El jockey más famoso del mundo llevará las riendas de la yegua argentina en el Distaff (G 1-2000 m), para intentar la quinta victoria de nuestro país en ese clásico, después de las conquistas de Bayakoa (dos veces), Paseana, y su hermana materna, Blue Prize
Dettori corrió
105 clásicos de la ilustre serie estadounidense y ganó 14, pero nunca un
Distaff, y como este envío tiene mucho de personal –basta con la licencia de la
foto en Dubai 2010, con un amigo, Zenón Martíbez Althabe, para comprobarlo- uno
quiere destacar al jockey ítalo- norteamericano por dos desempeños que no
terminaron en triunfo. Ni siquiera fueron los mejores de su historia, pero resultaron dos finales que él mismo hizo inolvidables, para bien o para mal. Son dos Classics. Uno, el de
1998, cuando con Swain (Nashwan) atropelló en la recta de Churchill Downs abriéndose
cada vez más, para cruzar el disco 3° de Awesome Again (Deputy Minister) y
Silver Charm (Silver Buck), a un cuerpo del primero, cerca de la empalizada
externa. Los críticos dijeron que el jockey exageró en el uso del látigo; otros
opinaron que el caballo rehuyó de las luces de la TV en la meta. Él lamentó su
falta de timing.
El otro fue
en Belmont Park, en 2000, cuando la polvareda de las Torres Gemelas derribadas dos
meses antes aún flotaba. Allí corrió a Sakhee (Bahri), que venía de ganar el
Prix de l’Arc due Triomphe (G 1-
Dettori, que cumplirá 51 años en diciembre, estuvo
en la Argentina en 2008 para dirigir a Cagnotte (Sunray Spirit), la yegua de Bebe Correas y Héctor del Piano, finalmente
tercera de Miss Match (Indygo Shiner) en el Gran Premio Selección (G 1-
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