martes, 28 de septiembre de 2021

Un eslabón perdido del gran Luhuk ganó el especial de La Plata

Scotch and Soda, caballo de 5 años que pertenece a la última generación del padrillo que sirvió 20 años en el haras La Quebrada, se impuso por distanciamiento en un fallo acertado



De verde, Monasterolo levanta; al caballo de azul lo dirige William Pereyra (Prensa La Plata)


Fue el pionero entre los hijos de Forty Niner (Mr Prospector) en la Argentina, cuando el haras La Quebrada lo trajo, en 1996. Con recordar que a su primera generación en el país, nacida en 1997, pertenecen Guernika (4 Grupos 1, 1000 Guineas, GP de Potrancas, Estrellas Distaff y GP Palermo); Avanzado (caballo clásico aquí, antes de consagrarse en el reino de la velocidad, con 5 triunfos en Estados Unidos, incluyendo el Ancient Title Handicap, de Grupo 1) y Theol (9 victorias, incluyendo los Grupo 2 Guillermo Kemmis y Santiago Lawrie), alcanza para hacerle un monumento.

Por el lado materno, la abuela de Luhuk es por Northern Dancer, a lo que se suma el aporte de Southern Halo en la parte baja del pedigree, pero él dio con cien combinaciones. Además de aquella yegua campeona y los dos velocistas implacables de la primera camada, es el padre de Calidoscopio, el ganador del Breeders’ Cup Marathon (G 2-2800 m) y el Brooklyn Handicap (G 2-2400 m), de Cumbrecita, dueña del Clásico Ignacio e Ignacio F. Correas (G 1-2500 m), y de un millero como El Garufa, ganador del GP Palermo (G 1) y del GP de las Américas (G 1), dos veces cada uno.

Esa línea de Forty Niner pervive en el que quizá sea su mejor hijo, Distorted Humor, ganador de la estadística de padrillos debutantes y de la general en los Estados Unidos sirviendo en WinStar Farm, de Kentucky. En la Argentina, también estuvieron en la década del 90 Tactical Advantage (La Pomme), Silver Finder (Las Ortigas y Orilla del Monte) y Yalettwentyniner (Cosa Nostra, Dilú, Firmamento y Las Tealas), que compitió en nuestro medio, más el destacado Roar (La Biznaga).

Luhuk actuó 20 temporadas en la Argentina, con una pausa en 2001, cuando Gainesway Farrm, que lo cedía por el sistema de shuttle, lo llevó a Kentucky para su temporada dado su éxito aquí y no volvió a enviarlo ese año, pero en 2006 Hernán Ceriani Cernadas II lo compró en forma definitiva y sirvió en La Quebrada hasta 2015. Ya pensionado, murió en 2019.

De esa camada final viene el eslabón perdido, Scoth and Soda (Luhuk y She’s My Lady), uno de los ocho hijos del semental que conformaron la última generación argentina, nacida en 2016. En realidad es un eslabón encontrado, hasta el punto de que este martes ganó el Especial Brillantito (1400 m), en La Plata, no sin antes pasar alguna de las vicisitudes de los caballos de carrera: su victoria fue por distanciamiento, en un fallo que no merece discusión. Con Iván Monasterolo en la montura, el hijo de Luhuk nacido en La Quebrada, trató de pasar a Equal Ilusión (Equal Stripes) en la recta, ajustado por los palos, y su rival, con William Pereyra en las riendas, lo molestó, por lo que tuvo que se sofrenado. Si Pereyra todavía no tenía el cartelito de jockey áspero, se lo está empezando a ganar…





EL VALOR DE TETAZE
















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