La reaparición del hijo de Seek Again se dio en el contexto de una controversia generada por el incumplimiento de Francisco Gonçalves que, según dejó en claro el entrenador, se bajó de la monta después de haber realizado la partida final
Gran actuación de Irwin, que mostró que está para volver s los primeros planos / Gza. Prensa San Isidro |
Ojalá Irwin
esté de vuelta, como lo insinúa su victoria en el Clásico 9 de Julio (G
2-1600m), que se corrió en el césped pesado de San Isidro; una esperanza que no parece
depender de sus condiciones, demostradas de sobra, sino de su inestable
propietario, que lo traban a la vez con cuestiones extra competitivas. El hijo
de Seek Again pasó por cuatro studs antes de llegar al de Pablo Sahagian, su
entrenador actual. Y eso no lo impidió ganar la Polla de Potrillos (G 1) y el
Nacional (G1); el Cané y el Chevalier, ambos de Grupo 2, ni viajar por el mundo
buscando desafíos aventureros.
Ayer, el
defensor de la caballeriza Volver Al Futuro reapareció tras cinco meses sin competir.
Y como si las controversias no lo dejaran tranquilo sumó una nueva. Sahagian está
con bronca desde el martes pasado. La victoria no la matiza. Mucho menos modifica sus
principios. “No sé cómo me lo dejó después de hacer la partida final. Un tipo
que hace la partida y a la noche te avisa que te deja el caballo no tiene
códigos. Yo me crié en una generación diferente. Me debió llamar el domingo a
la noche y decirme que no podía trabajarlo porque tiene compromiso con Vacación”,
relata el Turco.
Y sigue,
como en catarsis: “Tuve que buscar un jockey el martes a la noche, y gracias a
Dios me lo corrió Wilson, un jockey bárbaro, que tiene su carácter, pero es
buenísimo. El caballo es bueno, no sé por qué lo dejó Gonçalves”. Se sabe que
el brasileño es el jinete más requerido, el
más ganador, pero últimamente él también ya había quedado envuelto en
alguna situación como la de ayer.
Lo cierto
es que, en la pista, Moreyra llevó a Irwin siguiendo de cerca al puntero
Bequepingo (Cityscape) y lo separó de los palos hasta casi media cancha en el
derecho final, donde se desentendió de lo que pasaba detrás suyo y desde los
400 pasó al frente. Royal Rimout (Remote) dirimió en su favor el 2° puesto ante
Comando Secreto (War Command) por la cabeza, y completaron el marcador
Elliptical (Il Campione, Un Rayo Easing Along) y Love The Races (Hurricane Cat),
el caballo por el que optó Gonçalves.
Irwin
merece estas reflexiones de Sahagian: “Lo tengo desde hace cuatro meses; llegó
con algunos problemitas [no los quiso detallar], nada serio. Pellegatta siempre
dijo que era un caballo bueno, reprisó hoy, fue la primera carrera conmigo”.
Pablo se aferra
a aquellos códigos que mencionó antes, no habla de cómo recibió al ganador del
9 de Julio y siempre tiene a mano a Roberto Pellegatta, casualmente uno de los
entrenadores que tuvo Irwin.
-¿Cuál era la instrucción para Wilson?
-Correrlo
así. Wilson lo montó recién ayer –por el viernes-; le hizo un galopito largo.
Este caballo andaba tan bien que ganaba con quien pusiera, pero Moreyra es excelente.
-Este caballo es fondista…
-¿Viste
dónde lo paró? El caballo sigue y sigue. No se va a quedar en la milla, va para
arriba.
Luego, el
entrenador volvió sobre la cuestión que no concibe que ocurra. “Esto en mi
tiempo no pasaba. Yo me hice con Pellegatta, que me enseñó a tener códigos,
este muchacho [Gonçalves] no tiene códigos. Si se comprometió con el caballo
debe cumplir. Alguien debe decirle cómo son las cosas. Muchos opinaron ‘qué va
a decir el Turco cuando no arranque Irwin’, sin saber. Todavía estoy caliente.
No se hace esto. Es una falta de respeto. A mí me enseñaron Eduardo Jara,
Vilmar Sanguinetti…”.
Pablo
Sahagian tiene en claro qué valores no se negocian. Y ahora, Irwin le ayudó a
reafirmarlos, aunque no le hiciera falta ganar para ello.
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