Las lesiones mantuvieron al defensor del stud Rodolfo Pedro alejado de las carreras que señalaban su potencial; Esteban Torres, el jockey; Edgardo Martucci, entrenador, y el propietario Rodolfo Pedro Bor, le dieron la chance y el hijo de Catcher in the Rye respondió en el República Argentina
Al cruzar el disco, Esteban Torres empezaba a celebrar ante la desazón Cristian Velázquez |
El bautismo
clásico de Nievre (Catcher in the Rye) fue en el Gran Premio República
Argentina (G 1-
Esfuerzos
para poner a punto a Nievre y bronca porque se sabe que uno tiene un buen
caballo al que los problemas físicos le impiden demostrarlo. Será por eso que,
puesto a sufrir, doblegó a Dreaman (Galicado), uno de los indicados, que lo
obligó a poner el resto de energía y las agallas para reaccionar. El escolta quedó
en desventaja en el final ante un rival acostumbrado a salir de momentos difíciles.
Edgardo
Martucci empieza hablando de Esteban Torres, el jockey, vital en el triunfo y
también conocedor de lo que es conseguir algo con trabajo y paciencia. “Es un
animal cómo labura; había que darle la oportunidad de correr un Grupo 1. Cuando
buscábamos jockey lo hablamos con Rodolfo Pedro Bor (el propietario) y le dimos
la chance. Estoy contento. Es un buen caballo ¿eh?, está entre los buenos que
cuidé. No miento cuando digo que me gustaba en fija.
-¿Por qué recién ahora corre su primer clásico?
-Siempre
tuvo cositas. Una pata me volvió loco,
pero le di tiempo. Este caballo lo merecía, es un fenómeno, bueno de verdad.
-¿Cuándo decidieron correr el República?
-Lo había anotado
en el Gran Premio de Honor, que ganó Dreaman, y lo iba a dejar si se anulaba la
de ganadores de una y dos, en la que también estaba anotado. Le pedí a Rodolfo
que me dejara correr el Grupo 1 si se anulaba la condicional; se hizo la de ganadores
de una y dos –ganó por seis cuerpos Nievre- y lo borré del clásico.
A la pregunta sobre qué viene para su caballo, Gardy respondió con otra: “¿Dónde se corren las Estrellas?” En ese instante exacto no se sabía aún que la serie de la Fundación Equina Argentina seguirá en Palermo. “Que se corra acá, tendría que ser acá”, rogó Martucci, y cuando alguien acercó el dato fresco, suspiró: “Aaaah, me dan una alegría”. Y se fue celebrando, porque esto fue más allá de la plata del premio, aunque a la pasada se interesó por cuánto dio un Pick 4, del que participaron varios socios que ya estaban en la ventanilla.
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