Julio Menditeguy: "Con Carameliza recuperamos la línea directa de Candy Ride, el mejor caballo que crió Abolengo en la historia"

 

El 3 es Carameliza, que tapa a Madonna Key, en la foto y en el disco (Hipódromo de San Isidro)

Puesto del otro lado del mostrador, el criador compró de potranca a la ganadora del Clásico Olavarría, en la reducción del haras Santa Elena, y le devolvió a su campo de a Capitán Sarmiento los genes de Candy Explotion, la madre de la defensora del stud Carmel

Suena difícil que Julio Menditeguy haya pensado en tener una velocista cuando compró a Carameliza, en tiempos en que Santa Elena se decidió dejar la operación de cría y concentrarse en el training, hace unos años. La ganadora del Clásico Olavarría (G 3-1000 m), una aguerrida hija de Le Blues y Candy Explotion (Equal Stripes) que tapó por media cabeza a la puntera Madonna Key (Key Deputy) en el disco estaba respondiendo, sí, a un objetivo mucho más amplio del cabañero.

El mismo Julio lo narra: “La compramos en aquel remate en el que Mónica (López) y Marcos Roberti hicieron una importante reducción de su plantel de productos y yeguas madres y lo lindo de esto es que la madre de Carameliza, Candy Explotion (Equal Stripes), nos la había comprado Alberto Roberti en una venta de Abolengo de yearlings. Se les lastimó antes de debutar, la conservaron para madre y su primera cría es Carameliza, con Les Blues, que recién arrancaba; aún no era el padrillo consagrado que es hoy”.

Lo cierto es que cuando Abolengo intentó recuperar una línea muy significativa en ese remate se encontró con la realidad de estar del otro lado del mostrador y competir con la ambición de muchos de contar con genes de Abolengo. “En esa misma venta online vimos que Candy Explotion tenía muchas ofertas y Carameliza no, entonces nos concentramos en ella y tuvimos la suerte de traer la línea de Candy Explotion, que es directa con la de Candy Ride, probablemente el mejor caballo que crió Abolengo en la historia”, desmenuza Julio.

“No es una familia tan prolífica, no es fácil sacar hembras, es más bien machera, pero teníamos la intención de recuperar la línea de Candy Ride, somos bastante celosos –sonríe-; tienen un valor reproductivo y económico que es mayor en Abolengo”, remata, en la semana en que su cabaña obtuvo el Pellegrini del Año.

La alazana de 3 años, que entrena Nicolás Martín Ferro venía de ganar un clásico non-grade también en la recta de césped de San Isidro y ahora pasó de grado, con el tenaz Francisco Fernandes Gonçalves en las riendas. “Carameliza está en una curva ascendente, nos acompañó un poquito la suerte. Nos pasa seguido ganar con caballos de nuestra propia cría pero no compramos casi nunca y comprar un producto que viene de nuestro haras nos pone muy contentos”, detalla Julio Menditeguy.    

  

A MICHELICA LA VIERON EN EL DISCO

No la creyeron a Michelica. No creyeron que podría ganar el Clásico Paseana (G 2–1800 m–césped). La mayoría, al menos, sí creía que su segundo puesto en el Clásico Fernández Guerrico (G 2), en el pasto de Palermo, había sido producto de un buen día apenas. Se supone. Pero la hija de Hurricane Cat no sólo se impuso en la carrera más cotizada del sábado 9 en San Isidro, sino que lo hizo sin dejar dudas, de punta a punta, por tres cuerpos sobre Buena Brújula (City Banker) y pagó casi 11 pesos a ganador.

Iván Monasterolo fue decisivo en la conducción de Michelica, criada en el haras Nycsi, que además es su propietario, y ahora, a los 4 años, a cargo de Jorge Teppaz.