miércoles, 26 de junio de 2024

Juan José Caligiuri, el “loco” que se llevó a Irina de un remate para celebrar en la primera Carrera de las Estrellas Juvenile Fillies

 


Angiolo, nieto materno de Irina y líder de varias estadísticas de padrillos / Haras El Paraíso


Cuando su GPS interno lo llamó a entrar al Tattersall de Palermo a fines de los 80, el empresario en salud siguió su instinto y compró a la hija de Ringaro a pesar de los clamorosos defectos físicos que presentaba

 

La victoria de Irina en el Gran Premio Carrera de las Estrellas Potrancas – Dr. Pedro Blaquier (G 1 - 1500 m) fue la primera de un clásico que hoy cambió su nombre por el ya impuesto Juvenile Fillies y en 1600 metros, pero su ganadora defendió una chaquetilla que está vigente en la hípica 33 años después: la de Tres Jotas, un hecho destacable por tratarse de un stud que no es el apéndice en la pista de un haras grande, de los tradicionales que están en el origen de la  Fundación Equina Argentina (FEAR).


Para corroborar esto, basta observar que esos colores volverán a estar presentes el sábado con El Fruto (Il Campione), en el Estrellas Sprint (G 1 – 1000 m).

Juan José Caligiuri estuvo en aquellas horas tempranas retirando del pesaje a la hija de Ringaro con uno de sus socios, Juan Cifuentes, y estarán ambos de nuevo en San Isidro, en 72 horas.

Por supuesto, hay una historia bastante peculiar, como todas, por cierto: “Irina aparece porque yo, saliendo de una reunión en Buenos Aires –vive en La Plata- tomo Libertador y veo que hay remate en el Tattersall de Palermo”, narra el propietario. “Giré en U, entré y compré a Souriante (Lyphmas y Souris Grise, criada en El Turf) y atrás de ella vino Irina, a la que sólo un loco como yo pudo comprar porque no fue barata y tenía una mano que parecía un bastón; chueca, las rodillas… Yo tenía la idea de criar. Piñuela (Portese) fue la primera que compré , ganó Grupo 1 (el Selección de La Plata de 1987) y no la quise vender”. 

Aquel remate era la liquidación de un propietario peruano que por algún motivo legal en Lima no pudo exportar a su país sus 30 productos. Irina no pertenecía a un haras, la habían criado en Alto Grande, según el Stud Book.

“Andaba muy bien y en la carrera previa a las Estrellas, Rubén Galloso, su jockey, me había dicho que la había perdido él -fue 4ª en el Gran Premio de Potrancas (G 1), en San Isidro a un cuerpo de la ganadora, Fontemar (Babor)- y que iba a ganar la Carrera de las Estrellas. Y no le dije nada”, relata Juan, generoso para compartir su perla: “El día de la Carrera de las Estrellas, Irina ya no era sólo mía sino que algunos amigos se habían querido asociar y accedí. Fuimos todos para San Isidro”. Como les pasa a veces a los grandes caballos, Irina superó algún percance:. “Se sacó una herradura antes de la largada; Galloso le hizo poner dos clavitos –textual del jinete- y ganó”.

-Eso lo supieron después, seguramente, ¿y cuando largaron?

-Casi me muero, porque venía quinta y no pasaba nunca; te dabas cuenta de que Irina venía muy bien, hasta que se decidió Galloso a dar un par de fustazos y le ganó a una yegua de Hernán [Ceriani Cernadas], que era la favorita”.

Esa yegua era Fontemar, de la que se tomó desquite. “A Irina la quisieron comprar pero no la vendimos y no porque nos sobraba la plata sino que era una condición previa mía. Irina como madre dio mucho”, afirma Juan José.

Wait (por Southern Halo, madre del gran Angiolo y El Fruto), Sebastiano (Southern Halo, ganador del Luro y el Montevideo, hoy padrillo) e Irenarca (Southern Halo) son algunos ejemplos de la generosidad de la yegua de Tres Jotas. “Fue una experiencia hermosa para mí y un recuerdo grato, que me eriza la piel”.

Caligiuri tenía un campo reducido en los 70/80, de donde en 2001 salió Camire Toss (Egg Toss), ganadora del Félix de Alzaga (G 1), y a partir de Gap (Fort de France), una velocista clásica criada en La Quebrada, trabó su amistad con Hernán Ceriani  y un acuerdo de crianza sin papeles por las que Tres Jotas presentaba sus vientres a los padrillos de La Quebrada. “Compré a Gap, otra yegua que no era correcta para nada, con problemas por una fisura, en un remate al que fui con mi papá. El radiólogo de la clínica –de la que es dueño Caligiuri, en La Plata- le hizo una placa, la revisó un médico y se veía la lesión”. Luego, Gap le ganó dos veces a Spiny (Ringaro) y nació el convenio con Ceriani “sin firmar ningún papel”. El criador le presentó a Francisco Niso Ulloa para que sea su veterinario y le ofreció organizarle la cría.

“Estaba cerca de él y vi. cómo empezaba Carreras de las Estrellas, con Menditeguy, Bagó, Lottero, Villamil, Correas, Blaquier… vivían para eso. Hernán me invitaba a algunas reuniones y yo salía con todas esas experiencias que contaban. Hernán casi no se ocupaba de la escribanía, la manejaba Ferrer Reyes, su cuñado; en la FEAR todos trabajaban en el turf”.

 

FRASES

 

  • “Era imposible pensar  que Carreras de las Estrellas continuarían vigentes casi cuarenta años después; hoy quizá se recaude por las inscripciones un 30% respecto de lo que juntaban en los primeros tiempos”.
  • “Tres Jotas nació con Piñuela”
  • “A mí me fue muy bien; con Piñuela corrimos contra Bayakoa (Consultant’s Bid), que nos ganó dos veces; una yeguaza”.
  • “Irina era muy linda y fuerte, como Angiolo”
  • “A Irina la podría comparar con Madonna Benois (Angiolo), pero ésta era perfecta. La madre de Madonna Benois, Marlotte (El Corredor), estuvo a punto de ser vendida antes de parirla, pero les pedí a Niso y a Juan Cifuentes, que tenían su parte, que la conserváramos”. Marlotte dio también a la clásica Mery Laurent.



















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