Festejan el stud Franchesca y Neuquén; Pato Serer, con un nieto sobre los hombros / RRPP Hip. de La Plata |
Pato Serer y Marcelo Ruiz compraron al hijo de Lucullan en la venta de Los Turfistas y esperaron las carreras de media distancia para debutarlo en La Plata, donde los 8 cuerpos de diferencia que marcó sobre el segundo les dieron la razón
El Especial
Patria (
Con Franco Menendez en las riendas, el zaino marcó ocho cuerpos de diferencia sobre el segundo, Kuccini (Manipulator), el favorito que llegaba de Palermo con el entrenamiento de Juan Franco Saldivia, agrega un motivo de satisfacción a la conquista. Una sensación que se transformó en alegría desbordante en el pesaje numeroso, con Pato Serer y su familia a la cabeza, su hijo Maxi, su nuera Agustina y sus nietos Beltrán y Vicente. “El potrillo lo tengo en sociedad con El Tula Ruiz; lo eligió él; lo fui a comprar al remate de Tres Jotas y Los Turfistas, el año pasado”.
El propietario neuquino se refiere a Marcelo Ruiz, dueño del stud El Gruñón y entrenador “sin cartera”, que recomendó enfáticamente a Regalo del Sol, del que se quedó con el 50 por ciento. Después, decidieron que el hijo de Lucullan debutara en más distancia que las de las carreras de Precoces y esperaron esta carrera.
En aquellas ventas en Capitán Sarmiento, en el campo del haras Los Turfistas -donde estaba Rancho Luján-, de José y Benjamín Aladro, “siempre me atienden de primera y ellos son de primera, por eso estoy tan contento”, agrega Serer, uno de tantos amigos burreros que uno conoció en los remates del haras Don Florentino, en La Francia, Córdoba, donde entre el recordado Gringo, Luis, Lucas y Luciano cultivaban y cultivan mucho más relaciones de negocios.
“Nosotros estamos sobre todo para disfrutar del turf, sacarnos una foto…”, dice Pato, emocionado, en el círculo de los ganadores. Y cómo no entenderlo, si después, en la 10a carrera del mismo programa del martes pasado, una yegua de 3 años de su stud, Gran Francesca (Qué Vida Buena), criada en Don Florentino, falló en su quinta actuación en La Plata, pero le generó esta reacción: “Vino bien hasta el codo y se quedó sin nafta; la vamos a llevar a Palermo porque es ligera”. Se ilusiona Serer con la recta porteña.
Esa carrera la ganó Psiquiátrica (Calabro), que debutaba con los colores de El Gruñón, justamente, pero aquí no había sociedad...
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