lunes, 13 de mayo de 2024

Endrigo Gennoni se quedó con Tooru porque "era chiquito, no me pagaban nada" y ahora lo disfruta asociado con el stud As De Picas

 


Lavigna celebró el 7° éxito de un caballo que cambió luego de ser castrado / Prensa San Isidro


El tordillo y su jockey, Francisco Lavigna, volvieron a ganar el Clásico Southern Halo (G 3), en el césped de San Isidro, con el suspenso que genera esa atropellada larga, que está en el otro extremo de sus comienzos como puntero 


Dos caballos que saben como pocos de resiliencia definieron el Clásico Southern Halo (G 3-1400 m), en el césped de San Isidro. Tooru (Lizard Island) superó por un cuerpo y medio a Paraná Miní (Winning Prize) cada uno con sus armas. Cuando el tordillo empezó su atropellada en la recta final todos podían adivinar el desenlace, no el resultado, claro. El defensor de As de Picas quebró al valiente puntero por un cuerpo y medio tras esa larga carga para la cual Francisco Lavigna eligió la línea media de la alfombra húmeda.

Fue la séptima victoria de Tooru en 28 actuaciones, conseguida en su reaparición luego del 9° puesto que logró en el Joaquín dee Anchorena (G 1-1600 m). “Lo tenemos en sociedad con As de Picas porque a mí me gustaba mucho; tiene calidad y hacía todo bien”, relata Endrigo Gennoni, criador del caballo que entrena Pablo Sahagian. “Era chiquito y no me daban nada, así que Nicolás Nappe me dijo ‘yo compro la mitad’. Ahora le vino bien el descanso, porque después del Anchorena lo llevamos al campo; está más armado, había estado tres años en el box. Si bien es un caballo manso, al principio era muy nervioso, por eso lo castramos”.

En esos primeros tiempos, el caballo temperamental era puntero, difícil emparentarlo con este zaguero de carga fulminante. “Las primeras carreras las corrió adelante y ganó –en 1200 metros-, pero un día las cosas no salieron bien, quedó retrasado y después de ser castrado corrió de atrás; ahí nos dimos cuenta de que podía correr de atropellada”.

Endrigo confiesa que desde entonces el suspenso se apoderó de las carreras de Tooru. “Siempre fue así, ganar o perder con susto, por cabeza u hocico, corriendo muy desconectado. Hoy vino más cerca; a la mañana estaba como nunca y lo mostró reprisando en un clásico y en una cancha brava”.

En el haras El Wing ya no está Of Roof (Cima de Triompe), la madre del ganador del Clásico Southern Halo. “Se me murió el año pasado –cuenta Endrigo con ese pronombre posesivo tan usual en la cría de sangre pura de carreras-; dejó un par de hembras: una Roman Joy que cumple 2 años y una propia hermana del ‘tordo’ que va a cumplir un año”.

Of Roof fue la primera hija de Cima de Triomphe en correr y ganar en la Argentina, recuerda el criador. “La cuidaba Rubén Babera en La Plata; ganó al debutar un clásico de Precoces y al final de su campaña se la recompré; fue una madre muy noble. Otra hija de ella, Juiradeai, también debutó ganando a los 2 años.”

Merece un párrafo Paraná Miní, que hizo la punta desde el inicio y aguantó todo asedio, sobre todo el del bueno de Es De Temer; sólo Tooru pudo quebrarlo, en los 100 finales. El pupilo de Carlos y Martín Domingo también corrió como sabe y estuvo cerca de su sexta victoria.

























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