sábado, 20 de enero de 2024

El turf tambalea, mientras hay sobreoferta de “comunicados” y carencia de acciones firmes para encarar los problemas

  


Con la suspensión de sus reuniones de ayer, viernes 19, y la de mañana, domingo 21, el hipódromo de San Isidro adoptó una postura irreductible ante los reclamos de los jockeys, que habían tomado un rumbo igual de duro con una huelga, separados de la de posición dialoguista de la Gremial de Profesionales 

 

Las carreras de caballos les están dando la razón a los detractores, a los que sin conocerlas las condenan, a los que consideran que son meramente una timba. P0rque ahora, en medio de un conflicto, como en una inundación en la que el agua llega al cuello, empiezan a flotar las excrecencias, las miserias de una actividad subvencionada en la Provincia de Buenos Aires porque es incapaz de hacer valer su carácter de intensa fuente de trabajo.

Inertes ante el avasallamiento de la ley 13.253 durante el gobierno de María Eugenia Vidal, no se aprovechó el envión que trajeron las protestas con cientos de caballos ocupando las pistas de vareo de San Isidro, ni todas las gestiones de propietarios y criadores, ni mucho menos la difusión que le dio al problema el diario La Nación, desde su tapa hasta un amplio despliegue en la sección principal.

Sedados, casi dormidos, después de las promesas de la entonces ministra bonaerense María Teresa García –hoy a cargo del Observatorio Político Electoral- y de Axel Kicillof de ocuparse del turf por la “importancia de la industria en la provincia”, los cuatro años de la gestión siguiente transcurrieron sin que se modificara el recorte en el fondo de reparación dispuesto por el gobierno anterior, por lo que la suma que proviene de las tragamonedas quedó en el piso 9%  del Fondo Provincial del Juego (Fo.Pro.Jue) después de comenzar con el 12 por ciento.

Hace unos días apenas, la pregunta era: ¿Por qué en San Isidro se hacían carreras mientras La Plata sufría los sucesivos paros de profesionales –jockeys, más que nada- y perdía cuatro reuniones durante enero? Ayer, viernes 19, hubo una consecuencia como en cascada: el hipódromo del Jockey Club debió suspender su reunión porque los jinetes se negaron a cumplir sus compromisos ante la falta de una respuesta positiva a sus reclamos por el atraso en el cobro de los premios, la actualización de las retribuciones por participación (montas perdidas), de la póliza de seguros y de la renta diaria por accidentes.

Como el hipódromo informó en un comunicado que cumple “sobradamente con el pago de premios a los cuales se encuentra obligado” y los jockeys se desmarcaron de las negociaciones que había llevado adelante la Asociación Gremial de Profesionales del Turf, que había aceptado aquellos términos en principio, y se mantuvieron firmes en sus demandas, entonces San Isidro anunció que suspendía la reunión que debía estar desarrollándose en ese momento, y también la del próximo domingo.

Juan Carlos Noriega, Adrián Giannetti, Juan Cruz Villagra, Wilson Moreyra, Damián Ramella, Maximiliano Aserito y Lautaro Balmaceda fueron recibidos por Juan Cruz Ramallo, presidente de la Comisión de Carreras, y Diego Zavaleta, secretario de ese cuerpo, entre otros directivos, mientras se reforzaba la guardia de la policía y la seguridad en la zona del pesaje y externa del comisariato. Una precaución excesiva. Ningún jockey daba señales de que podría causar más problemas de los que había en un hipódromo vacío, sin gritos, sin euforias por un triunfo ni lamentos por las derrotas. Y mucho más doloroso, sin caballos compitiendo.

Anoche llegó una lluvia de comunicados, entre ellos uno de la Comisión de Carreras, extenso, resumiendo la situación y todo lo que dio San Isidro sin el fondo. Hubiera sido bueno hacer algunas preguntas, pero Ramallo mandó a decir por un empleado que, a cambio de un encuentro, este cronista iba a recibir un comunicado, como si fuera una concesión que debe agradecerse y como si esa forma de comunicación no fuera la elegida por las autoridades desde hace días. 

Criadores Argentinos, la Asociación de Propietarios, la Gremial de Profesionales, la Asociación del Personal de Hipódromos y Agencias de la República Argentina (APHARA), son algunos de los beneficiarios del fondo de reparación, junto con los hipódromos bonaerenses, San Isidro, La Plata, Tandil, Azul y Dolores. Algunos reaccionaron criticando la postura de los jockeys o directamente justificando a San Isidro (Criadores). Entre los jockeys no hubo unanimidad de criterios, pero todos se unieron cuando prevaleció la postura adoptada. Los entrenadores que estaban ayer en el hipódromo, en tanto, pensaban que la solución está más lejos si no hay carreras. 

Tal vez algún día, a San Isidro y La Plata se les permita estar en un pie de igualdad con el hipódromo de Palermo (garantizó las reuniones de hoy y el lunes en un… comunicado) para instalar su propio centro de entretenimientos con tragamonedas y ya no se depender del arbitrio de un gobierno para obtener la renta que necesitan para subsistir. Reducir la cantidad de reuniones por semana o hacer temporadas más cortas  no es la mejor solución. Por ahora.












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