlengo en Palermo y Pochi
Etchechoury en San Isidro.
Ramón sigue vinculado con la actividad, ahora trabajando en Chinfield. “Es
un laboratorio de productos veterinarios especializado en caballos, de origen
nacional, soy co-director técnico y Juan Carlos Sosa es el director. Visito los
haras y los studs, y estamos muy presentes en Medio Oriente, Dubai, Emiratos,
Qatar, Bahrein, Kuwait”, cuenta Ferrer. Y amplía: “Es una PYME argentina que
anda muy bien, está por cumplir 60 años. Se hacen productos reconocidos en el
polo también”.
Inevitable. La tarde de la final de San Isidro y sus cuatro Grupo 1 les
dieron lugar a pedigrees ilustres, que no dejan de verse en los ganadores en
las pistas.
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