Celebra Joaquín Cano, que es jockey y entrenador del hijo de Lenovo |
Entrenado en Villa Mercedes, San Luis; criado en La Pampa; invicto en San Isidro y algo subestimado ahora, el defensor del stud El Ranquel sorprendió al ganar de punta a punta, mantenerse invicto y darle a Van Nistelrooy su segundo Grupo 1 en la tarde inaugural de la serie de la FEAR
Salió moviendo, abriendo los brazos hasta lo que le dieron
los codos; supo darle su dirigido un respiro en el opuesto, ya con la delantera
del Gran Premio Estrellas Juvenile – Copa
Sr. Raúl F. M. Lottero (G 1-
Joaquín Cano es el autor de esa obra y un potrillo, Colifato Novo, fue el que le respondió y soportó las arremetidas de Academus (Portal del Alto), Earth God (Cosmic Trigger), el favorito, que sufrió un profundo desgarramiento de la piel en la pata derecha, seguramente alcanzado por un rival; de Acento Final (Treasure Beach) y de Blue Dollar (Orpen), los que más se le acercaron en el final, los que tenían más boletos, como el escolta a medio pescuezo y el tercero al pescuezo.
Sorpresas varias: el inesperado resultado y la resistencia
del ganador, que a medida que se descontaba hacia la meta agigantaba la
posibilidad de dar el golpe. Un golpe no tan fuerte si se aprecia que Colifato
Novo estaba invicto, aunque en 1200 y
Los potrillos más creídos no lo asediaron en el desarrollo.
Sus jockeys no quisieron quemarse en ese fuego. Y cuando Cano le pidió todo al
zaino, tuvo la gran respuesta. Ajustada, sí, pero heroica también, en 1m36s25/100.
Los parciales: 23s61/100 los 400; 46s59 los 800, y 1m10s65 las doce cuadras.
Colifato Novo, un hijo de Lenovo y Baraca Nistel, criado por Maximiliano Conti,
fue presentado por Ricardo González pero es preparado por el mismo Joaquín Cano
en Villa Mercedes, San Luis. Fue su tercera victoria sobre la pista de césped
de San Isidro. Y le dio un gran doblete a Van Nistelrooy como abuelo materno,
que empezó en el Juvenile Fillies, con Quita Rim (Remote).
María Cristina Muñoz esperaba que llegaran a la redonda de San Isidro los potrillos de la siguiente carrera, la undécima, (presentaba a Cero Cero Siete), con una amplia sonrisa y aplaudiendo durante la premiación del Juvenile. “Joaquín trabajó con nosotros”, explicó. No era una emoción más, la de la entrenadora, en la helada tarde de Estrellas.
“El caballo hace todo
bien”, dijo Joaquín luego, a Revista
Palermo. “Es manso con una gran virtud: es muy ligero y hay que seguirle el
ritmo, si no, pasa lo de este clásico, que no lo tenían en cuenta y pensaron
que se iba a parar porque en
“Colifato Novo tiene un corazón bárbaro y está cada vez mejor, sigue progresando”, continúa. “Creería que hasta la milla va a andar bien; hay que probarlo, por ahí le viene más distancia. Hoy, por los 800 se amansó y lo tuve que chistar, pero cuando tuvo que poner garra la puso y ganó bien”. Cano es también el cuidador de Colifato Novo.
La mansedumbre del potrillo que describe Cano se extiende fuera
de la pista. “Se adapta bien a los viajes; tenemos
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